Capítulo 3.

446 22 9
                                    

Viaje.

Sintió como el aire le calaba los huesos y como su piel se ponía de gallina ante el hecho de que estaba apunto de abordar un avión y que probablemente quizás nunca volvería a la vida como la conocía al aterrizar, miró a su familia por última vez que estaban detrás de la baranda autorizada, los miró con ternura mientras ellos de despedían de ella con entusiasmo, su hermano Sami agachado para que no lo viera llorar porque su hermana mayor se marchara y su Padre Kenji haciendo un drama total con lágrimas exageradas bajando por sus ojos y con una voz extremadamente dramática delirando "mi niña, mi pequeña niña se va", mientras a Ikuko fingía que no conocía a su esposo montando un espectáculo a la par de ella.

Ikuko miró a Serena por última vez dándose cuenta de lo mucho que había crecido convirtiéndose en una gran mujer ¿cómo hizo para que sus padres la dejaran ir a Grecia? Pues ya era mayor, sus desiciones debían ser respetadas, además se invento la historia de que le habían regalado una beca para estudiar en el extranjero en una Universidad de prestigio con los mejores profesores en Ciencias Jurídicas, lo cual se tragaron completito debido a que ya no era tan mala en el estudio o al menos eso creía ella, ya había mejorado bastante en esos 3 años pero todos sabemos que a una madre no se le puede engañar e Ikuko su instinto maternal le gritaba muchas cosas.

Sonaron las bocinas que estaban alrededor de todo el aeropuerto anunciando la partida del vuelo "1A–Atenas, Grecia" era su llamada para subir al avión, sonriendo tiernamente a su familia sintió como sus lágrimas quisieran escurrirse por sus mejillas, abordo el avión lentamente prometiendo se que volvería por ellos y sólo por ellos, fue a primera clase para acomodarse junto a Hotaru, Lita y ¿adivinen quién? Vesta quién su nombre de civil era Kaori, la cual luego de unos días se la cruzo por la calle diciéndole que desde ahora sería su protectora personal, eso realmente le sorprendió debido a que pensó que Vesta era una especie de espíritu lo cual está desmostro que no era así pero aparte de todo eso ¿cómo demonios estaban en primera clase? Bueno pues eso se lo debían al papá de Hotaru, el señor Tomoe el cual les pagó el viaje y el hotel donde se hospedarian gracias a la influencia de su querida hija Hotaru, sin duda el trabajo de científico dejaba buena ganancia.

Se sentó en su asiento que daba vista hacia la ventana mientras miraba como iba despegando el avión lentamente suspirando de nostalgia y un poco de tristeza, dejando a atrás todo lo que conoció alguna vez, las batallas, su primer amor, los Three Ligths, su familia, todo lo que conoció, todo lo que fue su mundo alguna vez, cerró sus ojos fuertemente mientras sentía una solitaria lagrima bajar por sus pálidas mejillas, realmente no quería dejar a su familia pero debía hacerlo, no sólo por el peligro que correrían si estaban con ella, también porque no sería capaz de protegerlos y para eso necesitaba hacerse más fuerte mental y físicamente para soportar las duras pruebas que se avecinaban.

Sea lo que sea que se avecinaba en ese momento quería estar lo más lejos posible de sus seres queridos, no quería que salieran lastimados, superaría todo con ayuda de las únicas amigas que le quedaba en el mundo y tal vez con próximos nuevos aliados.

Sea lo que sea que se avecinaba en ese momento quería estar lo más lejos posible de sus seres queridos, no quería que salieran lastimados, superaría todo con ayuda de las únicas amigas que le quedaba en el mundo y tal vez con próximos nuevos aliados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝕰𝖈𝖑𝖎𝖕𝖘𝖊 𝕹𝖊𝖌𝖗𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora