Capítulo 4.

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Más de una semana había pasado desde que los dos chicos habían comenzado a intercambiar mensajes.

Los primeros días habían mantenido la conversación solo por las tardes, aunque se extendía hasta entrada la madrugada, pero la ansía de saber del otro los hizo comenzar a hablar entre clases, y a veces durante ellas.

Hablaban de cualquier cosa, sus comidas favoritas o la serie que estaban viendo en el momento. Cualquier cosa que no expusiera la identidad del más alto.

Beomgyu le contó como se sintió cuando supo de la relación de sus amigos y como, en un intento de ayudarle, su amigo había decidido colocar aquel afiche

“Supongo que tengo que darle las gracias, sin él esto no estaría pasando”

Sería mentira decir que esas palabras no movieron algo dentro del castaño

Tal vez debería intentar avanzar más con ella, si es que quiero tener la oportunidad de hablarnos en persona…


Oye
He estado pensando…
Te conozco?
O sea, compartimos alguna clase?
O hemos hablado al menos?


Ya te dije que no
no voy a darte pistas
Adivina por tu cuenta jajja

Pero necesito eliminar posibilidades
Anda, dime
Hemos hablado?

Yeonjun dudaba sobre si debería mantener el juego de su identidad secreta o decirle de una buena vez que se trataba de él. —Una pista… ¿será buena idea?

Hmm
Hemos “interactuado” un par de veces


Lol
Y eso qué significa?


Jajajaja
Interprétalo como quieras
No te daré más pistas


¿Interactuamos antes? O sea, hemos hablado, ¿no? ¿qué diablos significan esas comillas? — Beomgyu miraba hacia la nada tratando de descifrar si esas comillas tenían una razón oculta o si solo las había usado para confundirlo.

Mientras el castaño se adentraba cada vez más profundo en sus pensamientos, girando la cabeza a los lados y resoplando ante las dudas, la escena era observada desde 2 flancos.


Por un lado, un Yeonjun sonrojado le observaba de reojo desde el rincón, sonriendo por lo bajo sabiendo que el chico estaba genuinamente pensando en él, y solo en él.

Por otro lado la pareja de la generación observaba extrañada a su amigo, sin entender que era lo que últimamente le tenía tan de buen humor y al mismo tiempo, tan distraído.

Y es que Beomgyu parecía algo distante de todo últimamente, no estaba fallando en sus clases ni era malo con sus amigos, pero parecía siempre con prisa.

No era otra cosa más que su creciente necesidad de estar a solas para platicar con su secretito. Así que cortaba lo más pronto cualquier platica con sus amigos o compañeros para poder correr a casa y seguir conversando.

¿Tal vez pueda ser la chica bonita que trabaja en la cafetería? No hemos conversado pero si interactuado algunas veces… O quizá alguna estudiante mayor, he hablado con un par… — Beomgyu seguía intentando ponerle un rostro a quién, en los últimos días, le mantenía deseando otro mensaje.

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Yeonjun POV.

El pensamiento sobre darle o no pistas al castaño había estado invadiendo la cabeza de Yeonjun durante todo el día. Por supuesto que quería llegar a un punto en el que el otro supiera de él y sus sentimientos. Sentimientos que había mantenido para sí por varios años.



Fue en el último año de la escuela primaria cuando se conocieron. Beomgyu se transfirió, cosa que le tenía abrumado pues detestaba los cambios.

Por otra parte Yeonjun estaba más que adaptado, era el niño más popular de su generación, practicaba futbol, era lo suficientemente bueno en clase, y le gustaba bailar en los recesos. Era un niño gentil y extrovertido, agradaba fácil tanto a maestros como a otros niños.

Pero cuando el pequeño Beomgyu se transfirió a su clase todo dio un giro.
Algo en ese chico alto, pero más bajo que él, le causaba intriga.

Yeonjun intentó invitarlo a jugar futbol e incluso a bailar pero fue rechazado con un simple “no quiero” por parte de un delgaducho Beomgyu que ni siquiera le miraba a los ojos.

Para Beomgyu era simple, una persona nueva, que hablaba con una voz nasal alta, le miraba durante las clases y ahora le invitaba a pasar tiempo juntos, eso definitivamente era un no-no.

No es que a Yeonjun le dolía que alguien le dijera que no, pero ¿por qué el chico nuevo no quería pasar tiempo con él?

—Mamá, ¿cómo sabes que alguien te gusta? — su madre abrió los ojos grandes ante la idea de que su pequeño estuviera creciendo ya.
—Quiero decir… cuándo te gusta de que te cae bien — Yeonjun sabía leer rápido a su madre y quería ayuda, no una larga plática sobre cómo era aún muy joven.
—Pues, quieres pasar tiempo con esa persona — dijo la mujer con un tono de alivio en su voz.
—Ya veo, ¿y qué puedo hacer si esa persona me odia? — el pequeño Yeonjun agachaba su cabeza mientras pronunciaba esas palabras.
—No, mi pequeño Yeonjunnie es tan buen niño que no hay una sola persona en este mundo que pueda odiarte, tal vez es solo que no te conoce bien aún.
—Pero nunca quiere pasar tiempo conmigo.
—Hmm puedes probar bromear con esa persona, si bromea también significa que igual le gustas.

Mamá nunca se equivoca.

Es cierto, así había sido por años.
Cada vez que Yeonjun dudaba o quería confirmar que el castaño le quería, simplemente le gastaba otra broma y se mantenía esperando por la respuesta.
Cuando la recibía al fin, incluso con la sorpresa o la incomodidad del hecho, era el más feliz, porque significaba que seguían juntos en ello.

Ese día no tenía nada particularmente planeado, pero al encontrárselo en los lavabos quiso reafirmarlo una vez más, lanzándole gotitas de agua a la cara con sus manos y riendo fuerte al hacerlo.

Beomgyu lo miró, por un segundo pareció que le devolvería la acción, pero solo soltó un suspiro y sin mirarle a los ojos, le dijo “No tengo tiempo para esto”, yéndose sin más.

¿Qué fue eso? ¿me ignoró? ¿No tiene tiempo para esto? ¿para mí? — Yeonjun sintió un vacío en el estómago, el mismo vacío que sintió a los 11 cuando escucho ese “No quiero”Tengo que hacer algo.


Tengo una idea

Te leo…

Se me ocurrió que podemos jugar algo
Algo como verdad o reto
Pero diferente
Yo te pondré retos
Y si los cumples te daré pistas de quien soy
Aceptas?

Un par de minutos pasaron.
Yeonjun veía las clásicas dos palomitas azules, mostrando que su mensaje había sido leído, el miedo de ser hecho a un lado le invadió, pero antes de que pudiera pensar otra cosa su teléfono volvió a sonar.

Acepto.

¿No tienes novio? Yo tampoco. [YEONGYU] +sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora