Nubes y Elefantes rosas.

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Capítulo XVII
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— ¡Ya vete a tu casa Aoyama! —

— ¡No puedo concentrarme allí! Aun no esta todo acomodado y la sensación es pésima —

— Oh y por eso debes estar en mi departamento todo el día —

El que Denki discutiera con Aoyama sobre su espacio no era novedad, y para Monoma y Shinsou era un placer secreto que nunca admitirían tener,

Los dos rubios tenían sus razones, Aoyama aun no terminaba de acomodar sus cosas y la planeación de su negocio no era fructífera en ese lugar, necesitaba un espacio acomodado y tranquilo y Denki le había dicho que estaba bien al principio.

Por su parte Denki quería tener su espacio, era su hogar y su lugar de trabajo, no todo el día se la podía pasar en el departamento de Shinsou por lo que ya le oraba a Dios y hasta Satanás para que se fuera de su casa o que mínimo respetara sus espacios.

Estaban desayunado en el departamento de Shinsou, él y Monoma tomaban café y galletas en completo silencio mirando el drama que estaba mas interesante que los chismes matutinos en la tele, Denki se ponía rojo de las orejas y hablaba un poco mas chillón mientras se erizaba un poco mientras Aoyama se erguía mas en su altura, levantaba respingonamente la nariz y mostraba desinterés.

Era como ver a un pequeño gato afelpado tratando de correr de su territorio a un gran danés y eso solo daba ternura a Shinsou y risa a Monoma.

— Si "Alguien" me ayudara a arreglar mi departamento con gusto me iría de este basurero —

— Pues "Alguien" no tiene porque ayudarte y además es dueño de este basurero y opina que si no te gusta mejor es que te vayas —

— No quiero, sera un basurero pero es cómodo —

— Cómodos mis calzones ¡Vete de aqui! —

— Eso no puedo saberlo son tuyos ¿O le pregunto a Shinsou?  —

La respuesta efectiva y nada cómoda de Aoyama puso de colores al omega mientras su alfa escupía el café de la impresión y Monoma reía con mas ganas aun.

Y es que si, efectivamente Shinsou sabia que eran cómodos gracias a lo suavecitos que se sentían en las mañanas cuando a Denki le daba calor y terminaba dormido a su lado en ropa interior.

— No quiero saber de sus intimidades, ya callate Francés estoy desayunando tranquilo — Cuando Monoma se interpuso en la pelea el omega inmediatamente corrió a ser consolado por su pareja, mientras una nueva pelea empezaba.

Esta vez era el gran Danés siendo intimidado por un Escocés.

En el rincón, Sho dormitaba acomodado plácidamente sobre Izu el cual se veía mas feliz de lo usual, quizás por que Sho finalmente le correspondía su amor incondicional o porque había desayunado muy bien, eran gatos, ellos sabrán.

— ¿Ya tomaste tus supresores? —

— Si, esta mañana, no te preocupes — Ya tenían tres meses juntos, se habían acostumbrado bastante al otro y se habían acoplado en sus vidas diarias, el tema del celo era poco frecuente pero se cuidaban como debían.

Shinsou mantenía sus supresores en una alta dosis para evitar riesgos y el... Bueno las pastillas le funcionaban bien, solo era tomárselas temprano y ni notaba que era esa fecha del mes.

Aun así agradecía que Shinsou se preocupara por preguntarle, llevaban poco, no quería dañar a Shinsou de ninguna manera y no quería obligarlo a quedarse a su lado.

¡Shinsou, los gatos y yo! (Shinkami Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora