Capitulo XIII: El corazón del festival

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Los días pasaban como el mismísimo infierno. El techo blanco de su habitación era lo único que veía variar diariamente mientras el sol bajaba y este se iba tornando en tonos más oscuros.

Una semana encerrada, ni al jardín podía salir, ya estaba cansada de los cables monitoreandola y de las agujas entrando y saliendo de su piel como si de mosquitos se tratase. Sin embargo, no había intentado huir ni una sola vez.

—Solo unos días más...

Susurraba para si misma, mientras anotaba lo que sería el inicio del próximo álbum de la banda.

Su banda, a la cual le habían limitado las horas de visita a una vez por día. Se turnaban para ir a verla. Ranmaru le traía siempre un envase con comida casera que decía había "comprado", pero que Kaori sabía lo había echo él mismo.

Luego se sentaba y dormitaba en el sillón durante toda su estancia, aunque de vez en cuando abría un ojo para vigilarla, y si lo descubría, solo le decía que no lo molestará y volvía a dormir.

Las visitas de Camus eran casi parecidas, pero al rubio parecía que con su presencia era suficiente para que ella mejorará. Aunque más que visitas, quería asegurarse de que siguiera escribiendo sin importar que. Era un bloque de hielo, pero eso le parecía divertido, casi tanto como el echo de que el resto de la semana le mandara dulces.

Ai se mantenía observándola durante toda su visita, de la forma más incomoda posible. Le preguntaba sobre su presión sanguínea, su ritmo cardíaco y más de una vez se mantuvo conversando tanto con la doctora que Kaori prefería dormir, así fuera mediodía.

Reiji era con quién más podía conversar, pero a veces hablaba tanto que la dejaba agotada. Le contaba de los ensayos, pero se iba por la tangente y terminaba en cosas sin sentido como el perro que vio en la calle.

Al final de cada visita, Kaori parecía sentirse más agotada que si hubiera corrido una maratón. Quizás por lo molestos que eran esos cuatro ídols, o quizás...por los pequeños detalles que notaba en ellos y hacían que su corazón se calentará.

El director Saotome también la visito una vez, para coordinar vestuario, ensayos, fue el día más productivo que tuvo, aunque no duró mucho tiempo, sabía que el primer concierto del nuevo disco sería un éxito. Todo iba en orden, nada podía salir mal...nada podría...

—No. - la voz de la Doctora había traspasado sus esperanzas como un puñal, sin contemplaciones.

Kaori respiro profundo.

—He estado siguiendo tus instrucciones al pie de la letra, llevo una semana sin salir siquiera al pasillo, descansando. Deje que me hicieran todos los exámenes que querían una y otra vez...estoy bien. Voy a ir.

La bruja entrecerró los ojos y el duelo de miradas dio inicio, pasaron unos largos segundos antes de que el enfermero ingresará con lo últimos resultados y ambas de vieron forzados a apartarla.

La mano de la Doctora se extendió para tomar la carpeta, pero Kaori se la arrebato de las manos al rubio antes de que llegaran a manos de la contraria. Aprovecho de leerlos antes de que la misma se los quitará.

—Todas las variantes estables, puedo salir.

—Salir al jardín, al estudio o al parque de la esquina. ¿Acaso no te entra en la cabeza que las emociones fuertes son las que te llevaron a este lugar?

—No voy a...

—Conglomeracion de personas- interrumpió la doctora. – Ruidos fuertes, calor, comida procesada, aire libre con posibilidad de lluvia ¿Realmente crees que puedes ir sola a ese lugar?

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2022 ⏰

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