Capitulo IV: Pásado Trágico

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El silencio reinaba en la pequeña habitación de hospital, solo el leve sonido del lápiz contra la libreta donde la doctora tomaba apuntes de los signos vitales de aquella joven que en menos de 8 horas había puesto su mundo de cabeza, gracias a cuatro simples cantantes conocidos como Quater Night. El Señor Saotome se había deshecho de su guitarra y ahora solo sonreía de forma suave.

-Me has causado mucho problemas últimamente, pequeña Kaori. Esta es la quinta vez que te escapas en el mes.

-Le agradezco todo lo que ha echo por mí, pero no puedo trabajar en un lugar como este y con tanta gente a mi alrededor

susurro, a diferencia de la actitud usual de la azabache, frente a aquel poderoso productor era apenas una niña que le debía más de lo que muchos en la sala sabían.

-Esperen, esto no tiene sentido alguno. ¿Por qué una simple paciente conocería al director Saotome? No tienen el mismo apellido y no hay nada en común

Salto Ai, se había pasado desde la aparición del director pensando en aquellas palabras. "Destinos unidos" ¿cómo podían estar ellos unidos a alguien como esa mujer tan extraña y emocional? Pero el director no cambiaba su pose, al parecer se entretendría con aquel juego de incógnitas.

-permíteme llenar tu pequeña curiosidad, Ai. Yo financió todos los gastos médicos que se lleva la señorita Hiyama. No es mi pariente, pero me beneficio mucho de sus dotes artísticos.

-¿dotes artísticos?

La pregunta la soltó Camus, su ceja alzada y la ironía en su voz remarcaban el hecho de que no creía ni un poco que aquella mujer pudiera servir de algo.

-oh, creo que no me corresponde a mi contarles esta historia. Si no a la pequeña Kaori, después de todo es su vida...

Las cuatro miradas cayeron sobre la mujer que parecía perdida en su mundo. Al notarlo miro de reojo a Saotome. ¿En qué clase de trampa estaba metiéndose? El tiempo parecía correr tan lento y denso como el hielo. Kaori se puso de pie, y el ambiente se podría cortar con cuchillo, pero no le importo. Nunca le importaba, ella era fuerte. Camino con pasos lentos hasta la única vista del mundo, la ventana donde el atardecer se perdía en pequeñas montañas y la luna comenzaba a empapar la ciudad con su luz. Kaori se recostó del marco de la ventana. Y entonces, como si fuera algo mecánico, que tratará de ver como una historia mas que como un recuerdo, comenzó a contar.

-conocí al señor Saotome hace mucho tiempo...cuando yo también le llamaba director. Estudie en la academia de Idols hace mucho años, ya no recuerdo ni cuantos- menciono lo ultimo con una amarga sonrisa. -Me gradué con honores, y estaba ansiosa por comenzar mi carrera de idol en el mundo exterior. Pronto conseguí que mis canciones atraparan a una productora, y yo misma me dispuse a ser quien las cantara...podía decirse que iba de maravilla.

La mirada de Kaori de pronto pareció entrar en un transe, apretó los puños y el ceño se frunció, aunque no para nadie mas que ella misma.

-Y llego el día del concierto de presentación, todo el trabajo echo, todo estaba listo. Había trabajado tan duro... Todos se habían esforzado. Y yo los decepcione...cuando entre a escena, comencé a cantar, y en mitad del concierto...el calor, la emoción, todo se puso negro de golpe y cuando recupere la conciencia, estaba en el hospital...escuchando que ese seria mi primer y ultimo concierto.

La voz pareció temblar y la brisa que daba la ventana ondeo el cabello de aquella mujer, era el consuelo del cielo.

-¿c...cómo van a botarte por un mal concierto?

Soltó Reiji, los ojos grises habían captado los ojos tristes de esa mujer, y no deseaba verla de esa forma, nadie merecía estar así de mal.

-Fue mas que eso, joven. La señorita Hiyama sufre de una anomalía en su sistema. La adrenalina y emociones fuertes provocan en ella una baja de defensas y de su sistema en general. Es una enfermedad extraña que atribuimos a los grandes esfuerzos que hizo, dejando de lado su alimentación y sueño, para luego exponerse al calor de las luces y el esfuerzo físico de una coreografía. El sistema colapso, y de una u otra manera no pudo recuperarse.

