Capítulo 8

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Era de noche cuando llegaron.

Mientras se bajaban del auto, Minhyuk miró a la casa y dijo, no sin humor.

–En realidad, algunas cosas acerca de ti ahora están comenzando a tener una horrible cantidad de sentido.

Era casi inapropiadamente risible llamarla una casa. Era una gran mansión de diseño clásico.

Jiyu dio unas palmaditas con entusiasmo.

–¡Un palacio!

–No seas estúpida,– dijo Suni, con tono de superioridad. –Los reyes y las princesas viven en palacios. Nuestros país no tiene fidelidad.

–Realeza–, Chae la corrigió, cerrando el coche. –Si vas a llamar a alguien estúpido, asegúrate de no cometer errores tú misma.

Jiyu le sonrió a Chae y le agarró la mano.

–¡Me gusta Sr. Chae!

Chae se quedó mirando a la pequeña niña con una expresión vagamente perpleja en su rostro, antes de mirar a Minhyuk.

Reprimiendo una sonrisa, Minhyuk dijo,

–deja al Sr. Chae en paz, Jiyu. Ven, toma mi mano.

Jiyu puso mala cara, pero soltó la mano de Chae y tomó la de Minhyuk. Suni tomó su otra mano mientras que unos cuantos criados salieron para llevar su equipaje dentro.

–A mí no me gusta él,– Suni dijo mientras caminaban hacia la casa.

–No seas maleducada, cariño–, dijo Minhyuk, mirando el hombre encuestión, que caminaba al lado de ellos. –El Sr. Chae puede oírte.

Los ojos de Chae se centraron en la casa; no mostró ningún signo de escuchar la conversación.

Minhyuk desvió la mirada. Era difícil creer que hace apenas unas horas, él tenía a este inmaculadamente vestido hombre, de rostro severo, gruñendo y moviéndose encima de él.

–Pero él no me gusta–, dijo Suni obstinadamente, pero bajando la voz. –No me gusta la forma en que te mira.

–¿Cómo me mira?– Repitió Minhyuk.

–Como Jiyu mira a un panqueque.– Minhyuk forzó una sonrisa. Este fue un nuevo nivel de rareza.

–Tú sólo estás imaginándolo, calabaza.

–Pero...–

–Sólo imaginándolo–, repitió Minhyuk, esperando que Chae no hubiera oído las palabras de Suni.

El rostro de Chae era duro y frío, desprovisto de todo el color. Este era un hombre que volvía a casa, a su padre y su familia después de quince años. Se veía casi tan feliz como un hombre en su camino a la prisión.

Un mayordomo un jodido mayordomo, abrió la puerta y saludó a Chae con un tranquilo

–Maestro Hyungwon.

Minhyuk guió a las niñas al interior. Se veían tímidas y nerviosas, y Minhyuk tuvo que admitir que no estaba en nada menos nervioso que ellas; él era simplemente mejor en disimularlo.

Su primera impresión de la sala fue por la inmensidad del mármol y los pilares y bustos clásicos y la cúpula imponente.

–¡Hyungwon!

Minhyuk miró hacia arriba. Una mujer alta de cabello oscuro iba caminando por las escaleras, una sonrisa vagamente aliviada en sus labios. Abrazó a Chae y lo besó en la mejilla.

–Sana– Chae murmuró. –Te ves bien.

Así que esta era la hermana que le había convencido para venir. Minhyuk la miró con curiosidad. Él ciertamente podía ver el parecido familiar. Ella parecía unos pocos años mayor que su hermano, tal vez treinta y cinco.

Sana se apartó y miró a Minhyuk y a las niñas sobre el hombro de Chae, pero antes de que ella o Minhyuk pudieran decir nada, dos ancianos entraron en la casa.

Uno de ellos, el más alto, mostraba un extraño parecido con Chae. De hecho, podrían haber sido gemelos si el hombre no tuviera alrededor de treinta años más. Minhyuk decidió que este debía ser el padre de Chae, Chae DongSun.

–El hijo pródigo regresa–, dijo DongSun con una sonrisa burlona. –Sabía que este día llegaría.

–Entonces te equivocaste–, dijo Chae fríamente. –Vine sólo porque Sana no paraba de molestarme. Al parecer, estás prácticamente en tu lecho de muerte.

–¡Hyungwon!–, Sana dijo, viéndose indignada.

–Voy a tener que decepcionarte, entonces–, dijo DongSun –Tengo un excelente estado de salud.– Él estaba mintiendo. Él tenía un matiz casi grisáceo para su complexión. –Así que no conseguirás mi dinero en el corto plazo.

–Tú sabes que yo no necesito tu dinero–, dijo Chae.

Se miraron el uno al otro con frialdad, y el parecido que compartíanera sorprendente. Minhyuk se preguntó si Chae lo sabría y lo resentía.

En este momento, DongSun desvió la mirada hacia Minhyuk.

Sus agudos ojos oscuros lo recorrieron de pies a cabeza, haciendo a Minhyuk ser dolorosamente consciente de su desgastada, ropa barata.

Los labios de Chae padre se torcieron en tono de burla.

–¿Y esto?

Chae dio un paso hacia Minhyuk y le puso una mano en el hombro.

–Este es mi amante, Lee Minhyuk.

El otro anciano respiró hondo. El rostro de DongSun no cambió nada, pero de alguna manera, la temperatura en la habitación parecía haber caído doce grados.

Minhyuk hizo una mueca interna, pero no era como si no se lo esperara.

–Minhyuk, este es mi padre, Chae DongSun,– dijo Chae, su voz atípicamente suave. El idiota estaba absolutamente disfrutando esto. –Y el viejo amigo de mi padre, Kim Seoknim.

–Encantado de conocerte–, Minhyuk mintió, preguntándose si el señor Kim era el hombre con cuya hija DongSun quería que su hijo se casara.

–Ya veo,– dijo DongSun al fin antes de desviar su pesada mirada hacia las gemelas. –¿Y estas son?

Minhyuk reprimió el impulso de ocultar a las chicas detrás de su espalda.

–Estas son mis hermanas, Sr. Chae. Suni y Jinjoo.

Por una vez, Jiyu se mantuvo tranquila y no discutió sobre su nombre. Ambas niñas se movieron más cerca de Minhyuk.

–Ya veo–, dijo Chae DongSun de nuevo antes de abordar a una criada. –Prepara habitaciones para nuestros invitados.

–Prepara una habitación contigua a la mía para las niñas,– Chae interrumpió. –Obviamente Minhyuk permanecerá en la mía.

Minhyuk se encogió un poco.

La vena en la sien de DongSun palpitaba. Sana vio a su padre con preocupación. El Sr. Kim tenía una mirada de disgusto en su rostro que no se molestó en ocultar.

–Haz como él dijo,– Chae DongSun dijo entre dientes, rompiendo el silencio. –Muéstrales sus habitaciones. La cena es en media hora. Hyungwon, una palabra.

Minhyuk se volvió para seguir a la mucama cuando una mano lo agarró del brazo y lo detuvo.

–Te veré pronto–, dijo Chae y le dio un breve beso.

O al menos se suponía probablemente que iba a ser un breve beso, pero Minhyuk encontró que sus labios no querían despedirse, ansiosos. Sintió la sorpresa de Chae antes de que Chae le agarrara del cuello y le besara de verdad. El beso parecía no terminar nunca.

Para el momento en que Chae, finalmente se retiró, Minhyuk apenas podía respirar.

Minhyuk no miró alrededor para ver la reacción de todo el mundo lo podía imaginar bien.

Agarrando a las niñas, siguió a la criada. Su rostro estaba muy caliente.
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Perdón por la espera, tengo dos capítulos más para subir, esperenlos.
Gracias por leer <3
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