Llegue a mi casillero lo más que pude. Cambie mis cuadernos, para los de la siguiente hora, y salí casi corriendo de ahí. Me había tardado demasiado, en el asuntito de Myles, que se me había olvidado, el examen de ciencias. Nunca me gustaba llegar tarde, y menos si iba sola. Mi mejor amiga estaba enferma, y no había asistido en toda una semana. Lo bueno de esto, es que era viernes. Y Jess había faltado toda la semana para "recuperarse" de su resfriado, y poder salir el viernes por la noche, a un nuevo club de adolescentes en el centro de la ciudad. Era lo único bueno, de ese maldito día. Por lo que lo demás, apestaba.
"Tarde de nuevo, señorita Nolet".
"Lo sé y lo siento. Pero tuve algunos problemas".
"Si, la escuela entera se enteró de su pelea con el señor Erlick".
"¿Toda?" Pregunte incrédula.
"En efecto. Ahora pase a por su examen, y póngase en su lugar".
Seguí las indicaciones de mi maestra de ciencias, y traté de concentrarme en las preguntas. Leía y releía palabra por palabra. Pero era imposible. Los labios de Myles , seguían impregnados en mi cuello. Como una herida reciente.
Y podía jurar, que sentía que ardían en mi cuello. Con el del iPad, observé mi cuello. Dos marcas rojas, una más arriba que la otra. ¡Maldito Myles! ¡¡Mil veces maldito!!. Lo odiaba. ¿Cómo podía atreverse a haber hecho eso? ¿Cómo pude haberlo permitido? Menuda idiota soy.
El timbre sonó, y solo llevaba 2 de 3 hojas contestadas. Todos salieron como animales mientras yo me quedaba ahí. "Me temo que tendrá que compartir la clase con los de 3A" Dijo la maestra haciendo que tenga que mirar . "Los 3A" Maldije en silencio. La clase de Myles. Suspire y rodé los ojos.
Al cabo de unos segundos, la clase de A, comenzó a entrar al salón. No mire a nadie y me concentre en el examen que estaba ante mis ojos. Me había calmado un poco, pero todo se desvaneció al escuchar su voz. Su risa. Una melodía para mis oídos.
Aunque me negase a admitirlo. Me apresuré a acabar el maldito examen.
"Hola gatita" Dijo cerca de mi oído. "En un orgullo saber que las marcas que traes en el cuello fueron hechas por mi".
"Estoy ocupada imbécil" Murmure.
"Ya veo, pero gatita...este es mi lugar" Lo mire algo nerviosa.
"También es mío".
"Si, pero esta es la clase de A, no la de B, tu hora a pasado gatita. Así que quiero mi asiento".
"¿No puedes sentarte en otra parte?".
"No" Sonrío "Dame si asiento, puedes sentarte en mis piernas si quieres".
"Es lo último que haría en la vida" Murmuré, le mire, y este acercó su cara hacia mi. Otra vez estábamos tan cerca. Y no evite mirarle los labios. Tan carnosos, tan rojo. ¡Dios!.
"Eso ya veremos, porque se que suplicaras, por estar bajo mi cuerpo. Porque te penetrare hasta el fondo" Cerré los ojos, y lance un suspiro "Porque entre en ti, gemirás mi nombre" Se acerco a mi oído "No sabes que duro me pones" Mordió el lóbulo de mi oreja delicadamente.
"Me das asco" Dije y me paré ahí tomando mi examen.
"Quédate ahí gatita, puedo sentarme atrás" Dijo sonriendo. Lo mire por unos segundos y después volví a sentarme. La maestra entró, y toda la clase A, le pusieron atención. Repartieron los exámenes, y después el silencio inundó el salón.
Al cabo de la pregunta 38, una bola de papel coto frente a mi. Suspire y la abrí "Tengo una buena vista de tu culo desde aquí gatita" Apreté mis labios nerviosa. ¿En verdad estaba mirando mi trasero?. ¡¡Claro!! Sin pensarlo, me sonroje, tome mi boli negro y escribí "¿Es una especie de cumplido? Déjame decirte que no funciona para nada" Lo tire hacia atrás, y escuche su risa, poniéndome los pelos de punta "Tomalo como quieras gatita, esos jeans se ajusta muy bien tu cuerpecito gatita. Por cierto tu piel es demasiado deliciosa(👆🏽)" Mi corazón latió muy rápido. Por un momento quise seguirle el juego, peor no lo haría. No caería tan bajo. No yo. Me apresure a terminar las dos preguntas. Termine el examen y me levanté, lo deje en el escritorio de la maestra, quién me miró sonriente.
"No te acostumbres a tardar tanto en los exámenes Briar. ¿Pasa algo?".
"¡No!, no pasa nada. Solo que tengo un poco de flojera".
"Duerme bien, no quiero que se vuelva a repetir. Anda por tus cosas" Sonreí y asentí. Me pare frente a mi asiento, y me agache para coger mi mochila. Myles me miraba sonriendo.
"Esa camisa se ajusta a tus pechos muy bien gatita" Susurro. Lo mire sin dar importancia, y comencé a guardar los lápices. Al terminar me levanté y gire. Sentí una nalgada y me gire bruscamente. Myles estaba viendo su examen, pero con una sonrisa perversa. Luego me las pagaría. Lo único que quería era salir de ese salón, donde prácticamente, me sentí asfixiada y acalorada. "Síndrome de excitación hacia una persona Briar" Dijo mi voz interior. Quizás tenía razón, pero solo la ignore.

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Sexo Secreto
RomanceMyles Erlick, él típico chico mujeriego que todas quiere, Briar Nolet, la típica chica con encantos aun no descubiertos. Dos polos opuestos. Ella lo odia, él la desea. Después de que Myles, le dice un par de insultos, ella no esta dispuesta ha volve...