Winston
Camino desesperado entre la multitud en busca de la salida.
A mis espaldas, escucho que Toby me habla, pero no puedo detenerme.
No puedo llegar tarde.
—Winston, ¿a dónde vas? Falta una conferencia más.
—Lo sé, pero si me quedo no voy a llegar a tiempo.
Todos los que esperan prepararse para entrar a la universidad de artes visuales pasan a nuestro lado sin importar los empujones y codazos, anhelan un lugar en las primeras filas de la sala.
El pelinegro parece recordarlo pues asiente y me sigue.
Gina me aseguró que no era necesario que fuera a despedirme, e intentó convencerme de que esto era más importante, pero soy puedo llegar a ser muy terco cuando me lo propongo.
Y no hay manera de que esa castaña con mala cara se suba a ese tren sin que yo le dé un último abrazo el día de hoy.
Mi mejor amigo es el designado a conducir, tengo el corazón acelerado y estoy nervioso, no creo que sea una buena idea tenerme al volante, además, necesito estar vivo para poder llegar.
Y aunque las probabilidades de eso no son muy altas con él conduciendo, tomaré el riesgo.
—¿Por qué vas tan despacio? —me quejo comenzando a ser irrazonable.
—Oye amigo, no sé si tengas que cambiar de lentes, porque si no te has dado cuenta... ¡Hay un auto justo en frente de mí que va a paso de tortuga coja!
Mi celular vibra y lo saco de mi bolsillo con un nudo en el estómago.
Bianca:
Acabamos de llegar a la estación. ¿Dónde están?
Decido que después podré explicarle si no le contesto.
Estos últimos días no me siento yo, soy como un torpe manojo de nervios con vida.
Cuando alzo la vista, casi en cámara lenta, veo pasar frente a mis ojos la florería de Evangeline.
—Woah, woah, ¡para!
—¿Qué?
—¡La florería, teníamos que llegar!
—¡Enfrente de la estación de tren hay una!
—¡No es lo mismo!
Ante mi insistencia, el ojiazul comienza a planear como puede regresar.
—Tengo que esperar a llegar al siguiente semáforo para dar vuelta.
—Bien, detente.
—¿Estás loco?
—Tardaremos más, voy a correr allá y luego me recoges.
—Winston, yo también quiero despedirme de ella, pero si...
—Toby, confía en mí.
Aunque duda un poco, baja la velocidad lo suficiente para que yo pueda abrir la puerta y cruzar la calle sin morir en el intento.
Llego sin aliento al establecimiento y voy directamente a la zona favorita de la castaña, tomo uno de los ramos de color rosa y como si tuviera la palabra "Impaciente" escrita en la frente, la señora Evangeline toma el dinero.
—Dile a Gina que la vamos a extrañar mucho —grita antes de que salga.
Le aseguro que así lo haré.
Cruzo la calle para entrar a mi auto, donde otro impaciente me espera.
—Déjame ver si entendí, haces que perdamos la oportunidad de llegar temprano —enfatiza—, actúas como un demente al arriesgar tu vida cruzando la calle sin fijarte en ambos lados dos veces, y todo por... ¿Flores?
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Tulipanes para Gina
Teen FictionGina siempre ha creído que el significado de su nombre es algo cómo: "lo perteneciente o relacionado con la tragedia y desgracia". Y la vida se ha encargado de confirmárselo. Como si todos sus problemas no fueran suficientes, una noche su perro muer...