Luego de la Campaña al sol, Wei Wuxian esta herido de gravedad, Xue Yang se encarga de cuidarlo.
Durante tres años disfruta de tranquilidad pero Wei no puede vivir en el exilio, necesita volver.
Un encuentro no previsto con un Jade y termina esp...
La invitación a Muelle de Loto fue enviada por Zewu-Jun, de alguna manera quería que ambos hermanos pudieran encontrarse y quizás acercarse un poco ya que ahora ambos tenían niños y por ellos era mejor que algunas cuestiones fueran solucionadas.
El habría querido en su momento ayudar al Líder Jiang con los asuntos del clan pero su tío delego en él el liderazgo de su clan respectivamente y las ideas que podría haber formado se desvanecieron en un abrir y cerrar de ojos. Sabía que Jiang Wanyin no lo tomaría muy bien pero al menos creía haber hecho lo correcto.
Aunque la ferocidad del Líder Jiang era indiscutible, la realidad marco que hasta un tempano de hielo puede derretirse con una brizna de sol.
Llego muy temprano a Gusu, una semana después de recibida la misiva del Líder Lan. Aun no entendía como su hermano había sobrevivido a la caída pero eso no era lo más importante en esos momentos. En el salón principal, Lan Qiren y Lan Xichen esperaban su llegada.
Luego de el te ceremonial, las conversaciones giraron en torno a los asuntos de los clanes. Dos horas más tarde era muy evidente que solo quedaba un tema a tratar que nadie quería empezar.
Han Guang-Jun apareció allí solo, hizo reverencia de saludo a las tres personas y tomo asiento frente al Líder Jiang.
-Líder Jiang, mi hermano ya le comento la situación. Le pido moderación- fue todo lo que expreso el Lan.
La rabia dentro de Jiang Cheng exploto. Se levantó rápidamente con Zidian chisporroteando en su puño cerrado. Xichen también se irguió colocándose delante de Jiang Cheng.
-¡¡¡¿Moderación?!!!!- grito Jiang Cheng.
-Líder Jiang, por favor. Esto tiene que llegar a su fin. Los niños no son culpables de las actitudes de los adultos. Ahora tiene sobrinos y el Maestro Wei también. Deje su odio de lado por unos momentos. ¿Desea seguir actuando así, apartándose de la poca familia que le queda?- expreso Xichen con voz calmada.
Zidian dejo de brillar, Jiang Cheng trago con fuerza mientras suspiro. Claro que todo eso no tenía sentido, pero él se encontraba muy enojado. Su orgullo lo manejaba y se sentía herido y traicionado. Claro que era más que importante saber que su hermano seguía con vida y necesitaba saber todo lo que había ocurrido pero no podía culpar a los demás por reaccionar así, después de todo Madam Yu había sembrado muy profundo las bases de su carácter en él y eso, a pesar de todo, lo había mantenido con vida después de la muerte de las personas que mas quería.
-Está bien- dijo rindiéndose mientras volvía a sentarse. Zewu-Jun hizo un asentimiento de cabeza y Lan Wanji salió. Minutos después entro acompañado de Wei Wuxian y los dos niños.
Jiang Cheng pensó estar preparado para aquello pero en realidad todo lo que había mentalizado quedo en el olvido. Era real, su hermano no había muerto.
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