Dos almas unidas|Tokyo Revenger

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🌸Un "hola" inesperado🌸

Un día soleado como cual quiera otro. Maisu estaba tumbada en su cama mirando la nada. Perdida en sus pensamientos. Las clases ya habían terminado y estaba de vacaciones ¿Que podía hacer? Al final, tras unos minutos decidió salir a dar un paseo. Se levanto de la cama y observo su habitación. Encima de su mesa de trabajo la cual es de un color grisáceo estaba su móvil. Una vez lo cogió se fijo que la foto que había ahí ya estaba polvorienta. En ella, estaban dos niñas sonriendo sosteniendo un gato callejero. Una de ellas, que tenia el pelo blanco era la que más sonreía. 

Maisu da un suspiro pesado y saca la foto del marco para después tirarla a la basura. 

-Ya tengo mucho con tenerte en mi mente- Dice para si misma y va hacia el armario para elegir que ropa ponerse.

Tras un rato decide ponerse una falda larga y negra,  una camisa blanca en la cual estaba escrito "ラブアンドピース" (amor y paz) y una trenza en su pelo largo y negro. Al final se vio en el espejo y con una sonrisa de satisfacción al final sale de su habitación. 

Mientras bajaba las escaleras escucha una voz que venia del salón -Hija, ¿vas a salir? A las 00:00 te quiero en casa si vas de fiesta- 

-Mama, solo es un paseo- Tras eso se calza y abre la puerta -Nos vemos- Sale de su casa.

Hacía calor pero con ligera brisa. Aún no sabía muy bien porque salio. Pero era mejor que estar en casa. Tras un rato de caminar sin destino alguno decidió ir al parque infantil de su infancia. Al final de cuentas, no estaba lejos de su casa. 

Mientras caminaba recordaba momentos con esa peliblanca de la foto. Recordó muchas cosas felices pero también cuando se pelearon. Sin darse cuenta ya había llego al sitio. 

-El parque cambio mucho- Suspira y se va a un banco.

Una vez sentada encima del banco ve a varios niños jugar. Sus risas le calentaban el alma y la hacían sonreír un poco. Eran tan inocentes. Al igual que ella antes de formar parte de una de las tres grandes pandillas. Desde que el momento en el cual entro al mundo pandillero su vida dio un giro muy grande. Maisu nunca esperaba tener que participar en peleas o portar un uniforme francamente incomodo.

-No esperaba verte por aquí- Una voz alegre y energética distraía a Maisu.

La pelinegra gira su cabeza hacia la derecha y ve primero pelo blanco y después unos ojos azules. Esta suspira y con un notorio disgusto -Vaya..¿se te perdió algo?-

-¿Así vas a tratarme después de años sin verme?- Le responde ofendida la peliblanca.

Da un suspiro profundo y gira su cabeza para seguir mirando el parque -Que yo recuerdo, la ultima vez que nos vimos, deseaste nunca más verme Senju- Después bosteza y en un tono burlesco le dice -Dijiste algo así, "Ojala nunca más verte, te odio"- 

Senju un poco molesta responde mirando a la Maisu -¿No podemos tener una conversación como gente civilizada o sigues siendo igual de terca?-

-¿Terca? Escucha, ya dije todo lo que tenia que decirte. Ahora vete antes de que te de un golpe en tu redonda cara de puta- Era un tono de voz molesto y enfadado. 

Senju se levanta y antes de irse gira para ver una vez más a su amiga -En verdad, sabes que lo de ese día fue tu culpa-

Al terminar de decir esa frase, Maisu se levanto de golpe y se acerco a Senju y darle un puñetazo en su cara el cual seria detenido por Senju. La peliblanca estaba sosteniendo el puño de Maisu y esta, usando su otra mano le quiso pegar pero también seria detenido.

-Te noto más fuerte, pero no estas a mi altura- Le dice la albina y la empuja hacia atrás.

-No me hagas reír, no se puede ser más enana que tu- Tras lo cual vuelve a ir corriendo contra Senju dirigiendo un puñetazo hacía su cara el cual fue fácilmente detenido pero gracias a esa distracción le pudo dar otro en el estomago.

Senju se alejo por el golpe y la miro a los ojos marones de la pelinegra. Los ojos de la peliblanca eran una mezcla de confusión y de emoción -Así que te hiciste más fuerte, me vendrías bien a mi pandilla como la que limpia el desastre que hago-

-No tengo tiempo que perder contigo- Tras pronunciar esas palabras la pelinegra se iba cuando le cae una gota. Después otra y después otra. Así que se detendría y se pondría debajo de un árbol para no mojarse.

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