La doctora había terminado de anotar, y el enfermero estaba arreglando la cama de hospital, el parecía no muy contento con aquello, tanto como la propia Kaori, la doctora suspiro y la observo.

-asumo ya estas estable, procura permanecer aquí al menos dos días. Señor Saotome, jóvenes.

La doctora hizo una leve reverencia y luego desapareció por la puerta. Seguida del enfermero que hizo una leve reverencia y luego dio una ultima mirada a la chica perdida en sus recuerdos, antes de desaparecer por la puerta. Los Q.N parecían por igual absortos. Así que Saotome decidió terminar de empatar los hilos.

-Conocía de antes el trabajo musical de Kaori, y también sabía que ella no tenía los recursos para pagarse todo el tratamiento necesario para mantenerse estable. Así que le ofrecí un trato... Ella escribiría para mí, yo daría sus canciones a bandas jóvenes y el dinero iría a su cuenta de hospital.

Aquello pareció encajar cada pieza en su sitio, la bombilla brillo primero en Ai, luego en Camus, Ranmaru y finalmente Reiji.

-tu...escribiste "Poisson Kiss"

Dijo Ai, la azabache solo asintió, no los había mirado ni una sola vez desde que comenzó aquella incomoda historia.

-Dijiste que no era merecedores de ella, es porque tu la escribiste

Finalizo Ranmaru, quien chasqueo la lengua y se acercó a ella, el no era de silencio, de compadecerse de otros. Así que hizo todo como una estrella de rock. A su manera. La tomo del antebrazo y la giro a él bruscamente mientras sus ojos bicolores, y nada agradables, escrutaban la mirada ajena.

-Bien, pasaste momentos desagradables, mal por ti, pero ese no es motivo para que te encierres y entregues tu música a cuanto desconocido pague por ella...maldita sea tu música es buena, tiene sentimiento, nos unió para este circo que queremos llamar banda, y no podríamos estar completos sin ti...así que deja de lamentarte, no somos perfectos y tu eres menos que perfecta, pero nos complementamos...

Los ojos de Kaori estaban anonadados, aquel sujeto que apenas y le había dirigido la palabra ahora golpeaba su alma con ellas. Por un momento los ojos azulados creyeron haber visto una petición en los contrarios.

-deja que nosotros seamos tu voz, Kao-chan. Prometemos hacernos dignos de representar tus valiosas palabras

Escucho decir a Reiji.

-nos guste o no, eres la clave de nuestro éxito. Triunfaremos si tenemos a la mejor con nosotros y ciertamente existe una...anomalía en nosotros que nos une como banda.

Murmuro Ai, sin saber que era esa extraña necesidad de tenerla cerca, escucharla y luego cantarle a los demás lo que decía.

-Sin contar que nos lo debes

Finalizo Camus, los ojos de Kaori recorrieron el lugar y luego regresaron a donde Ranmaru la sujetaba.

-Se les acaba el tiempo, Señorita Hiyama, estoy de acuerdo a traspasar sus derechos a Quater Night. Pero si no da una respuesta ellos se disuelven y tu, vuelves a ser propiedad pública

Soltó el directo antes de comenzar - a cantar "los esqueletos salen de su tumba" y salir del cuarto, dejándolos a ellos 4, estaba mareada, la adrenalina subía pero no quería desmayarse de nuevo, no en ese momento donde tenía que responder. No los conocía, no confiaba en ellos pero no negaba que pasaba algo en su interior cada que los veía. Finalmente la joven suspiro.

-dudo que pueda vivir conmigo si les digo que no. Ustedes ganan, seré su compositora

-¡esta dicho!

Grito el director entrando de nuevo al patear la puerta y reír, al parecer no planeaba irse de forma convencional, corrió y salto por la ventana para caer en un trampolín que le esperaba abajo.

-¡oficialmente ha nacido Quater Night! Nos veremos cuando tengan sus primera 3 canciones jajajajaja

reboto y cayo dentro de una limosina con el parasol abierto, la misma arranco, y Kaori solo lanzó una media sonrisa. A partir de ahora empezaría un camino para ellos. Se había enlazado a 4 hombres que no conocía del todo, esperaba haber tomado la decisión correcta. Y ya vería eso.

-Supongo que ahora es formal...soy Kaori Hiyama, un gusto ser su compositora

Dijo a los 4 que solo sonrieron, cada uno a su estilo. Dejando que la dulce noche se llevará el tiempo hasta que se volvieran a ver.

La Música De Quartet NigthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora