Capítulo 12

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Oficialmente se terminó la fiesta de mi pequeño y todos los invitados ya se habían ido

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Oficialmente se terminó la fiesta de mi pequeño y todos los invitados ya se habían ido.

Suspiro una vez que me dejo caer en la cama, riéndome como estúpido al recordar como Kageyama y Hinata los encontré besándose en la cocina -seguro mañana culpando al alcohol-. Pero, claro, ellos son tan heterosexuales como "z" de aguacate. Pero eso es otra historia, ahora lo que tengo en mente es dormir y despertar mañana hasta después de medio día.

O quizá no...

Me siento en la cama una vez veo como Yams se queda en la puerta de la habitación, al parecer, sin intenciones de entrar.

—¿Qué pasa, pequeño?

—Y-yo... —balbucea un poco, jugando con su camisa de dormir y siempre mirando hacia abajo—. ¿Quieres que te muestre mi baile?

—¿Tú quieres bailar para mí? —pregunto para molestarlo, viendo su rostro sonrojado y tímido—. Está bien, quiero verlo.

Tadashi levanta la mirada y la conecta con la mía, con sus ojos siempre brillando. Camina hacia el espacio vacío de la habitación -que es enfrente de la cama-, dándome la espalda y poniendo la canción en su teléfono. Comienza con ligeros movimientos de codera y de brazos, pasando las manos por su cuerpo, como la última vez.

Da la vuelta, que, con los ojos cerrados, disfruta de la música y se deja llevar. Y de un momento a otro, su voz sale junto con la canción, siendo un canto como un susurro al oído, solo con la diferencia que estaba a un metro de mí, dejándome con las ganas de tocarlo.

Mi aliento, mi mirada y mis sensaciones se las lleva él con cada movimiento que hace. Él es tan... caótico, que me hace pensar si verdaderamente ese es mi novio. Simplemente algo muy nuevo para mí; verlo de esta forma es como si me mostrara una nueva manera de él, una la cual no conocía. Porque claramente este baile y el anterior, son completamente distintos.

No puedo apartar la mirada. Y puede que tenga una cara de bobo y quizá un poco de baba escurrida, pero en verdad, que lo que pasa frente a mis ojos es tan... sexy, que me quita el aliento.

Y me toma por sorpresa cuando sus manos juegan con su camisa -la cual solo le cubre hasta el inicio de su pantalón de chándal negro-, levanta ligeramente su camisa, dejándome ver un poco de su abdomen. Y aunque la ropa no era de lo más caliente, puedo jurar que con sus movimientos me basta.

—Wow —no puedo evitar jadear, tragando en el acto la saliva de mi boca.

El susurro de su voz aún por lo bajo y sus movimientos lentos realmente hacen que mi respiración se agite. Es que... ¡Dios! Estoy sin palabras.

Y como si no fuera suficiente el jugar con su camisa, ahora se arrodilla, haciendo los movimientos de cabeza y brazos, para lentamente ir gateando hacia mí, aún con sus ojos cerrados. Trago en seco, sintiendo mi corazón ponerse como un jodido loco. Y después, como si quisiera que muriera de un paro cardíaco, pone sus dos manos en mi pierna y la canción acaba, pero no sin antes de que Tadashi colocara su rostro en el interior de mi muslo.

Inocente | tsukkiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora