Mi estado de ánimo mejoró al instante luego de aquel día. Lástima que duró muy poco.
Darla se ofreció a llevarnos a ambos a casa, Winston había insistido en decírselo a mi madre él mismo.
Ella parecía muy contenta, pero luego le dijo algo en el oído y él palideció un poco, espero no lo haya amenazado o algo por el estilo.
Lo más probable es que si lo haya hecho.
La conozco hace poco y ya me ha demostrado la buena amiga que es.
Tantas noches había pasado soñando cómo sería ser amada. Y cuando la esperanza estaba más que perdida, llegó él y se preocupó por demostrarme su cariño. Hoy era una realidad.
Y no podría estar más agradecida por las personas que se alejaron de mí. En su momento me dolió, no me daba cuenta de que realmente necesitaba que se fueran.
Ahora, estoy intentando seguir adelante, y me tranquiliza saber que no estoy ni estaré sola.
Eso no quita que no les extrañe de vez en cuando.
A veces me siento culpable por eso, como voy a extrañar a la persona que más daño me hizo
¿Es posible extrañar algo que nunca sucedió? Si es así, extraño una familia unida, extraño sentir el cariño de mis padres, extraño una bonita relación con mi hermano y extraño quererme a mi misma.
Extraño algo inexistente.
Debería estar disfrutando al máximo el verano, no falta mucho para que termine y me obligue a volver a la asfixiante rutina.
Pero prefiero estar en el sofá lamentándome sin prestarle atención alguna a la película antigua que pasan en televisión. Con Clifford recostado a mi lado todo es mejor.
Mamá decidió hacer galletas de naranja y me ha prohibido acercarme hasta que estén en el horno.
¿Qué culpa tengo yo de que incluso sin hornear sepan tan buenas?
—No puede ser. Olvidé la mantequilla —se lamenta.
La observo quitarse el delantal mientras se queja de que ya no piensa como antes.
—Ahora vuelvo, voy a ir a comprarla. No me tardo, te quiero —sale de casa apresurada.
Niego con la cabeza divertida.
Decido concentrarme en poner otra cosa para ver y así distraerme del deseo de ir a la cocina.
Criminal minds me parece una buena opción, siempre será una buena opción.
Justo cuando va a iniciar el primer capítulo, la puerta de entrada se abre.
Le pongo pausa antes de voltear.
—¿No había o por qué has vuelto tan pronto?
Al ver que no contesta, volteo a verle y casi me atraganto de la sorpresa.
No es mi madre quién ha entrado.
Es Michael.
Y mi perro sale espantado a esconderse en mi habitación.
Me quedo estupefacta observando a mi hermano, él ni siquiera se digna a verme, simplemente pasa directamente a lo que era su habitación.
—Oye ¿qué crees que haces? —le reclamo.
¿Se supone que puede venir cuando le dé la gana? Si él mismo quiso irse.
No sabía que estaba tan molesta con él hasta ahora que lo estoy viendo.
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Tulipanes para Gina
Novela JuvenilGina siempre ha creído que el significado de su nombre es algo cómo: "lo perteneciente o relacionado con la tragedia y desgracia". Y la vida se ha encargado de confirmárselo. Como si todos sus problemas no fueran suficientes, una noche su perro muer...