Capitulo VII: Simulando un romance (I)

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—Basta...— dijo Kaori. La música se detuvo y los cuatro integrantes de Quartet Nigth se detuvieron sus melodiosas voces para mirar al cristal del otro lado del cuarto de grabación. Kaori parecía cansada y decepcionada. Era la quinta vez que detenía el ensayo ese día.

—¿Ahora qué?— apresuró Camus, con fastidio. Su mirada de hielo fulminaba a su compositora.

Kaori entró al cuarto con la partitura en mano y la ceja alzada.

—Mikaze, por milésima vez...¿puedes hacerlo bien?

Ai, manteniendo su frialdad natural y su indiferencia, se limitó a observarla como si nada.

—Mi voz está en el tono correcto y seguí tu letra

—¡Exacto! Eres el estribillo...tienes la parte más apasionante de la canción. Literalmente cantas sobre la locura de una aventura amorosa...y no me estás expresando nada

—Mi técnica es correcta, no entiendo tu punto

Kaori lanzó un suspiro de frustración. Ranmaru y Camus torcieron los ojos mientras Reiji hacía lo posible por sonreír y mediar.
—Creo que Kao quiere que le pongas emoción a tu voz, Ai

—No puedo poner algo que no tengo

Eso pareció derramar el vaso de paciencia de la compositora. Quien se abrió paso entre los hombres para hallarse frente a frente con el peliazul.

—Un idol sin emociones es lo mismo que un fracaso. Así que te recomiendo que las encuentres, o dejes este negocio

Los ojos del chico se fijaron en ella ¿qué le estaba insinuando? Ai Mikaze se había esforzado toda su vida profesional para evitar fallos. Las emociones ocasionaban fallos. Y ahora ella...esa chica que reflejaba demasiadas emociones venía a refutarlo.

—Se acabo por hoy, váyanse a casa...ya se les escribirá cuando haya otra grabación

—Tsick, que perdida de tiempo

El conde se retiró de inmediato, seguido de Ranmaru, quien no pudo evitar sonreír. Kaori ya llevaba dos días seguidos trayendo su bufanda y no se la quitaba por nada del mundo. Al pasar por su lado se inclinó hacia su oído.

—No está bien ocultar mi regalo- susurro a este. La compositora se estremeció, viendo como se retiraba el peliplateado a tiempo que ella tocaba la marca por sobre la tela, una marca que le había dejado en su último encuentro a solas. No habían tenido problemas desde entonces pero tampoco se atrevía a hablarle muy fuerte.

—Ten algo de paciencia con él, Kao-chan- le pidió Reiji, sacándola de su ensoñación. Ella hizo un gesto pero le bastó al castaño para sonreírle e irse.

Ai estaba recogiendo sus cosas, pensativo. Observaba de reojo a la chica.

—Si lo que dices es cierto... Soy el elemento débil de esta banda

—Probablemente- respondió ella

—Bien, entonces lo más lógico es que abandone este proyecto...

El matiz de voz del peliazul cambio, a tal punto que hizo que Kaori bajara la guardia. Un suspiro, se pasó la mano por el cabello, las cosas no estaban siendo fáciles.

—Mira, sé que no es a lo que te acostumbraste, pero una canción sin sentimientos no llegará nunca al corazón de sus fanáticas

—Me funcionaba estando solo

—Ya no serás tú únicamente, habrá otros tres focos. Se fijarán en ellos también y tú quedarás rezagado... Se notara y la banda perderá prestigio

Ai meditó las palabras de la azabache. Kaori parecía más interesada en su cuaderno que en el problema. No le gustaba no tener su atención y no entendía porque.

—¿qué sugieres? Ya que te jactas de experiencia

—Cuando cantes recuerda algún momento romántico o algo parecido, sacara la emoción que hay en ti y mejoraras

—Denegado, no he tenido nunca una experiencia que me permita ese estado

—Tienes que estar bromeando... ¿Nunca has tenido pareja?

—No...

—¿Alguna admiradora con la que hayas tenido una cita? ¿Amor de la infancia?

—Mis agentes evitaron eso y no tuve infancia...

Ya comenzaba a entender la mente del chico. Nada de emociones y encajonado. No le sorprendía su problema de emociones. Hasta cierto punto se sentía identificada con esa sensación, donde estar atrapado en cuatro paredes te hacía inconsciente del mundo exterior. Lo único era que la solución a eso iba a ser algo desagradable hasta cierto punto.

—Entonces solucionemos eso, tengamos una cita

Ai alzó una ceja, no reaccionó con desagrado o alegría. Era humillante de por sí ser ella quien invitara pero ese tipo de respuesta era peor.

—¿con qué fin? No hay atracción entre nosotros

—No es necesario, será una simulación real. Tendremos un día como si fuéramos pareja y entenderás un poco. Con eso bastará para que mejores esa monotonía al cantar

Ai pensó, medito y la observo. Kaori notó esos ojos evaluadores e indiferentes. Hacía sentir que su idea era la peor estupidez del mundo y eso la hizo ruborizar. Por eso mismo no vio la sorpresa en los ojos de Ai.

—Este sábado ¿te parece?

Ella se sorprendió. Esta vez era Ai el que miraba a otra parte. Creyó que era por lastima que lo aceptaba, pero si cumplía al propósito de ayudarlo, ocasionando que la banda mejorará, lo haría.

—Bien, planeare el día

—Perfecto, te buscaré en el hospital temprano

—De acuerdo...

Kaori dio por finalizado el acto,  comenzó a recoger lo que faltaba. Ai no sabe que se apoderó de él, quizás detallar a esa criatura tan emocional e inestable, pero se acercó por sorpresa y le plantó un beso en la mejilla.

La azabache mostró sorpresa, cuando se giró para verlo, solo noto su espalda al abandonar la sala. Toco el lugar del beso, extrañada y ruborizada.

¿Qué le depararía a esta falsa pareja el sábado? A tres días del evento...Kaori no tendría mucho tiempo para prepararse psicológicamente.

//Nota de la autora//
Lamento mucho la tardanza con la actualización de los capítulos. Ahora que he terminado la universidad prometo dedicarle más tiempo a esta y a futuras historias que estaré subiendo.

Espero les guste, estoy atenta a sus opiniones. Nos leemos pronto para saber la conclusión de esta historia~.

La Música De Quartet NigthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora