La mañana del domingo estaba comenzando y no era para nada bueno para los miembros de la Toman, ya que por lo que había pasado el día del cumpleaños de Draken su líder había desaparecido y nadie sabía dónde estaba.
-Chicos ya están bastante grandes para que los regañen...pero esto es inaceptable...¿Cómo es que perdieron a Mikey?-. Preguntó el mayor presente.
-Discúlpanos Shinichiro no creíamos que se nos saldría de las manos-. Comento Baji.
-Yo ya no voy a estar regañando o castigarlo ni nada...Ya estoy viejo para esto chicos-.
-Tranquilo hermano, Mikey ya es mayor de edad y debe estar bien-. Comento otro de los hermanos Sano.
-Estás diciendo en broma verdad? Se trata de Mikey, ese chico no sabe cuidarse sólo....Repito es Mikey-. Volvió a decir Baji.
En ese momento todos guardaron silencio por unos momentos.
-Hay que buscarlo cuanto antes-. Comento nuevamente el mayor de los Sanos.
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En otra parte de la ciudad un pequeño Mikey estaba despertando luego de a ver dormido unas diez horas hasta que el rico aroma del desayuno lo despertó.
-Buenos días Takemicchi-. Dijo Mikey tallando sus ojitos.
-Buenos días Mikey, despiertas justo a tiempo para desayunar, te hice lo que me pediste waffles y un poco de chocolate calentito como te gusta-.
-Que rico!!! Y huele delicioso-.
-Bien entonces desayunemos-.
Ambos comenzaron a comer y a la vez hablaban entre ellos.
-Hace poco empezaste las vacaciones verdad, puedo preguntar que edad tienes?-.
-Emm cinco, si tengo cinco años-.
-¿Qué hay de tus padres? Digo ellos tienen que saber que estas conmigo, puedo llevarte a tu casa después de desayunar-.
-No!!! no es necesario-. Dijo Mikey nervioso ya que no sabía como decirle que en realidad era un mafioso.
-¿Porqué no, acaso paso algo con tus padres?-.
-No..No es que ellos...ellos nunca están en casa y... y yo bueno...siempre estoy solito y no tengo a nadie conmigo-.
-Oh ya veo, bueno mientras tanto puedes quedarte conmigo si quieres claro hasta que ellos regresen-.
-Si gracias me quedaré aquí-.
-Pero eso tendré que llamar a tus padres para que sepan de que estás aquí-.
-No!! Yo..yo les llamó...Si tu le llamas pensarán mal que...que eres un secuestrador o algo de eso...deja que yo les llame y les diga-.
-Supongo que tienes razón, esta bien tú luego les llama y les explica bien, pero ahora termina el desayuno que se enfría-.
Mikey asintió con la cabeza y siguió comiendo el desayuno, mientras que pensaba de que esta vez estaba a salvo de ser descubierto por el mayor a demás aprovecharía el ser niño y disfrutar de la rica comida que le preparaba el mayor con mucho amor. Luego de desayunar y lavar los platos sucios Takemichi se fue a comprar para la comida junto al menor y también le había comprado unos cuantos dulces y unos ricos postres, ese día Mikey y Takemichi la habían pasado bastante bien al mayor le encantaba consentir al menor y a este le empezó a gustar de que lo mimaran mucho, la noche llegó y ya ambos se encontraban cenando.
-No me gusta el brócoli!!-. Grito Mikey.
-Tienes que comer verduras Mikey-.
-Que no!!!!-.
-Está bien no comas, pero no habrá postres para ti y menos dorayakis o taiyaki-.
-No no Takemicchi malo, yo quiero postres!!!-.
-No yo ya dije-.
Mikey había puesto una carita a punto de llorar y Takemichi le ignoro levantándose de la mesa.
-Takemicchi!!!! No me ignores....ey!!...Bien tu ganas voy a comer-. Dijo Mikey comenzando a comer.
Por su parte Takemichi sonrió victorioso y fue a buscar unos postres de chocolate, una vez que terminó de comer Takemichi dejo los postres frente de él.
-Ves que no te cuesta nada-. Dijo Takemichi dándole un beso en la cabeza.
-Me obligaste-.
-Jajajajajaja tu premio por comer todo-.
Mikey no dijo nada y tomo uno de los potesitos y comenzó a comer, Takemichi también comenzó a comer el suyo, una vez que terminaron se lavaron los dientes y se fueron a la habitación del mayor.
-Creí que tenía un futon de más, ya que Mikey ¿Duermes conmigo?-. Dijo Takemichi buscando al menor y viéndolo ya en su cama.
-Ya estoy aquí Takemicchi, anda ven que hace frío-.
-Ya voy...Cierto olvidé decirte mañana tengo que ir al curso de cocina ¿Quieres venir? Haremos los típicos dulces de cocina-.
A Mikey le habían brillado los ojos cuando el menor y sin duda aceptó.
-Si si si-
-Bien entonces a dormir pequeño-.
Takemichi beso la cabeza del menor y este rápidamente se acostó bien apegado al mayor.
