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Me levanté por la alarma resonando a las seis de la mañana. Tallé mis ojos, me estiré y me dí un buen baño, al salir me puse el uniforme, arreglé un poco mi cabello y salí de mi habitación.

Me despedí de mi hermana y salí de casa, me dirigía ahora a la de mi Rosé, pasaría por ella para irnos juntos a la escuela. Al llegar, toqué la puerta unas veces, y después de unos segundos, salió su madre.

—Taehyung —Saludó la señora Park, con una sonrisa.

—Buenos días —Hice una reverencia, de igual forma con una sonrisa —He venido por Rosé, iremos juntos a la escuela.

—Ah, ella amaneció enferma —Dijo de una manera muy segura —Yo creo que es porque anoche regresó un poco parte, y hacía frío.

—Ya veo —Hablé no muy convencido —Me gustaría pasar a verla.

En ese momento su actitud cambió por completo, incluso su postura, se puso a juguetear con sus manos.

—Oh cariño, ella sigue durmiendo —Hizo una nueva.

Algo no me cuadra.

—Bueno, puedo por lo menos verla un segundo —Intenté adentrarme a la casa.

Justo cuando lo iba a hacer, el padre de Rosé, Hoojin, apareció frente a mi, con una mirada que por poco y me deja tres metros bajo tierra.

—Rosseane sigue dormida ¿No entiendes, niño? —Habló de una manera muy grosero.

Lo miré desafiante, algo no andaba bien, y debía asegurarme que mi pequeña estuviera a salvo.

—Lo siento, pero necesito verla —Dije firme, y no me moví de ahí —Solo déjeme verla y me voy.

El padre de Rosé hizo un gesto molesto, le ordenó a su esposa que se fuera, ésta se negó al inicio, pero accedió. Él regresó la mirada a mí.

—Kim Taehyung —Puso sus manos en su cintura —Si no te largas, llamo a la policía.

—Me parece perfecto, hágalo —Lo miré desafiante.

—No juegues conmigo ¡Largo! —El padre de Rosé, me dió un empujón y el cerró la puerta.

Decidí mandarle un mensaje a Rosé, para preguntarle a ella si todo estaba en orden.

Rosie <33

hola preciosa, tú mamá dice que estás enferma, ¿Qué tienes? ¿Necesitas algo? Cuando veas el mensaje por favor llámame, debo asegurarme que estás bien, te amo. <3

Bloqueé el teléfono, lo guardé en mi bolsillo izquierdo y comencé a caminar no muy decidido a la escuela, quizá Rosé le había dicho algo a Lalisa, si la veía podría preguntarle a ella.

.

Mi cabeza dolía mucho, mi cuerpo ni se diga, lo sentía roto, y no solo físicamente. Desperté en mi cama, todo en orden, intenté levantarme, pero el dolor en mi cuerpo no me lo permitía.

Solté un suspiro, y con la mirada busqué mi teléfono, pero no lo encontré. Lo último que recuerdo de anoche, es a mi padre golpeándome mientras estaba borracho, eso no es una buena combinación.

Dos toques en la puerta de mi habitación se hicieron presentes, y después la figura de mi mamá apareció.

—Ya despertaste —Me dijo con una sonrisa —¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?

—Amanecí golpeada, no puedo sentirme bien —Dije seria, me hartaba un poquito de esto.

Mi madre agachó la mirada apenada, caminó hasta llegar a mi cama y se sentó en la orilla de esta.

—Lo lamento mucho Rosie —Tomó nos manos —Pero si superas el porque de muchas cosas, quizá entenderías.

—Discúlpame madre, pero no logro  entender sus acciones hacia mi persona —De inmediato retiré mis manos de su agarre.

Ella no dijo nada, solo asintió y se levantó. Salió de mi habitación sin decir nada. Solté un suspiro pesado, me dolía hablarle así a mi mamá, pero creo que ya he soportado demasiado.

Siempre he tenido la idea equívoca, que mis padres pueden hacerme mierda y pisotearme más veces que ellos quieran, y yo siga amándolos y respetandolos, hoy me he cansado de eso.

Como pude me levanté y me adentré al baño, me quité la ropa, abrí las llaves y dejé que las gotas me hicieran suya. Y sin pensarlo dos veces, las lágrimas ya estaban en la ducha conmigo.

Por más que yo intetara ser fuerte, y revelarme con mis padres, nada resultaba, porque los golpes jamás iban a parar. Ni siquiera tenía el dinero suficiente para irme de aquí.

Al terminar de bañarme, me enredé la toalla a mi cuerpo y salí, cuando me puse mi ropa interior, me ví al espejo, y me dolía lo que se reflejaba. Era una Rosé con muchos golpes en su abdomen, piernas, brazos, cuello.

Desvíe mi mirada y continúe vistiéndome.

.

—¡Lalisa! —Grité en cuanto la ví platicando con un chico.

Ella volteó a verme y después al chico, le dijo algo y este se fué, y ella comenzó a caminar hacia a mí.

—¡Hola Taehyung! —Me saludó —¿Y Rosé?

—Eso venía a preguntar —Dije —Se suponía que vendríamos juntos a la escuela, pero resultó enferma.

—¿En verdad? —Preguntó y yo asentí —¿Y qué tal la viste? ¿Qué tiene?

—En realidad... no la ví. Su madre dijo que ella estaba dormida y...

—Espera —Me interrumpió poniéndome su mano en el pecho —¿No la has visto? —Negué —Tae, algo anda mal.

—Eso mismo creo yo. Anoche salí con ella y todo estaba bien, y ahora... Ésto.

—¿Le has mandado mensaje ya? —Asentí —¿Y te respondió?

—Ni siquiera le entran los mensajes.

—Mmh —Ella pensó por un momento —¿Qué te parece si a la salida la vamos a ver?

—Esta bien, te veo en el estacionamiento —Ella asintió.

Después de eso, cada uno se dirigió a su aula correspondiente. En todo el día no pude concentrarme al cien, algo pasaba con Rosé, quizás es verdad que solo está enferma y yo exagero las cosas. Pero también puede que ella no esté bien y nos necesite.

Sea cual sea la razón, ella me tendrá ahí.

Aquí otro capítulo, espero que les guste mucho. 🦋
Cuídense mucho, tomen agüita y usen cubrebocas jeje. ♥️🤘

Dime; Taerose [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora