Prologo

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Por el rabillo del ojo noté como Christopher, junto con Liam, hacían lo posible para apartar a la gente amontonada y acercarse a la pista. Los dos tenían caras preocupadas y me hacían señas raras que no logre entender. Para ser sincera ni les presté atención porque el semáforo que daba inicio a la carrera estaba a punto de ponerse en verde.

—¡Alex, no!— El grito de Liam, fue lo ultimo que escuche, antes de que los semáforos se tornaran de un color verde muy brilloso y yo acelerara. No podía parar en ese momento, tenia que seguir en la carrera y ganarla, ya luego me dirían que paso.

Empecé a sentir la adrenalina viajando por todo mi cuerpo pero supongo que aquí es donde entra la famosa frase, "lo bueno no dura para siempre." Iba en segundo lugar oyendo algunas indicaciones de mi equipo. Se me hizo raro no oír a Oliver pero en ese momento estaba muy concentrada en la carrera para fijarme de los pequeños detalles. 

¿Saben como las personas dicen que, a veces, puedes sentir cuando algo malo va a pasar justo antes de que suceda? Pues eso me paso, cuando un carro se colocó a la par mía dificultando mi camino supe que algo estaba mal. Giré el timón y presioné un poco el freno pero el carro no paro. ¿Qué diablos? Presione más fuerte y nada. Trate de mantener la calma y seguir conduciendo hasta que oí el ruido de una voz que no era parte de mi equipo. Sonaba acelerada y no me tomo mucho tiempo descubrir que era Chris.

—¿Alex? ¡Alex! ¡ALEEX! ¿ME OYES?

—Si, te oigo. ¿Qué está pasando?

—Alex, necesito que pares el auto.

—¿Dime que esta pasando, Christopher?

—¡Solo para el auto!

—No puedo...

—¡Solo paralo! —Me interrumpió antes de que pudiera decirle que el freno no servía.— Alguien saboteo el motor del carro, Alex. ¡Para el puto carro, ahora!

¡Mierda! Con esa nueva información traté de hacer lo que Chris me pedía pero, como había comprobado antes, el carro no respondía. Presioné el freno más fuerte pero el carro no paraba, aun así seguí tratando de mantenerme en la pista pero sin acelerar, de verdad que no quería ocasionar ningún accidente.

—No para. ¡Chris! —Intente una última vez, y nada—. ¡Christopher, el carro no para!

—Mierda, mierda, joder. Alex, óyeme, trata de apartarlo de la pista. Trata de salir de allí sin tener que frenar. Yo se que puedes. Vamos, linda. —Se oía desesperado y yo lo estaba el triple pero no podía hacer nada más, el carro simplemente no paraba. Maniobre el  mando un poco hasta que se oyó un crack y no lo pude mover más.

—Chris... —Dije muy muy nerviosa 

—¿Qué pasa? ¿Estas bien? Están enviando un carro para ver si pueden pararlo... 

—Chris... —Lo interrumpí—. No puedo, yo... el timón se trabó. 

Los nudillos de mis manos se tornaron blancos por la fuerza que ejercía en este y mi pie dolía por presionar el freno. De lejos oía a Chris darme instrucciones y maldecir al ver que no respondía pero estaba paralizada. ¡Joder! Por si fuera poco, oí como una llanta hizo un sonido raro antes de que explotara. Mierda, ya no más, por favor. El carro siguió avanzando pero otra llanta exploto ocasionando que el carro girara y empezara a caminar hacia un poste. ¡Joder, iba a morir! Antes de que me estrellara,  otra llanta exploto y lo ultimo que sentí antes de que mi cabeza se pegara contra el timón, fue que el carro empezó a dar vuelta y luego todo se tornó negro, me desmayé.

Las malas decisiones de Alexandra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora