capítulo 6

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ADARA:

Como te atreviste.

Como te atreviste poner el nombre que escogimos para nuestro hijo, maldita seas, Alessandro.

Y ese osito de felpa, era de nuestro hijo.

¡Como te atreviste!

__¿No es muy hermoso su nombre? Alessandro, lo escogió __esparse su veneno apenas llega, y lastimosamente ese veneno llega como un millon de puñaladas a mi corazón.
No le respondo, por que si lo hago, mi voz temblorosa lo hará notar que esta logrando su objetivo. Pero mi ojos no se apartan del osito de felpa__. Ese osito de felpa fue un regalo de Alessandro, ¿no es tierno? __otro golpe más llega a mi corazón.

Cuando nos enteramos de mi primer embarazo, escogimos ese nombre si era barón y si era una princesa, su nombre seria Cynara. Estábamos tan emocionados, felices de que íbamos ser padres que apenas supimos de mi embarazo, decoramos su cuarto para nuestro hijo/a de color crema. Lo llenamos de juguetes, ropa y de peluches, y ese osito de felpa, fue lo primero que compramos apenas salimos del consultorio.
Pero cuando perdí a los diez semanas de gestación, no podía con dolor que me encerré en la habitación de mi bebé y lloré días con ese osito de felpa en mis brazos.
Alessandro, estaba afectado igual que yo, pero él fue más fuerte que estubo para mi, y al ver que me destruía. Cerro con llave a ese habitación, y nunca más entramos, hasta que me enteré de mi segundo embarazo.
Parecía ir todo perfecto, pero mi bebé no estaba destinado a estar con nosotro, por que a los tres meses de embarazo nuevamente perdí a mi bebe, que me mato por segunda vez.
Desde ese día nunca más entramos a ese habitación, solo Lara, entraba a limpiar y dejaba tal como estaba.
Pero hace unos meses atrás me armé de valor, entre y lloré por mis hijos, pero entonces me di cuenta que el osito de felpa y algunos peluches faltaban.

Le pregunte a Lara, pero ella no tenia ni idea y para preguntar a Alessandro, el como siempre estaba ocupado en sus constantes viajes y trabajo.

El nombre que elegimos juntos, el peluche que compramos juntos con tanto amor y ternura para nuestro bebe, fue para su hijo con esa mujer.

Mi bebé simplemente fue reemplazado por ese niño.

¡Cómo se atrevió humillarnos de esta manera!

Una furia incontrolable corre por mi cuerpo, mis ojos ven rojo, aprieto mis manos en puño que me lastiman mis uñas.

__Supe que ese nombre era para tu hijo muerto, pero ese bastardo fue reemplazado tan facilenme que....

Un puñetazo en su nariz lo hace callar por completo.

Vaya que fue tan placentero estampar mis puños en su nariz.

__En tu miserable vida vuelvas a llamar bastardo a mi hijo, por que el único bastarado aquí es tu hijo, maldita puta __bramo mientras mi cuerpo tiembla de pura rabia.
El niño no tiene la culpa, pero en este momento no soy capaz de pensar en él.
No estoy en mi sano juicio.

__Maldita, me rompiste la nariz __chilla istérica.

De los ojos de esta mujer solo salen dagas mientras intenta detener la sangre que sale de su nariz.
El niño llora abrazándose a Leo, pero en este momento el llanto del niño no me produce nada, por que al pensar que lleva el nombre que elegimos para nuestro hijo, su peluche, que él reemplazo fácilmente a mi bebe, pierdo mi sano juicio.

__Lárgate de aquí por que tienes prohibido la entrada. Lárgate antes que te haga sacar a rastras.

__Señora Lambordi, calmece por favor. Oh le pediremos amablemente que abandoné la clínica __el doctor que atendía a Alessandro, aparece.

__Si no quiere recibir una demanda, más le vale que saque a esta....

__¿Qué pasa aquí? __Apolo, aparece.

__Tío, Apolo __el niño corre a los brazos de mi amigo.

¡No!

