Extra 1

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Un Tadashi inocente y tonto fue lo que conoció Kei en su juventud -hace casi ocho años-, pero lo que tiene en frente ahora mismo, no es nada de lo que una vez fue el menor

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Un Tadashi inocente y tonto fue lo que conoció Kei en su juventud -hace casi ocho años-, pero lo que tiene en frente ahora mismo, no es nada de lo que una vez fue el menor. Nada.

—¡Ah~, Tsukki! —chilla Tadashi, con su saliva escurriendo por su mentón.

Tadashi brinca con más fuerza, penetrándose más rápido; se deshace entre gemidos y lloriqueos, con su pecho bailando de arriba hacia bajo y su trasero soltando sobre la polla de su novio.

Kei sonríe y se siente un total pervertido al sentirse satisfecho con la imagen que le da el pecoso. Pero no le importa, que se jodan las personas que piensen que eso es enfermo, porque para Kei y Tadashi esto es más que excitante.

Tadashi está montándolo, utilizando su falda negra preferida para la hora de follar con Kei; es lo suficientemente corta para mostrar sus muslos y los suficientemente floja para que no le moleste a la hora de penetrarse con la majestuosa polla de Kei. ¡Es perfecta!

—B-bebé... creo que es suficiente castigo, por favor déjame tocarte —Kei escupe esas palabras con su respiración entrecortada, con sus manos hechas puños a sus costados y solo sintiendo como el ano de su novio lo devora.

Tadashi para por completo sus saltos y toma uno minuto para recuperar el aliento. Ve a su novio debajo suyo, con el ceño fruncido y viéndolo fijamente. Tadashi le sonríe de manera tierna y acaricia los brazos del rubio con la punta de sus dedos, sintiendo bajo su tacto las venas marcadas. ¡Carajo! Ahora está más excitado.

Kei también toma un suspiro antes de volver al volcán de sensaciones que le provoca su novio, esperando pacientemente por una respuesta de su lindo conejito; aunque sabe que lo más probable sea un no, él espera que Tadashi no sea tan malo y acepte su petición.

Tadashi deja de sonreír y se lame los labios, pasa sus manos hasta el pecho del rubio, yéndose lentamente hacia delante hasta dejar su rostro frente al del rubio. Kei gime cerca de los labios del pecoso cuando éste se acomodó sobre él, dejando solo la punta de su polla adentro.

—No —es la respuesta que le da, dejando un piquito sobre los finos labios de Kei.

Kei bufa, con intenciones de contradecir, pero pronto sus ojos se cierran y sus dientes se aprietan cuando Tadashi comienza con movimientos circulares; lentos y deliciosos.

Oh, rayos, comenzamos de nuevo.

Tadashi sonríe ante el rostro de su novio; con el ceño fruncido, mordiéndose el labio y soltando jadeos que chocan con su rostro.

—Mierda.

Kei no puede evitar maldecir cuando siente que Tadashi combina sus movimientos circulares con movimientos de adelante hacia atrás, todo de manera muy, muy lenta. ¡Esto ya no era solo un castigo sino una completa tortura!

Tadashi ríe bajito, escuchando las otras maldiciones que lanzan aquellos labios rosados. Le encanta de sobremanera cuando Kei dice malas palabras, eso lo calienta muchísimo más y solo lo provoca a que lo bese como si su vida dependiera de ello. Que, sin pensarlo mucho, Tadashi toma desprevenido a Kei, besándolo y tomando su aliento.

Inocente | tsukkiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora