Capítulo 12

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Finalmente encontró a Chae en la terraza media hora más tarde.

–Me voy a casa–, dijo Minhyuk.

La espalda de Chae se puso rígida. Se dio la vuelta, con un cigarrillo en la mano.

Extraño.

Hasta ayer, Minhyuk había pensado que no fumaba en absoluto. Chae dio una larga calada, estudiándolo con una expresión indescifrable.

–¿Por qué? Se supone que nos vamos mañana.

–Hablé con tu padre.

Por un momento, Chae se quedó inmóvil antes de que una sonrisa sardónica apareciera en su rostro.

–¿Cuánto te ofreció?

–Mucho. Sólo un idiota se negaría.

Chae se alejó.

–Felicidades. El dinero más fácil que nunca has hecho.

Minhyuk miró a su espalda recta.

–Bueno, nosotros ya hemos establecido que soy tonto, ¿no es así?– Una pausa.

Chae soltó una carcajada.

–Deberías haber tomado el dinero, Lee.

–Él no me agrada.

Chae se dio la vuelta de nuevo y apagó el cigarrillo con su zapato.

–A nadie le agrada. No es una razón suficiente para no aceptar el dinero. Nosotros sabemos que no habría hecho ninguna diferencia.

–Lo sabemos, pero él no lo hace.– Minhyuk ladeó la cabeza. –¿Estás realmente bien conmigo aceptando su dinero? Él piensa que soy tu novio.

Los labios de Chae retorcidos.

–Mi padre ha estado pagando a mis novios para que me dejen desde que tenía quince años. Tú no habrías sido el primero. El anciano es lo suficientemente terco como para pensar me casaré con una bonita niña si él pone fin a toda relación que trate de tener. Aunque estoy un poco sorprendido esta vez. Por lo general, se molesta sólo si el chico dura más de un mes, lo que no ocurre muy a menudo.  

Minhyuk se le quedó mirando.

–No puedes querer decir que todos ellos aceptaron su dinero.

–No. No todos ellos. Pero la mayoría.

Había una máscara blanda de indiferencia en el rostro de Chae, y Minhyuk tuvo que cerrar las manos en puños y mirar hacia otro lado, tratando de evitar la tentación de tocarlo.

–Dijiste que te recordaba a mí–, dijo Chae. –Pero él lo lleva a un nivel completamente nuevo. Él no sabe cuándo parar.

–Sí,– Minhyuk murmuró. –Es un imbécil de mente estrecha, ególatra prepotente, y que te ha jodido. Pero no te exime cuando actúas como un idiota. Y si sigues siendo tan insensible y te mantienes tratando a las personas como peones, te convertirás en él. ¿Quieres eso?

–Yo no te he traído para que me puedas psicoanalizar.

–No, no me has traído para eso–, dijo Minhyuk, su voz tranquila. –Pero he terminado.

La mirada de Chae afilada.

–¿Qué?

–Estoy un poco harto de ser tratado como una puta barata por tu familia.

–Yo no te llamaría barato–, Chae dijo, con la voz cortada. Minhyuk se rió en voz baja.

–Bueno, tal vez me lo merezco. Necesitaba dinero y no fui lo suficientemente orgulloso para decir que no, pero estoy un poco harto de eso ahora. Eso es todo, Profesor.

SPR  - Hyunghyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora