De oro y plata

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Capitulo XXXIV
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Jamás en su vida pensó vivir un momento más incómodo y con tanto miedo en su corazón como ese momento. Tenía a Kirishima sin decir ni una sola palabra viendo la televisión en el sofá acariciando a los gatos mientras ellos se dedicaban a preparar algo rápido para hacer la ¿Charla? Más a Mena.

Pero quizás Shinsou estaba tan sorprendido y espantado como él que tampoco hablo en todo ese tiempo, solo se escuchaba el sonido de los trastes al utilizarlos y los maullidos encantados de los gatos.

— Oye Bro — Cuando Kirishima hablo, Denki casi tira la taza — ¿Me das un té en vez de café? Plis —

Cuál niño el pelirrojo suplico poniendo su carita más dulce mientras se acomodaba mejor en el sillón ahora recostado, ajeno a todo el caos que había creado a su alrededor.

La respiración casi se les corta cuando llegó el momento, dejando las tazas y los bocadillos en la mesita frente al sofá, tomaron asiento en el suelo como niños regañados esperando el Alfa empezará a hablar.

Pero ni al caso, el Alfa de cabellos rojos tomo un aperitivo, se lo metió a la boca, cambio de posición y ahora tenía a Shou en su estómago y le acariciaba dulcemente tratando de no ahogarse en el proceso al pasar el bocado. Katsu, tan peligroso como era, estaba dando una guerra contra el cabello ajeno buscando atención, mientras el dulce Izu se la pasaba jugando entre sus piernas.

Kaminari entonces en completo silencio dio un codazo nada discreto a su pareja para que hablara, el silencio iba a matarlo en cualquier momento, el Alfa se quejo pero acepto su destino al ser cómplice del crimen y se preparó para todo.

— Y ¿Vienes a avisarnos sobre tu boda? Vimos los mensajes del resto en la mañana — Bien, no estaba del todo preparado, no iba a atacar el punto directamente, pero al menos empezó la conversación.

— Oh ¡Cierto! Se me había olvidado, jugar con Shou es tan divertido que casi olvidó a qué vine — Eijirou se levantó del sofá dejando a los gatos en este y camino hasta la mesa buscando la invitación que había traído pero no recordaba donde la había dejado.

Por otra parte, Kaminari ya le estaba rezando a todos los dioses que conocía para que se apiadara de su alma al sentir la respuesta como una daga de culpa clavándose en su corazón.

— Quería entregarlas personalmente ya que son mis personas favoritas, Katsuki también vendrá a ello pero se está tardando —

Ah, ahora que lo recordaba, su beta se había quedado en la exposición de cuchillos ¿Tardaría mucho en llegar?

— La invitación es para ambos, podrán entrar con ella y allí mismo vienes las especificaciones y... —

— Lo siento — Denki se dejó caer con culpa haciendo una reverencia perfecta llena de arrepentimiento, hasta ahora había evitado el tema pero era ahora o nunca, no podía fingir que nada había pasado — Lamentó mentir cuando me preguntaste pero... No quiero devolverte a Shou-chan —

Shinsou se sorprendió de lo directo que fue, pero ya que tenía parte de la culpa, también hizo una reverencia y ninguno quería ver a Kiri a los ojos.

Quizás habían tenido muchos problemas, pero podían decir que el Alfa siempre fue una buena persona, quizás no se daba a entender del todo, pero nunca hizo nada más que querer hacer felices a sus amigos y seres queridos, era un alfa dulce y de buen corazón que, si bien no era perfecto, al menos se merecía la verdad.

Se escuchó el crujir de la boca ajena y al levantar la vista Eijirou ya estaba continuando con sus bocadillos mirándolos teniendo cara de no entenderlos.

¡Shinsou, los gatos y yo! (Shinkami Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora