CAPITULO SEIS

1.6K 179 38
                                    

CAPITULO SEIS

La avena se había asentado y el café ya estaba frío ahora. No me sorprendía el silencio que se formaba en el comedor de la mansión. Pero si me molestó que de alguna manera fuera jodidamente inquietante.

Namjoon estaba sentado a mi lado. Igual que las últimas semanas. Café, tostadas y el diario. Casi como una pintura clásica en la que nada cambiaba. Mientras que yo estaba ahí, dando pequeños bocados al desayuno, pero con la mente en otra cosa. En otro momento.

En la noche de ayer. En la forma en la que Namjoon interrumpió en el baño. La manera en la que lucía su cuerpo bajo la luz. La forma en la que mi cuerpo saltó ante su cercanía y finalmente; en la inquietud ante la idea que me besara.

Por alguna razón no había podido dejar de pensar en ello. En un inició fue el enojo lo que me orillo a analizar cada uno de los detalles de la situación. Pero en algún punto de la noche, mientras escuchaba los leves suspiros pausados de Namjoon a mi lado y la oscuridad me rodeaba, una pregunta me asalto; ¿Qué si me hubiera besado?

¿Qué se sentiría? ¿Cómo se sentiría?

Solo había ocurrido una vez. El día de nuestra boda. Justo después de que el juez dijera "Los declaro marido y mujer".

Según mis recuerdos había sido un leve toque. Algo seco y tosco. Era claro que él no lo quería hacer tanto como yo no lo quería hacer. Y tener un publico de cientos de personas ante nosotros; no mejoro la situación.

¿Cómo sería ahora? Namjoon ya no era el mismo hombre y yo ya no era una niña. Muchas cosas habían cambiado, aunque cualquiera diría que pocas cosas realmente habían visto un cambio en ese matrimonio.

—¿Qué harás hoy? —la repentina pregunta de Namjoon, no solo corto el silencio, sino que hizo saltar mi interior.

Nerviosa enfoque mi mirada en la manera en que revolvía la avena y esta se teñia de rojo por las frambuesas.

—Ah...no estoy segura.

—¿No tienes una lista de pendientes? —el tono burlón se escapo entre la frialdad de su voz. Lo mire de reojo. Él doblo las hojas de periódico y los dejo alado. Me miro. Salte. —Eso es una sorpresa, Alessandra.

—Ayer no tuve tiempo de hacer planes para hoy. —sisee, en parte pateando la culpa de su lado.

—Ya veo. y por lo que me deja saber tu tono, yo soy el culpable. —podrían llamarme loca, pero una sonrisa burlona vio la sobra en sus labios.

Me limite a encogerme en hombros. Él lo había dicho, no yo. Había sido él el que me había arrastrado por la ciudad como un perrito de bolso.

Tras la corta conversación no paso más. Terminamos de desayunar en silencio como de costumbre, antes de que Namjoon tuviera que irse.

—¿Vendrás a cenar? —pregunte distraídamente desde mi asiento en el comedor. Por poco lo seguía hacía la puerta para despedirlo, pero me detuve cuando me di cuenta que eso sería raro e incómodo.

Terminando de colocarse el saco azul marino del traje me miro de una manera que no supe identificar. Aun me costaba leer sus emociones a través de la mascara que siempre lo cubría.

—¿Planeas escapar? —cuestiono y por alguna razón eso me pilló por sorpresa.

—Suena como una posibilidad. —lo rete, aunque no hubo nada más que un intento de pillarlo por sorpresa como él hizo conmigo, detrás de mi comentario.

Namjoon rio. No había gracia en su expresión. Asintió con la cabeza y de pronto era intensidad pura lo que reflejaban sus ojos; como los de un animal en caza.

MAFIA; esposa de papel, carne y hueso {KNJ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora