CAPITULO UNO

1.8K 179 26
                                    

CAPITULO UNO

Desde que soy una niña, entendí que este mundo de hombres, crueldad y brutalidad, era mejor no saber nada, o al menos pretender que no lo hacías. Cuando llegué a la vida de mis padres, mi padre, un hombre que buena posición dentro de la mafia y al que hasta los 5 años entendí que todos temían, me educo como lo que todos llamarían; una princesa.

Fui mimada y amada cálidamente -pese a las circunstancias- e incluso así, comprendí después de ver al padre de una amiga abofetearla por no hablarle con lo que él consideraba el tono correcto para dirigirse a un hombre, que yo era privilegiada.  Pues más allá de las debidas reprimendas de mi madre, mis padres nunca se mostraron, fríos, agresivos o desalmados, como muchos hombres y mujeres eran con sus hijos dentro de esta organización. Yo era la preciada hija, a la que nadie merecía.

Si bien, siempre recibí la mejor educación que un chico podía tener en asía, eso incluyendo las clases de etiqueta, tenis, equitación, golf, etcétera. Y conocí sobre lujos y marcas apenas siendo una bebe haciendo un habito común las compras de lujo por Paris o New York. Papá nunca...me etiqueto como "futura esposa trofeo".

Quizás, en el fondo no se preocupaba demasiado por mi y sabía que algún día me convertiría en una, pero nunca me lo hizo saber y siempre me hizo sentir que estaría para mí, hasta el final de sus días.

De esa forma, siendo protegida por mis progenitores del mundo cruel que era la mafia, una parte de mi se convirtió en una señorita que no le temía a nada, porque estaba segura que su padre la salvaría y su madre la consolaría.

Pero, sí. Eso cambio aquella noche de invierno del 2016. Cuando el coche en el que viajaban mis padres y otras parejas, fueron atacados por la mafia china y murieron. Esa noche no solo murieron mis padres, sino el jefe Kim, el hombre de más alto poder de la mafia en Corea.

Un escalofrío aun recorre mi cuerpo cada vez que pienso en esa noche, la forma que fui despertada abruptamente por los guardias y llevada al cuarto de seguridad aun en pijama. Una parte de mi no sabía que estaba pasando, pero al mismo tiempo conocía el procedimiento lo que solo me puso los pelos de punta durante horas en las que fui encerrada, en espera de algún ataque. Este nunca llego.

5 horas después, tras que la organización nombrara nuevo jefe, el hijo mayor del señor Kim. Mi abuela vino a informarme de la muerte de mis padres, así como del nuevo mandato del hijo del señor Kim; Kim Namjoon.

Mi mundo se vino abajo y por primera vez, experimente lo que era el terror y abandono. Aquella fue la primera vez también, que agradecí ser mujer y poder llorar hasta desmayarme. Y aunque no lo conocía bien y solo lo había visto un par de veces, mi corazón dolió por el nuevo jefe, pues estaba segura que nunca se le permitió llorar ni una sola lagrima a sus padres, pues eso demostraría debilidad ante todos, incluyendo la mafia china que ahora estaba en la mira.

Tras la muerte de mis padres y su discreta despedida, tuve que seguir el rumbo que me dieron a mi alrededor y me mudé a casa de mis abuelos quienes ahora me cuidarían. Si bien, ambos siempre habían sido lo más cercano que cualquiera podía tener como abuelo, estos no era mis padres y de la misma forma esperaban cosas distintas de mí. Criados bajo una tradición mucho más anticuada, mis abuelos esperaban lo que muchos hacían de las mujeres de la mafía;  hijos y matrimonio.

No me sorprendí demasiado, eso era normal entre las familias tradicionales, y la mafia definitivamente era tradicional en sus bases. Pero aquella fue la primera vez que vi ante mi futuro, un futuro como esposa de alguien más. No como la hermosa princesa de papá, sino como la esposa de alguien. Alguien de la mafía. 

Negarlo sería tonto; me aterré. Nunca fue demasiado codiciosa como para soñar con un amor, romancé y un final feliz, a decir verdad, no pensaba en nada, vivía feliz en mi cuento de hadas en el que mis padres eran mis protectores, nada más. Pero ellos ya no estaban y ahora tenía que cumplir con lo que mis abuelos deseaban y eso era que me convertirá en una "buena mujer" una "buena esposa" y una "buena madre".

MAFIA; esposa de papel, carne y hueso {KNJ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora