Conversations In The Dark ━━ Marcus Baker

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C A P Í T U L O

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Xander se encontraba a metros de distancia de su prima, por detrás de una pared, intentando no ser notado por ella. Aunque el simple hecho de que ella lo notara era casi imposible dado por su alta capacidad de volverse ajena al mundo a su alrededor.

Igual, eso no quitaba el hecho de querer sentirse como un espía observando a su alegre prima que desprendía olor y aura a euphoria.

La observaba sacar y meter libros en su casillero mientras observaba su calendario, lo habían cambiado hace poco. Y notaba como Abril sonreía aleatoriamente por momentos cortos antes de soltar una risa y volverse a concentrar en lo que estaba.

No fue hasta que Xander notó que su prima estaba cerrando su mochila que se acercó habilidosamente hacia ella.

—Prima —saludó cerrándole el casillero de un solo golpe, asustándola—. Un gusto verte, "prende los audífonos, ¿quieres?".

Abril volvió a reír quedito y escabullo una mano tras su oreja siguiendo el pedido de su primo.

—¿Sucede algo?

—Sí.

—¿El qué?

—Estás muy alegre. Demasiado diría yo.

—Y...¿eso es malo?

—No, pero dime una cosa — se pasa una mano por su corto cabello y pasa a tomar apoyo contra la pared de casillero. Estorbándole a un chico que estaba sacando sus libros—. ¿Qué tal pasaste esa noche de halloween con tu novio menor?

—Marcus no es menor.

—Lo es, Abril. Ahora deja de dar excusas y responde...¿estuvo linda tu estadía?

—Yo...

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Abril estaba estirada en la cama del castaño descansando plácidamente hasta que sintió que le estaban moviendo, forzándola a abrir los ojos y encontrarse a un marcus con un pantalón flojo colgando de su cadera.

Parecía estar bien concentrado en ser sutil y silencioso. Lo notó abrir un paquete de lo que parecían ser toallitas húmedas.

—¿Qué haces? —le preguntó suavemente, cambiando su posición de lado a una boca arriba y doblando una pierna llevando su ardilla del lado contrario cubriendo su expuesta intimidad.

Marcus elevó la vista unos segundo antes de volver en lo que estaba y le respondió:

—Me dormí, Abril—suspiró con un aire de tristeza—. Me dormí y no te dí el cuidado que merecías, que mereces.

—¿De qué hablas, amor?

—¿Sabes cuántas infecciones te pudo haber dado por no limpiarte después de lo que hicimos? Muchas, demasiadas.

—Marcus...—estiró su mano queriendo atraerlo hacia ella.

—No, voy a ser el buen novio que mereces y te voy a limpiar..como se debe...—asintió confiado de sí mismo—. Yo puedo.

—Tú puedes —concordó—. Pero no te estreses, no es como si seamos unos dioses de...lo que sea como se le llame a lo que hicimos.

—Tus padres sabrían.