Capítulo Diecinueve

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―Waverly, lamento mucho hacerte esto de nuevo.

―Kara, está bien. Me encanta echar una mano ―Acarició con la nariz al bebé―. Y me encaaaanta veeerte de nuevooooo! ¿No es este mi chiquitín? ¿A que chi?

―Realmente, realmente lo lamento. Pero tenía planes para esta noche y francamente, si no lo hago ahora, nunca podré obligarme a mi misma a volver a hacerlo. - Ella tenía todos los trastos del bebé, los había transportado (y a Baby Jerry) fácilmente hasta el vestíbulo principal.

―¿Kara, quieres parar? Es un placer ayudar. ¿Se lo harás saber a su mamá?

―Sip, bueno, no se va a alegrar cuando descubrar que te encasqueté a Baby Jerry. Solo recuérdale que no mate al mensajero. - Waverly rió, apartándose el cabello de la cara.

―¡Por amor de Dios! Estoy segura de que irá bien. Sabes, Kara, la Señora Danvers no es tan mala como tú... - Vale, si tenía que soportar el sermón "da a tu madrastra una oportunidad" de alguien que no había crecido con ella, me iba a estallar un vaso sanguíneo.

―Si, bueno, gracias, te debo una, ¡adiós! ― Le di un empujón servicial. Cerré la gran puerta delantera y me apoyé en ella.

Dar el biberón a Baby Jerry: comprobado.

Lena fuera en alguna parte con Nia: comprobado.

Ninguna visita improvisada que yo supiera: comprobado.

Winn en el trabajo: comprobado.

Clarke y Lexa rondando fuera por ahí, Lexa comiendo y Clarke por gusto: comprobado (hice nota mental de asegurarme de que esas dos solo estaban jodiendo a chicos malos)

Cathie-el-fantasma no a la vista: comprobado.

Imra tejiendo en su habitación: comprobado.

Ella tenía la habitación más grande del segundo piso, la del empapelado azul y oro y todo el mobiliario anticuado y pulcro de madera clara, como si los carpinteros escandinavos que construyeron esta mansión hace tiempo hubieran estado pensando en el cabello de sus esposas mientras la diseñaban y construían. Llamé a la puerta entreabierta y entré.

―Se puede.

Tejer en la cama era algo nuevo. Normalmente se traía su bolsa de labor a la cocina con nosotros, o iba al sótano con Lexa, o se la llevaba a una clase de artesanía. Pero Winn me había explicado que se cansaba antes, y le llevaba más tiempo ponerse en marcha.

―¿Tienes un minuto? ―pregunté.

―Uh... huh.

―No puedo decir donde termina la cama y empieza tu labor ―bromeé. Era cierto, sin embargo: yacía sobre una colcha de punto azul marino, y estaba tejiendo otra, esta roja.

―Si, bueno, eres una idiota ―sonrió abiertamente.

―Uh... huh ―apenas oí el insulto. Empecé a sentarme en la cama, después me levanté y jugueteé con el pie por un momento―. Escucha, Imra, he estado pensando mucho últimamente. Quiero decir, un montón.

―¿Necesitas Advil?

―¡Es en serio! ―Casi le grité―. Escucha... no puedo creer que siquiera te esté hablando de esto...

―No ―dijo.

―¿Qué?

―No. No puedes morderme. No puedes convertirme en vampiro. No lo permitiré. - Mi discurso ensayado desapareció en un remolino de alivio e indignación.

―¿Qué? ¿Cómo lo sabes? ¡Oh, esas chismosas idiotas!

―Si, así es como describiría a Nia y Lena. Vamos, Kara. Nadie me lo ha contado. Era tan obvio... no solo estás teniendo conversaciones privadas con vampiros experimentados, sino que francamente, cada vez que me miras pareces un perro mirando a un bistec crudo.

―Huh.

―Si.

―Escucha, siento lo de las miradas, pero he estado investigando un poco, y los riesgos...

―Son muchos más altos si me muerdes, que si trato mi cáncer. - Abrí la boca. ―Porque por mucho que quieras, todavía me estarías matando, ¿verdad?- Cerré la boca y ella siguió, de forma agradable pero totalmente firme. ―Incluso si vuelvo después. Y si me haces volver después, no hay garantías de que fuera yo, ¿verdad? De hecho, suena como si al menos los primeros años, fuera a ser una autómata chupasangre sin mente. No gracias.

―Algunas cosas suenan mal cuando pones "sin mente" y "chupasangre" delante de ellas. ―Me dejé caer al final de su cama― Jesús, con los días que he pasado trabajando en esto, interrogando a todo el mundo, reuniendo coraje para hablarte de ello, y tú toda "si, sabía lo que ibas a decir, y por cierto, no".

―No es culpa mía que sea patéticamente fácil leer tu minúscula mente -. Le lancé una mirada.

―Supongo que ésta es la parte donde yo me pongo toda "serás mía, o si no..." y tú toda "eeeek, suéltame, prefiero morir antes que unirme a tu malvada cruzada".

―No, eso fue el año pasado cuando querías que fuera a hacer las compras de Navidad a principios de septiembre.

―Hacer las compras de Navidad en septiembre hubiera sido simplemente eficiente, había muchas ofertas

―Muy propio de ti ―se burló― confundir grotesco con eficiente.

―¿Porque quiero salvarte y mantenerte a mi alrededor por toda la eternidad? - Se encogió de hombros.

―Pégame. - Miré al techo, porque no quería mirarla. No quería intentar adivinar si estaba pálida, si había perdido peso.

―Imra, esta cosa podría matarte.

―Así que tu respuesta es... ¿matarme?

―Es una posibilidad de algún tipo de vida. Una vida en la que tu mejor amiga es la reina. Eso tiene que valer algo. -Me golpeó el hombro con un pie.

―Estás pasando por alto todo lo que podría salir mal.

―¡Bueno, y tú!

―Hay un tiempo para todo. Este es el momento de luchar. Lo siento... puedo ver lo agónico que debe ser desde tu punto de vista. Pero, típico de Kara... asumes que esto es algo que tienes que decidir tú. Es mi vida, y mi muerte, y mi elección quedarme y luchar. ―Sonrió―. Por otro lado, si me conviertes en vampiro, no creo que podamos ocultárselo a Mike. ¡Y entonces lo sabría seguro!

―El menor de mis problemas ―dije sombríamente. Y después―. ¿No se lo has contado aún?

―Me lo estoy reservando ―dijo, repentinamente sombría también― para nuestro aniversario de los dos meses. - Que idea tan fenomenalmente mala. Pero no era asunto mío.

―Si eso lo que sientes...

―Lo es por completo, así exactamente es como me siento. Así que nada de rondame y saltar de entre las sombras para intentar convertirme, ¿vale? ―Recogió sus agujas y volvió al trabajo. Buen ejemplo para todos nosotros.

―Vale ―dije, levantándome y caminando hacia la puerta― pero si cambias de opinión y decides que quieres ser suciamente asesinada...

―Correré a tu habitación lo primero de todo ―prometió.

Mortificada, salí.

Vampira & No PopularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora