CAPITULO QUINCE

1.8K 107 108
                                    

\\En algún momento de mi vida fuí realmente feliz.

Con pequeñas cosas del pasado que yo creí insignificantes.

Ahora solo quiero volver a repetirlos y llenar el vacío que extrañamente siento.

¿Será anhelo lo qué siento?

¿Acaso está mal añorar el pasado que no pude disfrutar debido a mi propia estupidez?

Los recuerdos felices del pasado me ahogan como un mar profundo.

Asfixiándome en el proceso y dejándome con un profundo dolor en la garganta.

Soy realmente desagradable al querer desear algo que sólo se merece ser recordado con nostalgia y alegría.//

Recuerdos flotaban en su mente, recordando los momentos felices que tuvo antes de que todo se viniera cuesta abajo.

En verdad fue muy feliz cuando era niño, si hubiera sabido que ésto pasaría al menos hubiera aprovechado más esos buenos momentos de felicidad que tuvo con su familia antes de que todo se derrumbará.

Una madre amorosa que siempre le tenía comida caliente y lo colmaba de besos, una madre que siempre lo recibía con los brazos abiertos, una madre que lo consolaba en su peores momentos, una madre que nunca supo valorar todo lo que hacía por el.

Una hermana menor, aún la recuerda perfectamente, siempre tan viva, tan llena de vida, quién hubiera pensado que la luz que la pequeña irradiaba se apagaría, siempre le insistía que jugará con ella, pero el siempre le ponía mala cara.

Oh, cuánto se arrepiente.

¿Algún día recibiría consuelo?

¿Alguien que le prestará su hombro para que llore?

Pero nadie lo ayudaría, al menos no a alguien tan sucio e impuro como lo es el, pero estaba tan cansado con todo ésto, pero el debe soportarlo porque el fue quien se ganó todo esto.

Tiene la culpa de haber hecho lo que hizo, si hubiera Sido un buen hermano y un buen hijo nada de ésto hubiera pasado, siente que todo ésto lo está volviendo loco, ésto está haciendo que su cordura desaparezca con el pasar del tiempo.

Ahora se encontraba en su cama acurrucado mientras se daba consuelo a si mismo, lágrimas fluían con rapidez en su rostro, su padre se había enterado de todo lo que habían hecho y aún así tuvo el descaro de burlarse con su situación actual.

No tenía a nadie a quién apoyarse, las personas qué alguna vez tuvo se apartaron de él cuando cometió lo impensable con su hermano, quiere hacerle un alto a todo ésto y parar a su hermano.

Pero no podía, no mientras recuerda la forma en como lo mató, porqué sí Evan Afton murió el día en que fue sentenciado por el mismo.

El dulce niño inocente ahora estaba muerto dando paso a una versión retorcida de lo que alguna vez fué, y en la forma en como su padre parecía complacido por el repentino cambio de su hijo, le era inquietante.

¿Acaso su padre tiene algún plan para su hermano?

Si eso es así ¿qué es?.

Miles de preguntas sin respuestas rondaban por su mente, aún era de mañana y ya había dormido más de lo que pensaba pero aún así no pudo evitar sentir sueño.

Sintiendo sus párpados pesados, cerró los ojos no son antes abrazarse así mismo, ahora todo estaba oscuro.

         ≻───── ⋆✩⋆ ─────≺

Se despertó otra vez sintiéndose extraño, todo su cuerpo temblaba, la sensación del frío pasaba por sus piernas y vientre, no sabía lo que estaba pasando.

Miró por toda la habitación sólo pará encontrarse con su pesadilla viviente mirándolo sentado desde una silla, notó que también estaba sentado así que miro hacia abajo; más específicamente sus piernas, horrorizándose.

Tenía una falda azul marino, esa misma falda que le pertenecía a su hermana pequeña Lizzie, una falda similar a la que tenía cuando murió, viendo más arriba vió que tenía una top blanca dejando descubierto una porción de su vientre.

Giró su cabeza al lado izquierdo viendo una pequeña mesita, en ella había una jeringa con un líquido casi transparente y diferentes cuchillas de tamaños pequeños, unas esposas junto a un látigo.

_Ese atuendo se te ve bien, la falda combina mucho con tus ojos_Su mirada se dirigió hacia la fuente de la voz.

Viendo como su hermano estaba sentado con su mano derecha apoyada en su mejilla viéndolo con una mirada dominante.

_Que suerte que la falda te haya quedado bien, aunque era de esperarse, tu cintura es pequeña como el de una chica_Siguió hablando para después levantarse.

Acercándose lentamente hacia el, en sus manos tenía un collar unido a una cadena larga, quedando frente a frente el castaño oscuro dejó el collar en la mesita.

Sintió cómo la palma de su hermano se posaba en su mejilla izquierda, acariciando con su pulgar la piel, sus labios se abrieron.

_Que hilarante es esta situación ¿No? Ese idiota me dió total libertad de hacerte cualquier cosa, incluso me ayudó a conseguir esas drogas_Su voz era tranquila al momento de decirlo cosa que dejó desconcertado al mayor.

Una vez más el menor agarro el collar colocándolo de manera delicada en el frágil cuello del mayor, separandose levemente para contemplar la forma en como se veía, al verlo no pudó evitar que una sonrisa llena de suficiencia creciera en sus labios.

_Hermoso_Susurró.

Acariciando la cadena que conectaba con el collar de manera brusca la jaló obligando a que el mayor se acercará a su rostro.

_Y solamente mío, todo mío_Habló  para si mismo viendo con deseo los labios rosados y húmedos.

Acercándose cada vez más hasta que sus respiraciones chocarán, uniendo sus labios en un beso feroz en dónde el menor era quién dominaba el beso, el castaño abrió sus ojos sintiendo terror.

Si hermano puede que haya compartido intimidad con el pero nunca lo había besado, los besos siempre representaban amor cosa que ninguno de los dos sentían por el contrario, uno era de odio puro mientras el otro de un profundo terror.

Siguieron besandose o al menos el menor lo hacía, introduciendo su lengua de manera forzosa y dolorosa en el castaño, Michael intentaba alejarse solo para ser jalado por la cadena.

Siguieron besandose hasta que el menor paró el beso siendo unidos por un fino hilo de saliva que los conectaba, sus labios rojos e hinchado , de su boca salían jadeos en busca de aire.

_N-no, p-por favor no_Su voz sonó desesperante.

El de ojos esmeraldas sin decir una sola palabra agarró la jeringa en la mesita y la acercó a su cuello, Chilló cuando sintió el doloroso pinchazo en su piel, su hermano al terminar con la acción se fue y se sentó en su silla en la antigua posición en la que estaba.

Viendo todo.

_Nos vamos a divertir, mi mascota_ Dijo de manera alegre.

Michael solo podía rezar a qué no pasará nada malo.



Nota:
El siguiente capítulo será "interesante" espero que les haya gustado.
Gente, mala noticia ya voy a ingresar a clases el lunes aún así seguiré subiendo capítulos como normalmente los hago.

Con esto me despido
Bye Bye

Revenge Donde viven las historias. Descúbrelo ahora