Takemichi Hanagaki un joven de veintidós años, vive solo en un apartamento al cual se mudó luego de terminar la preparatoria junto a sus amigos de la infancia, él por su lado decidió trabajar un tiempo ya que quería ahorrar dinero suficiente para así poder empezar a estudiar una carrera, ya que en lo que más se destaca es en la cocina. Trabajo en varios lugares como, repartidor de comida rápida, mudanzas, supermercados, cafetería y obra en construcción; hasta el momento había hecho mucho dinero pero aún así seguía trabajando y en estos momentos este se encontraba trabajando en una tienda de CDS para tener más dinero.
Takemichi había hablado con su jefa de cambiar de horario con el de estar por las tardes, ya que por las mañanas habían comenzado sus clases de cocina, su jefa un tanto gruñóna terminó aceptando y a partir del día de mañana comenzaría otro horario.
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Manjiro Sano es conocido en todo Tokyo bajo el apodo de Mikey, líder de una de las pandillas más buscadas por tráfico de armas y drogas en varios lugares de Tokyo y sus ciudades, que ha llevado desde los doce años hasta el momento aquella pandilla de criminales por más de años, exactamente once años siendo el líder de la Tokyo Manji y hasta el momento muy poco se sabe de él, ya que se ha mantenido bajo las sombras por mucho tiempo.
Mikey junto a sus amigos de aquellos años se habían ocultado muy bien de la policía ya que no querían ser atrapado, tenían una gran casa oculta en uno de los mejores hoteles de todo Japón y sería muy difícil de ser encontrados, algunos de sus amigos habían tomado la decisión de ''trabajar'' sin ser visto o reconocidos en la cuidad de Kyoto y también aportar su ayuda cuando se necesitara.
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Cierta noche los líderes de las divisiones junto a su líder se encontraban festejando el cumpleaños de uno de los miembros de la Toman, Draken el segundo al mando festejaban su cumpleaños en un bar que era propiedad de ellos con mucho alcohol, música y más cosas, la fiesta había acabado una vez que todos habían quedado completamente dormidos en aquel lugar para suerte de todos ya era sábado.
Esa misma mañana Takemichi se había levantado temprano para hacer las compras para su hogar y también para llevar al curso de cocina, una vez que terminó pasó por la puerta de aquel bar y vio algo que le llamo bastante la atención.
-Vaya se nota que se divirtieron por aquí, en fin es mejor ir a ca...sa? ¿Pero qué carajo? ¿Qué hace un niño en un las puertas de un bar? Ay no no no no...uy y lo peor es que huele a alcohol....malditos borrachos sólo es una criatura-.
Takemichi no lo dudo y se llevó al menor de aquel lugar ya que no pensaba dejarlo allí y más si le podría pasar algo malo. Llegó a su casa, dejó las compras en la mesa y fue a recostar al menor en su cama y se fue a preparar algo para que el niño comiera algo para cuando despertara.
Un poco corta la historia lo se, pero bueno estoy tratando de que vaya quedando.