Un Mundo Para Mí ~ [Legolas X Harry]

Cap.7 [Las minas del infierno]

Unas horas más tarde salieron de la pequeña cueva a la que se había trasladado Harry. Les dijo que los había puesto en coma artificial para poder tratarlos mejor. Y tuvieron que descansar un tiempo.

Después de este episodio, decidieron atravesar las minas de Moria. Gandalf no se sentía muy cómodo con la idea de poner un pie donde los enanos habían cavado demasiado profundo. Quién es, qué tipo de criaturas pueden encontrarse. Pero no tenían otra opción y debían darse prisa.

Harry acababa de cambiar. Metió su capa y su túnica en su mochila, a la que había dotado de un hechizo de extensión indetectable. Ir a una búsqueda con una túnica tan grande sería incómodo.

Por eso ahora llevaba una túnica negra, digna de la ropa que llevaban los magos durante la guerra. También tenía pantalones negros, que se ajustaban perfectamente a sus piernas, para poder luchar más fácilmente o moverse más rápidamente, en caso de peligro. Una capa azul oscuro le cubría los hombros.

Mientras cabalgaba, Harry podía sentir la mirada de los demás en su espalda. Era incómodo e inquietante. Que lo miren así, ¿tan feo era? Es cierto que era pequeño y delgado, pero eso no significaba que fuera inútil.

"¡Y en primer lugar, lo que cuenta es la mente! ¡Mira a esos paletos con sus aires de grandeza! Son tan guapos, altos y musculosos, ¡y me miran por encima del hombro! Sé que no tengo el mejor físico, pero eso no es razón para mostrarlo".

Mientras Harry armaba un escándalo por todo, los demás no parecían estar del todo de acuerdo con su aspecto. A Legolas no le gustó nada que Boromir y Gimli miraran tan abiertamente a Harry. No lo entendía, pero había algo en él que le atraía.

¡Y qué idea la de llevar unos pantalones tan ajustados!

En un día llegaron a las murallas de Moria. Durante el día, todos habían encontrado a Harry como una persona carismática, amable y bromista.

Harry se detuvo bruscamente. Podía sentir las auras oscuras alrededor y dentro de las paredes.

Caminaron a lo largo de la pared y el pantano para llegar a la puerta.

Frodo no se sentía nada bien. Empezó a preocuparse cuando sintió una mano reconfortante en su hombro. Giró la cabeza para ver que Harry le dedicaba una sonrisa suave y alentadora.

- "No te preocupes"-dijo Harry con voz suave-, "estamos aquí para ayudarte. Puede confiar en nosotros".

Frodo se sintió conmovido por estas palabras. Eran las palabras que había querido escuchar todo el tiempo. Al ver la sinceridad y la dulzura en los ojos de Harry, Frodo supo que cada palabra que decía era en serio. Sonrió a Harry y le dio las gracias con la cabeza. Era cierto, no estaba solo. ¡Cumpliría con su deber!

Poco después encontraron la puerta y Gandalf miró la piedra. Se supone que se abre cuando entra en contacto con la luz de las estrellas o de la luna. Así que se volvieron hacia la bola de luz que había detrás de ellos.

Al iluminar la puerta, apareció un mensaje.

"Las puertas de Durin, Señor de Moria,

Habla amigo y entra".

Gandalf intentó abrirla varias veces, pero no pudo.

Pasaron varios minutos esperando que ocurriera algo. Después de un rato, Gandalf se rindió. Harry se cansó de esperar e inspeccionó el escrito.

- "¿Y si se trata de un acertijo y no de algo que tengas que hacer?".dijo Harry bruscamente, haciendo que sus otros compañeros levantaran la vista.