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¿Por qué? ¿Por qué la vida era tan dura con ella? ¿Acaso no merecía ser feliz? Al parecer no

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¿Por qué? ¿Por qué la vida era tan dura con ella? ¿Acaso no merecía ser feliz? Al parecer no. Se dio cuenta de que once años de estar oculta fueron en vano. Millones de preguntas invadían su mente, pero ya no podía más, ya no podía seguir aguantando esas lágrimas que deseaban salir hace once años, cuando decidió alejarse de él, para su bien... Pero ahora se daba cuenta de que fue todo en vano.

La noche era oscura y fría, el viento soplaba con fuerza y las luces del estacionamiento parpadeaban débilmente. Emily sentía como si todo el peso del mundo cayera sobre sus hombros. Caminaba rápidamente, sus pasos resonando en el asfalto, mientras las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas. A cada paso, sus pensamientos se volvían más oscuros y desesperados.

—Fui una estúpida —murmuró con rabia, apretando los puños—. ¿Cómo pude creer en él? —La frustración y el dolor en su voz eran palpables.

Su mente viajaba al pasado, recordando los momentos felices que compartieron, los sueños que construyeron juntos, y cómo todo se desmoronó en un instante. Las lágrimas, contenidas durante tantos años, finalmente encontraron su camino, fluyendo libremente mientras Emily se dejaba llevar por la tristeza.

La felicidad no era para ella. Esa era la cruel realidad que había aceptado.

—¡Emily, espera! —una voz masculina, agitada y desesperada, rompió el silencio de la noche—. ¡Para, maldita sea!

Emily se detuvo, su corazón latiendo con fuerza. No quería enfrentarlo, no quería escuchar sus excusas. Pero sus piernas se negaron a seguir adelante.

—No es lo que tú crees —dijo él, regulando su respiración, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

—No me tienes que dar explicaciones, no soy nada tuyo —respondió ella, sin girarse, su voz fría y distante.

—Claro que sí, eres mi esposa —la voz de Jimin era un susurro lleno de dolor.

Emily rió amargamente, una risa cargada de amargura y desilusión. Por fin giró sobre sus talones para mirarlo a la cara, sus ojos llenos de lágrimas y resentimiento.

—Hace once años que no soy tu esposa —sollozó—. ¡Hace once putos años dejé mi vida para que tú estuvieras a salvo! ¡Dime, qué mierda gané yo?

La mirada de Jimin se llenó de lágrimas, su rostro mostrando el dolor y la culpa que sentía.

—¡Perdóname! ¡Mil veces perdóname! —sus palabras eran sinceras, pero Emily no podía aceptarlas.

—Es momento de que sepas la verdad, que sepas por qué fingí mi muerte —dijo ella, apretando fuertemente sus puños—. Hace once años, un día como cualquier otro, tu madre me citó para hablar sobre algo importante tuyo, algo que me preocupó mucho por el tono en que lo dijo —suspiró profundamente—. Era un día antes de nuestro aniversario, y también ese día me había enterado de que estaba embarazada de ti. Ese iba a ser tu regalo. Fui a la casa de tu mamá y me recibió de una manera tan gustosa, algo que se me hizo extremadamente raro. Sabes que tu mamá nunca me ha querido.

Nᴇɢᴏᴄɪᴏs O ¿Aᴍᴏʀ?-☾︎ᵖᵃʳᵏ ᵐⁱⁿ ʸᵉᵒⁿ☽︎-FINALIZADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora