CAPÍTULO 12

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Myles comenzó a dar pequeños besos en mi hombro, luego en el lóbulo de mi oreja, y por ultimo se detuvo en mi cuello. Comenzó leves mordiditas, y hacían cosquillas. Sus manos frotaron mis brazos y al ultimo se detuvieron en mis manos, entrelazo su mano izquierda con la mía, ya que la derecha estaba quebrada. Volvió con las leves mordiditas en mi cuello, las cuales me hacían suspirar. Me gire, de manera que pude ver sus ojos. Me acerque a el y lo bese. Mis manos fueron a los lados de su mejilla. Su mano izquierda a mi cintura.

El beso mas tierno que no había conocido jamás. Nuestros labios se movían lentamente. Sus labios eran tan dulces, como el azúcar. Abrí un momento los ojos. Se veía tan tierno. Volví a cerrarlos, y luego sentí como comenzábamos a caminar despacio hasta atrás. choque con la cama y me senté en ella. Sin dejar de besarnos, me fui acostando sobre la cama, mientras Myles se acostaba sobre mí, son dejar todo su peso. Comenzó a quitarme la chaqueta de piel negra. Me separe de el para tomar aire, y luego volví a besarlo. Comenzó a bajar mi blusa y mis pechos salieron al aire, ya que no llevaba sujetador. Myles atrapo uno con su boca y para mi fue imposible gemir. El contacto con su boca, me hacía estremecer. Arquee mi espalda y solté un gemido bajito. Estaba consiente de que no estábamos solos en su casa. Las manos de Myles fueron a mi espalda donde daban caricias de arriba hacia abajo, mientras jugaba con mis pezones. "Deb... debes de tener cuida... cuidado con tu ma...mano" Tartamudee con mi respiración demasiado agitada.

No recibí siquiera un "De acuerdo". Myles seguía jugando con mis pezones, trataba de ahogar mis pezones pero era imposible. "Myles... Myles para" Murmure en susurro.

"No, no, no hagas que pare" Me contesto y luego se levanto un poco, y se quito su camisa. Se recostó sobre mi de nuevo. Sentí su pecho junto al mío, y me estremecí. Busco mi boca y la beso. Sentí un cosquilleo en mi estomago, y suspire en el beso. Myles me estaba volviendo loca. Completamente.

Enrede mis brazos en su nuca y continúe besándolo. Mordía su labio inferior con delicadeza. Me encantaban sus labios, sus besos. Me encantaba él. Sus manos fueron a mis caderas donde las masajearon, luego su boca fue de nuevo a mi cuello, donde dio otras pequeñas mordidas, arquee mi espalda, luego sentí sus manos en el botón de mi pantalón.

"Solo una vez, necesito sentirte de nuevo" Susurro. No le dije nada, yo también quería sentirlo dentro de mi. Bajo mi pantalón y mis bragas juntos. No las bajo todas, solo un poco para poder tener acceso, con mis desabroche apresurada su bragueta del pantalón y lo desabroche. Lo sentí, estaba duro, y dios. Eso hacía mojarme aun mas. Con una de sus manos, saco a su amiguito, me miro a los ojos y me penetro.

No fue nada delicado, fue duro. Tan duro que hasta pude sentir sus testículos pegando a los costados de mi feminidad. Me sujete de su espalda, cerré mis ojos y aprete mis labios. No quería gemir. Myles se movió bruscamente dentro de mi, una y otra vez. Encaje mis uñas en su espalda, y me arquee. "¡Dios, My...Myles!" Gemí fuerte. Vuelvo a repetir, no estaba nada amigable.

"¿Te gusta?" Murmuro. "¿Dime quien es tu dueño?. Dime ¿Quién es Bri?".

"Oh, dios. ¡Myles! Dios...

"Dime que soy el único, y que no tienes nada con ese imbécil de Joaquín" Así que ese era el problema. Ahora todo estaba siendo entendido por mi mente. Se estaba... ¿Desquitando?.

"¡MYLES!" Grite, al sentir que el orgasmo, se estaba llegando, y sus embestidas fueron aun mas fuertes. Me beso, bruscamente.

"¡Dímelo!".

"¡Mierda, tu!, tu eres el único" Dije al fin, y fue de modo que sus embestidas se calmaron. Sentía que iba a desfallecer. El orgasmo llego y me sujete de la sabana. Esta vez no grite su nombre, sino fue un gemido el que anuncio mi llegada. Luego cuando me beso, casi devorándome, me di cuenta de que el también había llegado.

Sentí espasmos por todas partes. Mi respiración estaba agitada. Cerré los ojos, mientras me calmaba. Cuando sentí que podía hablar. Abrí los ojos "Muévete" Murmure, para que Myles saliese de mi. Había sido duro, yo también podía serlo.

"¿Qué?".

"¡Joder! ¡Que te mueves!" Myles salió de mi, e inmediatamente subí mis bragas y pantalón. Luego me volví a acomodar la blusa y tome mi chaqueta.

"¿Qué haces?".

"¿Qué hago? Me voy. ¡Myles! ¡Casi me matas con tus embestidas!" Myles comenzó a acomodarse el pantalón, y luego se levanto sin ponerse la camisa. Estuve a punto de salir de su habitación, pero Myles me lo pidió.

"Tu también casi me matas, me matas con los celos. ¿Es que no ves, que los celos me comen por dentro?" Lo mire confundida "Toda la puta semana, tengo que tragarme la miradas que te dan todos los hombres. ¡Briar! ¿No ves que estoy loco por ti?" Me quede boquiabierta. ¿Qué dijo, qué? .

"¡Claro! Estas loco por mi, por mi cuerpo, porque tenga Sexo Secreto contigo. ¿Cierto?" Su mano izquierda tomo mi muñeca derecha, apretándola. "¡Me haces daño!".

"Te estoy diciendo que estoy loco por ti Bri. ¡Mierda! Desde hace tres putos años!" Grito mientras me miraba a los ojos. Luego me soltó la muñeca y se giro apenado. Seguro que lo acaba de confesar, no estaba en sus planes para decirme.

"¿Qué has dicho?" Lo seguí hasta la ventana, donde estaba recargado.

"Yo... Bri estoy loco por ti desde hace tres años. Yo... Bri yo te quiero".

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