Capítulo 15.

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Kai no tuvo que correr demasiado para alcanzar a Soobin, este iba caminando muy despacio, con los brazos caídos y prácticamente arrastrando los pies.

— ¡BINNIE! Binnie por favor, espera, puedo explicarte… — El rubio buscaba desesperado la mirada del otro, mientras que él trataba de evitarla.
— No hace falta Kai, de verdad, podemos… podemos ahorrarnos todo esto — Soobin hablaba con dificultad, el nudo en su garganta dolía y no quería romper en llanto.
— No, no, escúchame, yo… yo me equivoqué pero eso no es… no importa para mí, yo… — Al rubio le costaba explicarse, a pesar de todo, sabía que había actuado mal.
— ¿No es importante? ¿besarte con alguien más no es importante?
— ¡No! No me refería a eso… sé que estuvo mal, pero puedo explicarlo, yo no siento nada por él…
— ¿Así que besarte con alguien más está bien porque “no sientes nada por él”? ¿Quién carajos eres? — la voz de Soobin era una mezcla entre dolor y enojo.
— Soobin, yo… perdóname, vamos a hablarlo, te prometo que…
— Solo dime una cosa, Kai — El peliazul interrumpió al otro, viéndolo finalmente a los ojos. — El día que estábamos viendo películas en tu casa, te entraron mensajes y te molestaste conmigo porque tomé tu teléfono, ¿eran de él?
— Soo, yo…
— ¡Solo dime!
— Si, eran de él… — Soobin sonreía mientras volteaba hacía arriba. Era una sonrisa amarga, con la mandíbula apretada, más por coraje que otra cosa, y alzaba la mirada intentando no dejar caer sus lágrimas.
— ¿Él sabía? Que tenías novio, que salías conmigo, ¿se lo dijiste?
— Soobin, por favor, él…
— ¡CONTÉSTAME KAMAL!
— ¡NO! ¿ok? No sabía, yo no se lo dije… — las palabras que salían del rubio eran como agujas para Soobin, dolían como el infierno.
— Gracias por tu honestidad — el peliazul uso un tono sarcástico, mientras alzaba las cejas — es todo lo que necesitaba saber…


Soobin volvió a darse vuelta, dejando caer esta vez un pequeño ramo de flores, Kai ni siquiera les prestó atención, Soobin se estaba yendo, y con él su corazón.


— Por favor no te vayas — Kai intentó aferrarse de la chaqueta del más alto para detenerlo, pero Soobin se zafó de su amarre con un movimiento brusco que hizo al rubio tambalearse. — Por favor...


La perdida de equilibrio, las ganas de llorar y la desesperación pusieron finalmente a Kai de rodillas, mientras se aferraba con fuerza a una de las piernas de Soobin.


— Kai, ¿qué estás haciendo? Levántate — el peliazul se sentía muy avergonzado con la acción del otro.
— Por favor, no te vayas… — Kai seguía implorando entre sollozos.
— No mames, Hyuka, ya levántate por favor.
— Dime que no te vas a ir, dame una oportunidad de explicarte — Soobin soltó un suspiro largo.
— Ok, no me voy a ir… ven, levántate de ahí — el mayor ayudó al otro a levantarse del piso y casi por instinto lo tomó en un abrazo.

Ambos chicos compartieron ese abrazo por unos segundos, hasta que Kai se separó un poco para poder hablar.


— Binnie, te juro que lo siento mucho. Está bien si te molestas conmigo y si no quieres saber de mí pero no quiero que tengas una idea equivocada de lo que pasó… — Soobin se quedó en silencio, como dándole a entender al otro que podía seguir. — Últimamente me has hecho a un lado, no intento justificarme pero quiero que entiendas mi posición. Te extraño todo el tiempo y cuando nos vemos solo hablas de videojuegos, te juro que intento ser paciente y comprensivo pero me siento como si siempre tengo que ser yo quien ceda por ti...Y con Taehyun es todo al revés — Soobin cambió su expresión a una de molestia al escuchar ese nombre — siempre está pendiente de mí, se interesa por mis gustos o mis actividades, tenemos el mismo sentido del humor y, no voy a mentirte, me siento muy bien con él, en paz…
— ¿Para eso querías que me quedara?
— ¡No! Espera, aún no termino… hoy me vi con él solamente porque tú jamás llegaste a nuestra cita. Esta cita la planeé porque quería dejar de tener estos estúpidos pensamientos de que estaría mejor con él. Me esforcé mucho, ¡te esperé por dos malditas horas, Choi Soobin! Pensé lo peor y cuando por fin tengo noticias sobre ti, me dices que estabas jugando… ¡¿puedes por favor intentar comprender mis sentimientos?!


