NUEVE

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Mamá aún está casada con papá, pero solo legalmente.

Todo comenzó hace varios años, quizás el mismo donde ocurrió toda aquella catástrofe. Mamá comenzó a actuar diferente, llegaba cada vez más tarde y se arreglaba más de lo común.

Eventualmente crecí y comencé a darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Mamá tenía un amante y a papá parecía no importarle mucho.

Mamá salía mucho con la madre de Matt a discotecas, bares e incluso una vez se fueron dos semanas a Europa juntas. Nadie tenía el valor de reprocharles nada. Mamá siempre ha sido independiente económicamente y nunca ha necesitado de mi padre para nada material. Mi padre no parecía enojado ni molesto por todo lo que hacia mi mamá, parecía que a la única que le molestaba, era a mí.

Mamá siguió así, sin embargo aún era una madre presente. Me llevaba al centro comercial, me compraba libros todas las semanas, arreglábamos la casa para navidad juntas... hasta que la madre de Matt murió.

Desde su funeral ella se alejó de nosotros y aunque técnicamente aún vive en nuestra casa, a veces pasan días sin que llegue y al principio me preocupaba pero cuando ella misma desviaba mis llamadas o apaga el teléfono, dejé de buscarla cuando no aparecía.

Después de la muerte de la madre de Matt, ya no había muchas razones para seguir viéndonos. Mamá nunca más me llevó a la casa de Matt ni preguntó si quería, a pesar que la respuesta iba a ser que no. Matt y yo nos alejamos completamente y pensé que eso también involucraba a nuestras familias.

Nunca pensé que Matt diría algo así.

¿Mi mamá? —Casi me ahogo con mis palabras. Curiosamente la última vez que hable con ella fue como hace dos semanas y solo fue para decirme que me depositó mil dólares en mi tarjeta de débito.

Matt asiente, con una expresión diferente. No lo sé, es como si alguien hubiera regresado el tiempo y este fuera el Matt de once años que me dijo que su perrita estaba enferma y que tenía mucho miedo que se muriera. Si murió al final por una bacteria en el estómago.

—Ella... fue ayer... me pidió que...

Matt no sabe cómo decir lo que sea que tenga que decir. Parte de mi sabe que lo que está a punto de salir por su boca, puede dañarme así que no quiero escucharlo.

Él ve hacia el cielo, buscando ayuda divina. —Escucha... yo sé que no nos llevamos bien pero... en la enfermería tú me ayudaste, me dijeron que tú me encontraste inconsciente y corriste a llamar a la enfermera... gracias.

Se desvió del tema pero no le respondo nada, necesito que diga lo que realmente quiere decir.

—Sé que no somos amigos y probablemente no lo seamos nunca más pero si quieres... si necesitas ayuda en algo después de lo que te voy a decir, puedes venir a mí. No te hare... no te voy a negar que lo hagas.

—Matt solo dilo. —Estoy desesperada.

Él asiente, toma aire y lo suelta. —Tu mamá me llamó porque quiere que te cuide, aunque no me dijo que te dijera esto. Ella me llamó y dijo que había visto a tu padre con otra mujer en un restaurante... quiere pedirle el divorcio y quiere que te cuide porque ella me dijo qué tu antes quisiste suicidarte.

La voz de Matt se va apagando como intentando que sus palabras no se escuchen.

Me congelo. Estoy procesando tantas cosas al mismo tiempo. Mi mente da vueltas.

Mi padre está engañando a su esposa ausente, eso no me sorprende. Ya lo había sospechado hace varios meses atrás cuando papá se encerraba en su oficina para hablar con un contacto registrado como "Junta de negocios"

UN CASO PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora