13.Callate estoy enojado

8.1K 925 292
                                    

No se consideraba una persona de reacciones pacíficas, más bien aseguraba que sus reacciones son en la mayoría explosivas-de las cuales se terminaba arrepintiendo- e totalmente espontaneas. Sin embargo, no se quejaba ni reprendía por eso, él era así, no iba a llorar al cielo por eso.

Pero en este caso, si iba a armar un drama.

Interno, pero a la larga un drama.

Porque dramático se nace no se hace.

¡¿Cómo siquiera se le ocurrió?!

Había mil, no. Diez mil maneras distintas de afrontar la situación, pero nooo a Lee Felix, aleas el toma malas decisiones, se le tuvo que ocurrir la fabulosa solución de empujar a su "cita" que—no sabía cómo, él juraba no haberlo hecho tan fuerte—se dio tremendo golpe en el vuelo de bolos y pues... el resto es historia.

—Debe cuidar de su novio para que una próxima vez esto no se repita, eso es todo, pueden retirarse.

Removió un poco su cabeza confundido viendo como el doctor salía de la habitación.

—Casi me dejar emputado y te vas de viaje a Narnia, eres increíble. — escuchó un bufido al lado.

Oh cierto.

—¿Qué dijo? ¿Está todo bien? ¿Ya no tengo que matarte para esconder todas las pruebas del delito?

Hyunjin solo lo miro más enfurruñado que antes.

—Ay quita esa cara. — le tomó por las mejillas acariciándolas. Hyunjin estuvo a punto, solo apunto de acurrucarse en su toque de no ser porque añadió— Te ves más feo, pareces perro callejero.

—Vete a la mierda.

—Llévame.

A Felix le divertía ver a Hwang así de enojado, pero es que, por favor, el tipo le molesta desde que notó su existencia, él también merece divertirse un rato.

Tal cual niño jugando con fuego.

—Pues vamos.

Y no pudo ni recriminar nada porque dos manos empezaron a atacar su abdomen subiendo por su torso donde una atrapó sus dos manos inmovilizándolas y la otra llevando a cabo su trabajo de dar pellizcos en el abdomen del menor. Inmediatamente la sala se llenó de gritos.

—¡No! —una carcajada. — ¡Hijo de.. te voy a ... — risas e Incoherencias inentendibles salían de sus labios.

—¡YA! ¡DUELE HWANG, DUELE ME MUERO! —pero Hyunjin no pensaba parar tan pronto.

—¡H-haré lo que me digas! — las cosquillas y pellizcos disminuyeron. — Lo- Lo que sea...

—Bien.

Separándose del cuerpo del porrista que estaba tratando de respirar correctamente después de casi haber cagado su pulmón.

¿Qué cagada más se había dado?

               ─── ・ 。゚☆: *.☽ .* :☆゚. ───

—¿Vas a seguir enojado conmigo?

Sus labios curvaban hacia arriba al ver al rubio agrandar su puchero.

—Ya ves que eres un dramático-Bufó en broma virando los ojos solo para fastidiar al menor.

—¡Qué no! -chilló el porrista —. Cállate estoy molesto, no me hables.

Hyunjin evitó reírse.

Consideraba que el "castigo" no podría ni ser llamado un castigo ya que trataba más bien de una ¿recompensa? Daba igual como le dijese, la comida siempre será algo bueno.

Se decidió por una cafetería que quedaba a la vuelta de la esquina del hospital, ordenó un café pesado y un cupcake de vainilla. Él suponía que Felix iba a estar encantado con la idea, pero supuso mal. El niño estaba en un enojo post rabieta, pero fenomenal y se había negado a siquiera escucharlo hablar.

¡Nadie ignora a Hwang Hyunjin, ese niño está loco!

Pero bien que se pidió un milkshake y una tarta de crepes arcoíris con crema batida.

Ya entendía por qué su mamá le seguía diciendo bebé.

Si fuera otra persona muy probablemente se hubiera burlado y hasta recriminado al adolescente por la actitud infantil, pero es que Lee Felix era demasiado tierno como para ser regañado.

¿Qué mierda Hwang Hyunjin?

—Necesito ir al baño.

Eso llamó la atención del porrista.

¿Lo iba a dejar solo?

—¿A qué?

—A pintar un cuadro, me inspira el olor a caca.

¿En serio Lee Felix?

Sin decir nada más se dirigió al baño—dejando a Felix queriendo tirarse de un puente—donde reventó en una gran carcajada.

¿Hwang Hyunjin porque te estás riendo así? Pareces idiota.

¡NO! No. No. Y No.

Ante el repentino ataque de su conciencia, borró su sonrisa y se acercó al lavamanos; mojó su cara una, dos, tres veces.

Observó su reflejo.

Ayúdenme.

—Oye te atoraste adentro o qu-... ¡¿Hwang estás bien?! — Felix que se cansó de estar solo fue a ver si Don perfecto se había caído o algo, pero vaya sorpresa fue encontrase con este mojado y sentado en el suelo del baño.

Se veía tan asustado.

—Jinnie...

Su frágil corazoncito se rompió.

—F-felix...

Fue a abrazar al pelinegro poco importándole mojarse por eso, era más que obvio que Hwang tenía un problema.

Y él iba a ayudarlo.

𝖲𝖺𝗅𝗍𝖺 𝗌𝗈𝖻𝗋𝖾 𝗆𝗂 ʰʸᵘⁿˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora