Me gire desanimada y aun con lagrimas resbalando de mis ojos.
"Joaquín, ahora no" Murmure, apenas el no dijo nada mas. Solo se acerco a mi y me abrazo. Estaba tan débil, que lo único que necesitaba el era el calor y el apoyo de alguien. Y ese alguien era Joaquín, que en toda la semana en el cual Myles estaba ausente, se porto como todo un caballero conmigo.
Comencé a llorar en el abrazo. Y lo abrace fuerte, como si no quisiera dejarlo ir, y en realidad no quería. Porque el era un buen amigo.
"Tranquila Briar. Todo estará bien, lo prometo".
"¿Has visto como me trato?" Pregunte sin dejar de llorar.
"Si, es todo un hijo de puta".
"Joaquín, yo, yo... no merecía esto, no después de lo que paso entre nosotros. Me entregue a el, Joaquín... y mira, mira como me trata".
Mis lagrimas no paraban, era un llanto, que parecía no acabar nunca. Joaquín volvió a tomarme en sus brazos. Luego escuche la voz de Jessy, luego de varios segundos no la volví a escucharla, pero sentí como otros brazos me abrazaban demasiado fuerte. Ahora tenia a dos buenos amigos conmigo.
Jessy había traído consigo misma mis cosas, y a Noah, el cual después también me había estrechado en sus brazos diciéndome que Myles era un completo hijo de puta. No habíamos decidido entrar a clases, así que nos habíamos montado en el coche de Joaquín, y nos habíamos ido de pinta.
El día con los chicos había sido muy divertido, un poco. Porque cada cosa me recordaba a Myles, y me hacía romper en llanto. Así que había una batalla difícil para mis amigos.
Habíamos ido por mi BMW al estacionamiento de del instituto, y cada quien había tomado su coche, así que nos habíamos separado. Al llegar a casa, hable con mi madre que me ausentaría por una semana de clase. Ella había aceptado, sin tomarle mucha atención a lo que decía, ya que estaba en el teléfono. Mi padre estaba encerrado en su despacho, después de una pelea con mama. En fin, mi vida se estaba volviendo un completo asco.
La semana de "Mi ausencia", llamémoslo así había pasado lenta. Jessy me tenia al tanto de todo lo que pasaba en el bachillerato. Según lo que me decía, Myles entrenaba novia. Una rubia flacuchenta, de segundo grado, que acababa de entrar. Lo cual me dolía en el corazón, como si me hubiese clavado una espada. Noah se había peleado con Myles, por nuestra situación y se habían dejado de hablar. Y en la cafetería, en nuestra mesa se sentaban: Joaquín, Noah y Jessy.
Joaquín contaba que Noah y Jessy estaban muy cariñosos últimamente. Según él había con Joaquín, él había dicho que si le gustaba Jessy, pero que tenía miedo a no ser correspondido. También había dicho, que las porristas habían corrido todo el rumor sobre lo que había sucedido entre Myles y yo. Me dijo que el lunes había tenido una pequeña pelea de palabras con Myles y que habían tenido detención los dos.
En fin, era domingo por la noche cuando mis tres únicos amigos, habían ido a visitarme a mi casa, con pizzas y regalos.
"Me alegro de que estés mejor Briar" Me dijo Noah.
"Si, no mentiré. He estado llorando toda la santa semana, pero seguro que la herida sanara y será una...
"Cicatriz" Dijimos al unísono Joaquín y yo. Lo mire sorprendida, y sonriente "Si, eso" Asentí.
"Bien" Jessy miro a Noah, algo nervioso "Vamos por la coca-cola y la película. Ya volvemos".
"De acuerdo, no tarden tanto. Y Noah, cuida a esta colorada ¡Eh!" Dijo Joaquín, Noah asintió sonriendo y minutos después salieron de la casa.
"Me encanta tu sonrisa" Dijo Joaquín, mientras se hacia un espacio en el sillón.
"Gracias, nunca te lo había dicho, pero tu mirada me encanta".
"Gracias, señorita" Hizo una voz de Gay, lo cual me hizo reír. Luego tomo mi mano, lo que me hizo mirarlo "Bri... debo decirte algo" Suspire y asentí sonriendo "Yo es...
El teléfono comenzó a sonar, mire a Joaquín y el asintió. Me paré y conteste.
"¿Hola?" Pregunte pero nadie respondió, solo se escuchaba su respiración. "¿Hay alguien ahí?" Pregunte, y luego de esto, colgaron. Mire el identificador de llamadas y el número se me hacia conocido, rápido cogí el móvil y busqué el número de Myles. Me estremecí al ver que era el mismo número, y nuevamente las ganas de llorar se apoderaron. Mis manos comenzaron a temblar ¿Le devolvía la llamada? "Devuélvela Briar, ¿Para algo te llamo no?" Me estremecí, y comencé a teclear los números de vuelta.
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Sexo Secreto
RomansMyles Erlick, él típico chico mujeriego que todas quiere, Briar Nolet, la típica chica con encantos aun no descubiertos. Dos polos opuestos. Ella lo odia, él la desea. Después de que Myles, le dice un par de insultos, ella no esta dispuesta ha volve...