Capítulo 5

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Ayuda Inesperada.

Hacia una semana más o menos que había arribado a Grecia y se habían establecido, decidieron no quedarse en el hotel debido a que el encuentro de Serena con Saori de por sí ya causaba muchos problemas y la peli-lila decidió que ellas se quedarían en el Santuario para mayor protección, dándoles una de los templos para que pudieran pasar ahí.

Muchos acontecimientos ocurrieron desde ese día, aún no podía recuperar del todo su memoria debido a la gran cantidad de información que se introdujo en su cerebro de forma repentina de un día para otros, era demasiado para procesar; ni siquiera la misma Saori podían responder sus dudas debido a los largos años y milenios que han pasado no podían recordar las cosas del todo, así que solo le brindo la información que necesitaba.

De algo estaba segura sea lo que fuera a que se enfrentarían en un futuro, no sería nada agradable y eso los involucraba tanto a ella como a Athena que bien en estos precisos momentos se encontraba desprotegida, solo contando con la protección de los Caballeros, Dohko de Libra, Aioros de Sagitario y el mismísimo patriarca Shion, ya que los demás caballeros estaban haciendo unos mandatos que ella misma solicito, aunque considerando los poderosos que eran estos caballeros, con ellos era más que suficiente para su protección.

Se levantó lentamente de la cómoda y cálida cama de plumas, decorada con un fino edredon de seda mientras a paso descalzo se dirigía fuera del hermoso templo de granito.

Serena no era de las personas que se complicaba la vida o eso creían los demás, estar siempre llena de vida era simplemente una fachada, ella sabía muy bien a lo que se enfrentaba cuando peleaba pero aún así dolía, dolía recordar cómo la habían traicionado como si se tratara de una vil y cruel cucaracha, como sino valiera la pena...

Tantas veces se sacrificó por ella y ¿así se lo agradecían? Aunque no quisiera admitirlo le daba un poco de rencor recordar eso, suspiro cansadamente mientras sintió el aire frío calarse en sus huesos al verse fuera del templo, camino unos pasos hasta quedar en medio de el gran suelo encementado de asfalto admirando la noche estrellada a su alrededor.

Tenía tantas dudas, tenía tantas preguntas, muchas de hecho que sabía que por el momento no tenía quién se las respondiera y eso la decepcionaba de sobremanera.

¿Xx?: Yo puedo responder sus dudas mi Diosa.

Serena: ¿Uh?

Rápidamente se da la vuelta poniéndose a la defensiva mientras ve a un hombre corpulento con una armadura de color ocre con símbolos extraños de color dorados y detalles en rojo oscuro, recordándole un poco a la armadura de los caballeros, fijo su vista en su rostro viendo detallas y masculinas facciones de piel blanca, ojos oscuros como la misma noche o mejor dicho como un agujero negro, cabello largo de raíz negra y puntas rojizas y una enorme capa de tela ligera color negro tapándolo completamente.

Serena: ¿Quién eres y qué quieres?

Pregunto un poco brusca mientras relajaba solo un poco su cuerpo siempre con sus sentidos en alerta, si bien no podía transformarse y no podía depender de su energía como Saori y tampoco tenía la fuerza de Makoto, no era tonta sus años como Sailor Moon habían aprendido a detectar la presencia de seres de otro mundo así como los humanos y le brindó una experiencia de combate en donde era más rápida que el humano promedio haciendo sus reflejos más activos, se le hacía un poco raro ver a ese hombre frente a ella, alguien totalmente desconocido, eso le hacía suponer que al parecer las Sailor's no eran el único enemigo.

¿Xx?: Mi nombre es Samui de la Estrella Oscura Rayos Gamma situada al norte.

Serena: ¿Qué es lo que quieres conmigo? No recuerdo tener una deuda pendiente.

𝕰𝖈𝖑𝖎𝖕𝖘𝖊 𝕹𝖊𝖌𝖗𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora