ɴᴇɢᴏᴄɪᴏs ᴏ ¿ᴀᴍᴏʀ?
"Ella y él estaban decididos a centrado únicamente en los negocios, sin espacio para el amor. Sin embargo, el destino les depara sorpresas inesperadas en su búsqueda de éxito. ¿Serán capaces de resistir la tentación del amor en med...
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Al momento de decir eso, las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas. Hablar sobre su amada que se fue y que nunca volverá le rompía el alma.
—Pero dime, Jimin, ¿cómo es que murió Emily? —le preguntó con voz suave, mirándolo con preocupación—
Jimin tomó aire profundamente antes de comenzar a relatar la historia que lo había marcado para siempre.
—Era un 13 de noviembre, nuestro décimo aniversario de casados —empezó, con la voz temblorosa—. Yo estaba trabajando con mi padre en la compañía, y Emily... supongo que fue a comprar las cosas para la cena. Después de salir del trabajo me fui a casa, y al entrar, no había nadie. Algo muy extraño para mí. Entonces, recibí esa trágica llamada en la que me avisaban de que ella estaba en el hospital...
El dolor en sus ojos se hacía más intenso con cada palabra.
—Lo peor de todo es que ella estaba embarazada, y esa noche me lo iba a decir como regalo. Cuando llegué al hospital, pedí informes de inmediato. Me dijeron que Emily y el bebé estaban muy delicados... Y ahí llegó la parte más dolorosa para mí. Salió el doctor y me dijo que solo uno de los dos podían salvar. Yo no sabía qué escoger, sabía que si salvaba a mi bebé él o ella se quedaría sin mamá, pero si escogía a mi esposa, ella viviría más tiempo y tendríamos muchos hijos...
Jimin hizo una pausa, sus lágrimas fluyendo libremente ahora.
—El doctor me dio la oportunidad de entrar y verla. Fue la peor imagen que he visto en mi vida, ella estaba llena de cables y tubos, no soportaba verla así... Al parecer ella sintió mi presencia. Y —se le quebró la voz—. Ella me dijo: "Salva a nuestro hijo. Sé que el bebé será un recuerdo vivo mío. No te preocupes por mí, siempre estaré junto a ustedes". Yo le dije que no, que prefería salvarla a ella, pero se negó. Con el dolor en mi corazón, le dije al doctor que salvaran a mi hijo.
Hizo una pausa, tratando de recuperar la compostura.
—¿Y dónde está tu bebé? —preguntó su amigo, temiendo la respuesta.
—A los dos días murió —respondió Jimin, su voz apenas un susurro—. Era un bebé prematuro, su cuerpo no estaba bien formado.
Bajó la cabeza, sus hombros temblando por el sollozo.
—Oh... —fue todo lo que su psicólogo pudo decir.
—Fue duro enterrarla —continuó Jimin—. Lloré mares, ni siquiera mi madre pudo consolarme en ese momento tan débil. Creo que ella fue la única que no vestía de negro ese día...
El dolor en sus palabras llenaba el aire, creando un silencio pesado y solemne.
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