CAPÍTULO 3

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Las demás clases pasaron más lentas. Contaba los segundos para poder salir, de esa maldita prisión, que hacia llamarse "escuela". Y para empeorarlo, seguía pensando en Myles. Siempre peleábamos, pero nada se comparaba con este día. Si, si me decía "cumplidos" pero nunca había ido al extremo de pegarme a su cuerpo, o querer besarme, ¡Nunca! Y era algo nuevo. Y además, así de fácil...me gustaba.

Me encantaba su nueva actitud y no podía mentir. Rogaba por qué no cambiara y siguiera con estos acercamientos.

El timbre de la última clase me saco de mis pensamientos. Suspiré aliviada, y guarde los cuadernos en mi mochila. Todos volvieron a salir como animales, haciendo que varios tiraran mis cuadernos. Les grite una tontería que solo yo entendí , y después me dispuse a recoger de nuevo todo y volver a meterlos en la mochila. "Tranquila Briar, todo mejorará esta noche" Me dije a mi misma, con una voz audible.

"¿La gatita entrará en acción?" Me quedé helada al escuchar su voz ronca, y aún más al verlo apoyado en una taquilla. ¡Dios! Por mí que me violara en ese instante. No se lo negaría.

"¿Me estas siguiendo?".

"Myles Erlick no sigue a las chicas, ellas lo siguen a el".

"Como sea" Cargue la mochila en mi espalda y me pare justo frente a él "Déjame pasar".

"¿Y si no quiero?".

"Me veré obligada a dejarte sin hijos" El soltó una carcajada.

"No creo que quieras eso. En un futuro debemos tenerlos" ¿Que había hecho? ¡Dios! ¡Había insinuado que tendríamos hijos!.

"Sueñas Erlick" Me cruce de brazos.

"Dilo de nuevo".

"¿El que?".

"Mi apellido".

"¿Por qué?".

"Es excitante".

"Me das asco" Suspiré y trate de salir, peor lo que gane es quedar acorralada contra una pared y el cuerpo de Myles.

"Me das asco" Suspiré y trate de salir, peor lo que gane es quedar acorralada contra una pared y el cuerpo de Myles

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"Si no me dejas, me veré obligada a denunciarte por acoso".

"¿Acoso?" Asentí "No seas estúpida gatita" Paso su nariz por la mía, y después rozo nuestros labios "Lo deseas".

"Si" Murmure, y él sonrió "En la tumba" Volví a subir mi rodilla, pero esta vez la detuvo y comenzó a acariciarla, hasta llegar a mi feminidad. Me tomo del pantalón pegándome a el. Lo mire a los ojos y con su otra mano tocó mi cuello. Emití un gemido.

"A sido lo más excitante" Sonríe "Esta posición la, Dios, la e deseado tanto".

"¿Qué?" Mi voz comenzaba a entre cortarse y mi pecho a agitarse, haciendo que mis pechos se pegaran al pecho de Myles "Ya...¿ya lo habías imaginado?".

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