Segundo Aire

Capítulo 68 - Nuevos amigos y viejos enemigos

Zoro se dio la vuelta, espada en mano, desatando un torbellino de cuchillas que atravesó el suelo y lo arrastró hacia abajo.

Directo al nivel seis.

Zoro aterrizó fácilmente en el piso de concreto del oscuro y espeluznante nivel de la prisión y notó que estaba casi vacío. Jinbe y Crocodile se sentaron solos en sus celdas, observando con curiosidad la llegada de Zoro.

"¿Dónde están el resto de los prisioneros?" preguntó.

"Fueron liberados por Shiryu de la Lluvia y se fueron con él", respondió Jinbe.

Los ojos de Zoro se entrecerraron, el nombre traía recuerdos que lo enojaban. Lo ignoró por ahora.

"Lo que sea. Jinbe, estoy aquí para liberarte".

Jinbe inclinó la cabeza hacia un lado. "¿Por qué?"

"Órdenes del Capitán". Pudo ver que Jinbe estaba confundido por la respuesta y agregó: "Mi capitán es el hermano de Ace".

Eso pareció disipar las dudas del hombre pez. Zoro desenvainó a Wado y enfocó, antes de lanzarse hacia adelante. En segundos, los barrotes de la jaula se abrieron, junto con las esposas de Jinbe.

Crocodile levantó una ceja al presenciar la hazaña. Todo lo que los espadachines acababan de cortar estaba hecho de piedra marina. Él sonrió.

"Escuché que planeas invadir Marineford", dijo el hombre de arena, lo que provocó que Zoro se volviera hacia él con una mirada desinteresada.

"Libérame a mí también y te ayudaré. Siempre estoy dispuesto a matar a algunos marines".

Zoro sonrió. "Sabes, de alguna manera, no creo que necesitemos tu ayuda".

El ojo de Crocodile tembló y Zoro continuó. "Pero supongo que podría ayudarte. Por supuesto, probablemente sepas que ahora estamos aliados con los Piratas de Barbablanca, y que estarán en Marineford con nosotros. Él no sería tu objetivo, ¿verdad? "

Los ojos de Crocodile se entrecerraron y la sonrisa de Zoro se amplió.

"Te dejaré ir si prometes luchar solo contra el Gobierno Mundial y no perseguir al viejo".

El antiguo señor de la guerra se burló. "Me niego", dijo, sin siquiera pretender considerar.

Zoro se encogió de hombros. "Como quieras. Diviértete aquí abajo".

Prácticamente podía sentir la irritación de Crocodile cuando él y Jinbe se giraron para irse. Sin embargo, eso no era lo único que podía sentir. Directamente encima de ellos había dos auras que no había sentido desde Arabasta.

Parece que obtendrás tu deseo después de todo, bastardo de arena.

Zoro saltó hacia arriba a través del agujero que había hecho y aterrizó en el piso del Nivel Cinco. Jinbe aterrizó junto a él un momento después.

Los ojos de Zoro se posaron en los dos ex agentes de Baroque Work que ahora lo miraban en estado de shock.

"Oye, mucho tiempo sin verte", dijo. Daz Bones y Zala adoptaron posturas listas para la batalla, ambas activando sus Frutas del Diablo.

Zoro se rió entre dientes. "Nos vemos", dijo, antes de alejarse, dejando a los dos atónitos. Jinbe lo siguió detrás.

Habiendo tomado el ascensor, Shiryu llegó al último piso de la prisión, con los prisioneros liberados a cuestas. La turba de peligrosos criminales celebró su libertad, dando a conocer su júbilo gritando al cielo abierto que no habían visto en años.