La cabeza de Soobin daba vueltas, se sentía culpable y avergonzado, pero también molestó y le indignaba sentir que el rubio trataba de voltear las cosas para culparlo.


— Entonces él me buscó, y yo le dije donde estaba. Él estaba haciendo lo que podía por mejorar mi día y yo no pude evitar pensar que tal vez eso era lo mejor para mí…  Mira, Soo, no sé porque no le dije que salía contigo, tal vez quería algo que fuera mío y que no tuviera nada que ver contigo, tal vez no quería escuchar de otra persona; “¿y dónde está Soobin? ¿va a venir Soobin?” o tal vez solo disfrutaba de ser el centro de atención total de alguien. — Soobin miraba hacía los lados en un último intento de guardar la compostura, pero fue en balde. Una lágrima se deslizó desde el ojo derecho de Soobin, y como si hubiera roto la última barrera, detrás de esa cayó otra, y muchas otras más. — Pero… estando aquí, lo que tú viste… si, lo dejé hacerlo, yo quería que lo hiciera. Y te juro, TE JURO, que hubiera amado sentir el estómago lleno de mariposas porque entonces podría echarle la culpa al enamoramiento y sentirme menos basura ahora, pero no. No sentí nada, maldita sea Choi Soobin, no soy capaz de sentir nada por nadie más, no importa si estoy molesto contigo o si es el tipo más increíble que he conocido… no puedo sentir nada si no eres tú. — ambos quedaron en silencio, viéndose a los ojos — Te amo Choi Soobin, no importa si no merezco quererte porque de todas formas lo hago. Solo te puedo amar a ti, en esta y en todas las vidas.


Kai soltó un suspiro al terminar de hablar, por fin había vaciado su corazón y a pesar del dolor y la vergüenza, se sentía más ligero.

— Kai, — esta vez habló Soobin — siento tanto haber sido el tipo de novio que te puso en esta situación… y siento tanto que en lugar de hablarlo conmigo hayas decidido hacer esto. Dices que no puedes quererlo, pero ¿y si hubieras podido? Entonces sería sólo yo el idiota aquí.
— No, Binnie, yo…
— Ya hablaste tú, déjame ahora. Entiendo lo que dices y comprendo tus sentimientos, pero no puedes pedirme que actúe como si nada hubiera pasado solo porque dices que me amas.
— Binnie…
— Por lo menos dame tiempo, para pensar y procesar esto.
— Claro, entiendo. — Kai bajó su mirada, volviéndose a topar con aquel ramo de flores — ¿esas eran para mí?
— ¿Eh? Ah, si… supongo que están arruinadas — Soobin recogió el ramo del piso y busco con la mirada algún cesto de basura donde pudiera tirarlo.
— No, no… dámelas. Aún maltratadas no significa que estén arruinadas, solo necesitan de más cuidados.
— Si, tal vez… Kai, debo irme. Hablamos después.


Kai dejó ir al fin al peliazul. Había dicho ya todo lo que podía al respecto, el resto quedaba en Soobin. Ahora solo debía ser paciente.

Para su desgracia, y como salido de una película cliché, el clima antes perfecto se había convertido en lluvia.

Kai se volvía a casa, tratando de proteger lo mejor posible los pequeñitos lirios del valle que formaban su ramo. Y en alguna parte, Soobin también caminaba mojado, camuflando sus lagrimas con las gotas de lluvia.

La suerte de emociones que el rubio había experimentado ese día estaba lejos de acabarse, pues al acercarse a su casa pudo ver a un empapado Taehyun que esperaba por él.


*NOTA: En el lenguaje de las flores, los lirios del valle significan “volver a la felicidad”.

¿No tienes novio? Yo tampoco. [YEONGYU] +sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora