Minhyuk se puso de pie.
–¿Ellos?–, dijo, todavía incapaz de pensar en nada, además del hecho de que él simplemente había tenido relaciones sexuales con un hombre.
–Uno de los niños–, dijo Chae, entrando en el asiento del conductor.
La forma en que Chae dijo que la palabra "niños", podría ser también que estuviera hablando de extraterrestres. Casi hizo a Minhyuk sonreír.
Casi.
Minhyuk caminó al coche y se sentó en su lugar. Jiyu aún dormía, pero Suni no lo hacía. Ella estaba chupándose el dedo medio dormida, mirando entre Minhyuk y Chae.
–Ustedes no estaban aquí cuando me desperté.
Minhyuk se inclinó y la besó en la frente.
–Lo siento bebé. ¿Estabas asustada?
–Yo no soy un bebé–, dijo Suni. –Soy grande. ¿Estamos ahí ya?
–No,– dijo Minhyuk.
–¿Entonces por qué se detuvo el coche?– Minhyuk se aclaró la garganta. ¿Cómo se suponía que iba a responder a
eso?–Debido a que el Sr. Chae y yo necesitábamos hablar.
Chae puso en marcha el motor. Suni bostezó.
–¿Por qué no podían hablar en el coche?
–Porque... porque no queríamos despertarlas.
Suni frunció el ceño, pero pareció aceptar la explicación. Sus ojos empezaron a cerrarse de nuevo.
Exhalando, Minhyuk se apartó de ella y miró el paisaje que pasaban.–Ponte el cinturón de seguridad,– Chae ordenó después de un tiempo.
Minhyuk se puso el cinturón de seguridad y murmuró,
–loco del control.
–¿Así que ya dejaste de enloquecer?– El tono de Chae era sardónico.
–No estaba enloqueciéndome.– Al darse cuenta de que lo dijo un poco demasiado alto, Minhyuk bajó la voz. –¿Por qué lo haría? Así que me diste un trabajo manual. Gran cosa. No he tenido sexo en muchísimo tiempo, y tú sabes que besar me excita.
Chae no dijo nada y volvió su mirada a la carretera, con el rostro completamente ilegible.
Minhyuk lo estudió.
–Sabes, tengo curiosidad sobre algo,– murmuró. –¿Por qué yo? ¿Por qué me pagas una cantidad obscena de dinero por unas cuantas mamadas? Tú no necesitas incluso pagar por sexo. Estoy seguro de que muchos hombres gay gustosamente tendrían sexo contigo. Quiero decir, no es como si fueras feo o algo. Así que ¿por qué yo?
–¿Estás a la pesca de cumplidos?
–Nop. Estoy genuinamente curioso.
–Quería follarte desde el momento en que entraste en mi salón hace algunos meses. Es tan simple como eso.
Minhyuk se humedeció los labios, su estómago cosquilleando.
–Tú me deseaste por tanto tiempo?
Chae resopló, sin mirarlo.
–Yo no estaba suspirando ni nada, Lee. Quería meter mi polla en ti. Tan solo eres mi tipo.
–¿Rubio?
–No. No me refiero a tu aspecto. Si nos guiamos por el aspecto únicamente, tu amigo, Yoo , es más mi tipo que tú.
La tripa de Minhyuk se apretó. No estaba seguro de por qué estaba sorprendido. Kihyun era extremadamente atractivo. Infiernos, todo el mundo se sentía atraído por él. Y con su pelo castaño oscuro, ojos marrones expresivos y sensuales labios rojos, era todo lo contrario de Minhyuk. Minhyuk siempre se sentía descolorido y lavado al lado de su amigo.