Luego de la Campaña al sol, Wei Wuxian esta herido de gravedad, Xue Yang se encarga de cuidarlo.
Durante tres años disfruta de tranquilidad pero Wei no puede vivir en el exilio, necesita volver.
Un encuentro no previsto con un Jade y termina esp...
Xichen no podía con la ansiedad que sentía, a las cinco de la mañana ya vestido y listo para comenzar el día se encontraba golpeando la puerta del Jingshi de Lan Wanji.
-Hermano- dijo Wanji un poco extrañado
-Tenemos que hablar Wanji- dijo Lan Xichen y dio media vuelta.
Unos momentos más tarde se encontraban ambos frente a dos tazas de té que solo Xichen había degustado, Wanji se encontraba estático en su lugar.
-Te daré la ubicación pero prométeme que medirás tus palabras y serás cuidadoso en tus acciones. Recuerda que aunque el Joven Wei es hombre recientemente ha sido madre por lo que sus emociones aún están a flor de piel- sentencio Xichen con el semblante serio.
-Lo prometo hermano- expreso Wanji mirando fijamente a su hermano.
-Yo hablare con Tío para darte tiempo y espacio, aprovéchalo bien- dijo Xichen mientras le entregaba un pequeño papel que al leerlo Wanji, se quemó.
-Gracias Hermano- dijo el segundo Jade mientras se levantaba de su asiento. Xichen asintió mientras bebía un poco más de té.
-¡¡A-Niang!! ¡¡Hermano rico está aquí!!- grito A-Yuan desde afuera y a Wuxian se le cayó el cuenco que sostenía en sus manos. Sabía que Xichen hablaría con Wanji pero no pensó que fuera tan rápido, aun no estaba preparado mentalmente para esto.
Se asomó a la puerta con cautela y allí frente a él se encontraba Lan Wanji con sus túnicas impecables y un niño abrazado a su pierna.
-A-Yuan ya te he dicho que no debes abrazarte de las piernas de las personas, ven aquí- dijo apartándolo y levantándolo en sus brazos. Hizo un asentimiento de cabeza y guió al Lan dentro de la cabaña, este lo siguió.
Lan Wanji sabía quién era el niño ya lo había conocido años antes cuando Wei había convivido con los Wen. Le había sorprendido cuando su hermano le contó que ahora era criado por Wei y aunque era de imaginarse, Wanji sabía que a este le gustaban los niños hasta a veces se comportaba como uno.
Sirvió un cuenco con comida para A-Yuan y el niño se sentó a comer. En la cuna descansaba A-Shen luego de tomar su biberón. El Jade estaba nervioso, él no era de las personas que comenzaban una conversación, además su hermano le había dicho que se expresara con cuidado.
-Yo... debo disculparme con Wei Ying- murmuro el Lan. Wuxian solo lo miraba, iba a esperar que el jade dijera todo lo que tenía que decir.
-Debí preguntar y debí confiar. Estaba muy enojado y molesto pero no odio a Wei Ying.- expreso el Lan mirando a Wei a los ojos.
-Yo amo a Wei Ying- dijo sin apartar su mirada. Wuxian sintió sofocarse allí, era mucho para él, aparto su vista y se levantó sin decir nada sobre esa declaración.
El Jade tampoco estaba muy cómodo, sus orejas rojas denotaban el sonrojo que su cara no. No daba crédito a lo que el mismo había dicho instantes antes pero sabía que era eso lo que el sentía, había sido muy directo pero no tenía una forma mejor de expresarse.
Wei insto a A-Yuan a que fuera a jugar afuera y fue hasta la cuna, levanto a su hijo y lo acerco a Wanji. Este lo miro antes de que el otro asintiera para que lo tomara.
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