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— ¿Un nuevo hematoma? —Taehyung miró la mejilla de la rubia.

Rosé bajó su mirada apenada — Es tan solo uno.

— Creí haberte dicho que ya no te dejaras de ellos Park.

— No es tan fácil como piensas, no eres tú quien los confronta, no es a ti a quien golpean y hacen menos.

— ¿Te digo por qué? — Taehyung le alzó la voz a la rubia — ¡Porque jamás me he dejado! No soy un blanco inútil.

Los ojos de Rosé se abrieron a más no poder, y se llenaron también de lágrimas a punto de salir. Rosé tomó la manija del auto de su novio y la abrió.

— ¡Rosé! — El castaño imitó su acción y bajó del auto.

Al mirar a su al rededor, se percató que Rosé corría a más no poder, sabía que se había equivocado, él debía entenderla mejor y más.

— ¡Mierda! — Hizo un ademán de estar arto.

Taehyung volvió a entrar al auto, y condujo a la casa de la rubia, la cual queda a tan solo dos calles. Al llegar no vió ningún rastro de ella, supuso que ya había llegado.

Bajó del auto y tocó a su puerta, debía pedirle perdón a la pequeña Rosé, no quería herir sus sentimientos.

— Si eres Taehyung no abriré — Se escuchó su dulce voz al otro lado.

— Mi amor, ábreme — El castaño recargó su cabeza en la puerta — No quise decirlo así. Pero en realidad me molesta que te dejes, quiero protegerte siempre.

Al otro lado, la rubia soltó un suspiro pesado y abrió la puerta. Al hacerlo miró el bello rostro de su novio arrepentido.

— Te juro que sí vuelves a decirme algo así, te mato — Dijo la rubia — No debes juzgarme por dejarme, no soy igual de fuerte que tú, habló de fuerza emocional.

— Te prometo que jamás volveré a decirte algo así — El chico se acercó y abrazó a su novia — Te amo mucho mi pequeña Rosé.

— Te amo mucho Tae.

.

Rosé terminaba de vestirse para ir a la escuela, se maquilló, y se puso sus tacones preferidos. Un día más a ocultar la mierda de vida que tenía.

Bajó las escaleras y se encontró con sus padres desayunado. Tomó aire y valor, y los saludó, pero como era de esperarse no obtuvo respuesta.

— En la noche tenemos una cena, irás con nosotros — Habló su madre sin siquiera mirarla.

Y esa pequeña emoción se hizo presente en la rubia.

—¿En verdad? — Habló tratando de ocultar su verdadero entusiasmo.

—Es por obligación, no te emociones.

Adiós a la euforia.

— Bien, nos vemos en la tarde.

Se despidió de sus padres y salió de casa, para poder dirigirse a la escuela. Donde pasaría un día totalmente aburrido, lo único bueno era su novio y su mejor amiga.

Esas dos personas eran lo más importante para ella, realmente esperaba que nunca se fueran de su vida.

Dime; Taerose [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora