Capitulo 18

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Con mera suerte Hueningkai había logrado deshacerse de la chica al irse a buscar a Soobin, pero no quitaba el hecho de que quisiera hacerla desaparecer puesto que no había momento en que ella no quisiera joderle la vida, ya que ésta ya llevaba tiempo buscándolo y tratando de tener algun polvo con él, cuando ya la había rechazado la misma cantidad de veces, pero ella parecía no querer entenderlo o parecía importarle muy poco.

Igualmente no iba a desaprovechar el poco tiempo que tenía ahora, porque planeaba estar con Soobin dos horas y media ya que era el tiempo aproximado en el que podían estar juntos, sin tener que apresurarse a irse por culpa de la hermana de Soobin que ahora parecía estar en contra de todo lo que hacía y decía Hueningkai para estar con su casi pareja, pero sabia que todo lo que había pasado había sido por su culpa y por no haber utilizado las palabras correctas, pero ahora poco importaba, porque justo a su lado, tomando su mano, caminando junto a la par, se encontraba la persona que ahora le importaba por sobre todas las cosas y es que mentiría si dijera que no estaba enamorado, porque si lo estaba y realmente le sorprendía que por primera vez en mucho tiempo pudiera sentirse cautivado de nuevo, pero se le hacía imposible no hacerlo, teniendo a Soobin a su lado.

El chico más joven cargaba el ramo de flores en sus manos mientras admiraba como su mano se entrelazaba con la de su pareja, y es que se sentía tan bien al ser amado por alguien que también amaba porque al quedarse parado frente a una fuente sintió como su acompañante se paraba a la par de él y este volteaba a verlo, quedando frente a frente esperando a que su pareja descubriera que quería un beso y así era, él lo descubría después de un tiempo al verlo mover la cabeza suavemente y entonces dejaba un pequeño beso en los labios del menor.

No hacia falta explicar como lo miraba la demás gente, puesto que todos conocían lo peligroso que podía ser Hueningkai, pero algunos no se atrevían a hablar, solamente los observaban, pero con obvia molestia al verlos besarse, cosa que no pasaba desapercibida por Hueningkai, pero cuando este volteaba y volvía a su compostura seria, las personas dejaban de mirarlos automáticamente, por miedo a que les pueda causar daño.

Estaban tan felices que no podían creer que todo fuera real, tanto que ambos llegaron a pensar que si algo es demasiado bueno para ser real, probablemente lo era, pero no sabían que la felicidad no siempre dura tanto tiempo...

Race {KaiBin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora