Capítulo 7

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| Giyuu>Tan | GiyuuShinozzzz xd |

(Yoriichi x Muzan)
besto shipp

Cap: Hielo Derretido

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En su bello rostro aun queda algunos moratones aunque ya no visibles, la hinchazón en sus ojos había bajado y ese hermoso color esmeralda se dejaba ver para deleite de algunos enfermeros que entraban a checar sus signos vitales.

En sus frágiles brazos llenos de vendas duerme plácidamente un bultito enredado en una cobijita celeste. Su pequeña boquita tiene aún las gotas de leche después de tomar su biberón, y sus mejillas rosadas y rellenitas dejan ver lo sano que se encuentra.

Kotoha no puede creer que tenga entre sus brazos a su bebé. Recuerda aquel momento en el que tirada en el suelo recibía golpe tras golpe que iban dirigidos a su abultado vientre.
Acaricia la cabecita del pequeño con mucho cuidado, temiendo despertarle de su dulce sueño.
Mira a su alrededor, la habitación de hospital se ilumina por los rayos del sol, haciendo cálido un lugar que normalmente se sentiría frio.

Frente a su cama, en la mesa de madera se encuentra un enorme arreglo de flores junto a un globo azul con imágenes de ositos con moños de colores en donde se podía leer la palabra "Felicidades".

Sonríe agradecida con el rubio médico que le hizo tan bello regalo.
Centra su vista a su lado, en la mesita de noche, la pequeña caja donde el joven doctor le había regalado un mameluco amarillo y una pequeña sonaja.

Recuerda haber despertado al oir la puerta abrirse, se encontró con la divertida y grata sorpresa de su Médico con un gorro y barba de Santa Claus, cargando el enorme arreglo junto al globo y la caja de regalo.
Fue tan hermoso para ella abrir el presente y ver ese hermoso mameluco para su bebé, el primer regalo de su pequeño.

Su momento de felicidad se transforma en miedo y terror, ahora que lo recuerda, Fuyuhiko se había ido después de creerla muerta, y no quiere volver a esa casa, no podría siquiera poner un pie en ella.

Su bebé se remueve en sus brazos, siente el cambio en su madre, su corazón latía tranquilo y ahora la agobia el miedo. Afianza su agarre sobre su bebé, las lágrimas de impotencia se hacen presentes, se dice así misma que no permitirá que su hijo viva en un matrimonio donde la violencia sea algo de cada día.

Mira a su pequeño, aquel ser que desde su vientre tuvo que soportar cada maltrato y golpe, aunque ella siempre procuró evitar que alguno llegase a él, sabe que el estado de ánimo que las humillaciones de su pareja le hacía llegaba hasta su bebé.

La puerta de la habitación es abierta, un sonriente rubio aparece cargando una bandeja con comida.
Ella sonríe, le es grato ver a ese hombre a quien considera su Ángel y Salvador, según una enfermera, él pese a que podía perder el trabajo, le operó para salvar la vida de su pequeño. Nunca estaría lo suficientemente agradecida con ese hombre.

"Veo que ya se encuentra mejor." dijo al estar a un costado de la cama de la mujer." ¿El pequeño angelito ya comió?." pregunta dejando la bandeja sobre la mesita de noche.

"Si, mi pequeño se bebió todo." respondió mientras le mostraba el pequeño biberón vacío.

"Eso es bueno." alabó el mayor." Pero ahora." Tomó la bandeja y la colocó sobre las piernas de la mujer." Usted debe alimentarse bien." Dijo tomando al pequeño en sus brazos.

El bebé al ya no sentir el calor de su madre se despertó irritado, comenzando a llorar incómodo en los brazos ajenos.

"¿Q-qué le pasa?." Preguntó una angustiada Kotoha, dejando el utensilio en el plato.

PERDÓNAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora