CAPITULO NUEVE

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Se despertó otra vez en su propia habitación, pero está vez cambiado y ya no desnudo, eso lo tranquilizó mucho, que si alguien lo viera con su cuerpo al descubierto y más su hermano se sentiría muy avergonzado y apenado.

Intentando levantarse de la suavidad de la cama para después desplomarse y soltar un quejido doloroso, en verdad su hermano se encargó de dejarlo muy adolorido en todo el cuerpo.

Posó su mirada hacia su mesita de noche al lado izquierdo de la cama, notó un vaso de agua y unos analgésicos, intentó levantarse otra vez y si lo logró, alzando su mano temblorosa a la dirección del vaso y las pastillas.

Agarró el vaso de agua con su mano derecha y un analgésico con su mano izquierda, primero se mete la pastilla a la boca para después ingerirla con el vaso de agua, se tomó todo el líquido que quedaba en ese recipiente.

En verdad estaba muy sediento.

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Pasaron los minutos y sintió como poco a poco el dolor que sentía todo su cuerpo comenzaba a desvanecerse, gracias a la pastilla, escuchó como su estómago comenzó a gruñir en busca de comida, así que obedeció y lentamente salió de la cama con sumo cuidado de no lastimarse más de lo que ya estaba.

Habré la puerta de su cuarto y se dirige a la cocina en dónde se encuentra su hermano, mirándolo, sintiéndose nervioso rápidamente se gira y está listo para irse de vuelta  a su habitación, no quería encontrarse devuelta con su hermano.

Pero la misma voz de su hermano lo detiene.

_Mike ven aquí, ahora_ La voz de el castaño oscuro sonaba firme, una orden.

Así que no era de esperarse que el pobre castaño acatará la orden de inmediato, sus pasos se dirigieron hacia el lugar donde se encontraba su hermano, que estaba sentado en la mesa con un plato lleno de comida.

_Mikey, siéntate en mi regazo_ La voz de Evan sonaba extraña.

Pero aún así no perdió el tono dominante con el que se dirigía hacia Michael desde que comenzaron a interactuar con su llegada.

El castaño intentó alejarse rápidamente, pero no pudo, porque su hermano al notar las intenciones del adolescente rápidamente agarra la mano cercana de Michael en un fuerte agarré muy doloroso y en contra de su voluntad lo sienta en su regazo.

Soltando un quejido de dolor rápidamente se queda quieto al ver la mirada enfadada de su hermano, en verdad le aterraba, últimamente cuando su hermano estaba en ese estado y más con el recuerdo reciente de lo anterior no ayudaba mucho.

_Se que tienes hambre, así que no me rechaces y comete esto_ El tono exigente de su hermano era muy severa.

El castaño oscuro mantiene su brazo izquierdo en la cintura de su hermano Manteniéndolo firme en su lugar y con la derecha agarra la cuchara juntando con ella un poco de arroz y puré de papa.

La mano en la cintura del castaño cambia de lugar y rápidamente lo pone por el mentón de éste, forzandolo a comerse la comida que había en la cuchara.

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Y así siguieron, en dónde Evan le daba de comer y Michael un tanto incómodo por la situación aceptaba la comida que esté le daba, hasta que finalmente no había nada en el plato y el pobre castaño sintiéndose muy lleno, tan lleno que sentía que iba a devolver la comida que le habían dado.

Evan después de haberle dado de comer, suelta su agarré de la cuchara y abraza a Michael posando su cabeza por el lado izquierdo del cuello y hombro de su hermano.

Se quedaron así por un buen tiempo, con Evan pensando en lo que haría después y Michael un tanto incómodo con la situación y queriendo irse de ese lugar y estar en la seguridad de su cuarto.

_Mikey, hago todo ésto porque te amo y quiero lo mejor para ti, ¿Entiendes eso,no?_ la voz de su hermano tenía ese mismo tono que le causaba intriga, pero aún así se encontró asintiendo.

_Por eso debes obedecer me a todo lo que te diga, si digo que no te juntes con esas personas, lo harás_ Después de lo dicho abraza fuertemente a su hermano.

_No puedes ser feliz con alguien más, no después de lo que me hicistes_

El castaño solo asintió, no queriendo tener más problemas con el sádico de su hermano, ya queriendo irse a la soledad de su habitación, por fin habló.

_¿E-evan ya me puedo ir?, Por favor_ la última frase sonó en un susurro que por suerte el menor escuchó.

Así que finalmente deshaciendo el fuerte agarré que ejercía sobre su hermano, se para lentamente de la silla en la que se encontraba sentado y deja que su mayor finalmente se vaya a descansar.

El castaño no miró hacia atrás y salió prácticamente corriendo de ese lugar, acercándose a su habitación, rápidamente habré la puerta para después después cerrarla y finalmente acostarse.

No tardó ni un minuto más y cerró los ojos, cayendo en un profundo sueño, se sentía tan cansado tanto físicamente como emocionalmente.

Se veía tan tranquilo durmiendo, que sería una lástima que alguien lo atormentará mientras duerme, en verdad sería una verdadera lástima.

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Ya era muy de noche cuando un intruso irrumpe en la habitación de un castaño que se encontraba durmiendo profundamente, sin saber lo que le pasaría en esa noche tan helada y solitaria, las estrellas en esa noche en particular no se vieron ni siquiera la hermosa luna que solía asomarse por la ventana del castaño.

Como si no quisieran ver aquel acto que surgiría dentro de poco.

El intruso con pasos silenciosos se acercaba hacia el castaño que se encontraba durmiendo en la suavidad de la cama, no sin antes cerrar la puerta de manera lenta para no hacerla chirriar de manera escandalosa, que sin duda alguna despertaría a la pobre criatura dentro de la cama.

Cerrándola con llave para que la pobre alma no se escape del purgatorio, que es el infierno.



Nota:

Ya que estoy de vacaciones ando de vago xD.
Pero en esta semana me dedicaré a escribir más mis fic y no estar durmiendo, debería ser responsable en esto


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