__Apolo, nos dio el permiso __la mujer me sonríe con burla mientras se limpia la sangre con el pañuelo del doctor.

__¡No! Tu no __murmuro con dolor__. Tu...tu...

__Adara __veo pena en su rostro.

__Tu lo sabias __confirmo.

__Lo siento, Adara. Le dije a Alessandro, que te dijiera __intenta hacercarce, pero retrocedo.

__Como pudiste, Apolo. Como pudiste __niego repetidas veces__. Pensé que eras mi amigo, pensé que tu apoyo incondicional por mi, por la perdida de mis bebes eran sinceros, pero.....pero eres tal falso como, Alessandro.
¡Eres un hipócrita!

__Adara __su voz ofendido me hacer reír con ironía.

¿Todavía se ofende?

__Todos estos meses me desahogué contigo por la indeferencia de Alessandro, pero eres tan hipócrita que tus palabras eran tan falsos cuando tu sabias perfectamente lo que hacía, Alessandro.

__No es para tanto....

__¿No es para tanto? ¿No es para tanto? ¡¡Maldita sea!! __exploto__. ¿No es para tanto que me haya puesto los cuernos y que haya tenido un hijo con esta mujer? ¿No es para tanto que se haya atrevido dar los juguetes de mi hijo y que haya puesto el nombre que elegimos para nuestro hijo? ¿¡No es para tanto!? __en los ojos de Apolo, veo pánico__. ¿¡Ese no es suficiente humillación!?

__¡No, Adara! Estás con....

__Todos ustedes me vieron la cara __niego__. Todos me traicionaron __me alejo de ese lugar.

__¡Adara! __escucho que viene por mí atrás.

__Eres un imbécil, Apolo. No te acerques nunca más a mi jefa. Todos ustedes traidores ¡aléjense! __escucho a Leo, mientras entro al ascensor.

¿Cómo pude ser tan idiota y no darme cuenta?

¿Cómo permiti que me vieran la cara?

Entonces, Bianca, Geronimo y Ellie, tambien deben saber.

¿Cómo fui tan ingenua?

(******)

Paso una hora desde que salí de la clínica sin siquiera ver a Alessandro.
Mi móvil no dejó de sonar, Apolo y Benjamin, no pararon de marcarme, hasta que finalmente me harté y apagué mi móvil.

No quiero escuchar sus hipocresías, no quiero ni verlos.

Lloré en el auto, mientras Leo, daba vueltas sin ningún rumbo por mi pedido.
Quería llevarme a casa, pero no quería llegar al lugar que compartí por tantos años con el hombre que creí...que me amaba.

Llamé a mi secretaria y exigí lo antes posible el departamento, y como es buena en su trabajo, ya tenía uno.
Llamé a Lara, y se lo pedí que empacara mis cosas lo antes posible y me lo mandara al departamento nuevo, por que no pensaba volver a la casa.

Por orden mía, Leo, aceleró el auto hacia la clínica. Quiero terminar lo antes posible con este tortura.

Me tragué el dolor, saqué mi rostro de poker que utilizo en los tribunales, y con la cabeza en alto, camino por el pasillo hacía el habitación de mi casi ex esposo.

No está Apolo, ni esa mujer. Sólo los guardias en la puerta que me saludan con respeto al verme.

__El señor Alessandro, se despertó un rato y volvió a dormir. Pero ahora está más que despierto preguntando por usted __río con ironía.

Si, preguntando por mi.

__Maldito imbécil __Leo, dice por lo bajo.

__Gracias __entro al habitación encontrándome con mi querido infiel esposo.

Al verme sonríe y levanta la mano para que me acerque a él.

Pero en vez de acercarme a él, le dirijo una mirada tan fría que lo hace borrar su estúpida sonrisa.















(NUNCA ME SUELTES ) En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora