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— Mierda.. estoy harto de esto.— aflojando el nudo de su corbata, se dejó caer en el respaldo de su silla de cuero tratando de despejar su mente cinco segundos.

Era el presidente de la compañía pero una mala jugada de su mano derecha lo había hecho perder millones de wones al revelar un nuevo sistema de seguridad, que la empresa contraria al darse cuenta de ese error, tomó ventaja para lanzarla primero al público. Lo que si sabía era que iba a matar a Kyuhyun por ese error.

Volteando a su lado izquierdo del escritorio, sonrió levemente al ver la foto de su hijo de 8 meses. En ella el bebé sonreía mostrando sus encías y sus ojitos cerrados.

— No lo sabes pero esos ocho meses fueron los mejores de mi vida — susurró sonriendo mientras acariciaba la imagen con mucho amor.

Negando con la cabeza, volvió a reincorporarse en su asiento pensando en que haría para enmendar el error de Kyuhyun. Era su primo así que no podía ser cruel con el pero si lo reprenderia de alguna manera.

La cabeza ya le dolía por lo que mejor se puso de pie, tomó su saco que estaba en el respaldo de su silla junto con sus llaves, cartera y celular para ir a dar una vuelta a despejar su mente y pensar que hacer.

Viéndose frente al espejo que tenía en su oficina, acomodó su traje, vistiendo impecable de pies a cabeza. Siwon siempre había sido una persona pulcra en su vestir. Todo tenía que ser perfecto para él.

Abriendo la puerta de su oficina, camino con el porte que lo caracterizaba hasta los elevadores. Una vez entró, presionó planta baja. Al cerrarse las puertas, soltó un suspiro a la par que se recargaba en el frío acero del elevador.

Un sonido hizo que su paz desapareciera. Las puertas se habían abierto en un piso superior y quién entró, era a quién menos quería ver. Rodó los ojos al sentir el golpe en su hombro.

— No estoy de humor Kyuhyun. Me duele horrible la cabeza gracias a ti. ¿En qué demonios estabas pensando?. — volvió a recargarse en las paredes oprimiendo un botón para que las puertas se cerraran.

— Sabes que no fue con intención de molestar. Estaba contándole la idea a Min y para mala suerte alguien escuchó. Nunca lo hubiera hecho para molestarte. Además... — se paró justo enfrente de Siwon viéndolo serio. — Desde que sucedió lo de SeongJoon, cambiaste demasiado. Ya no sonríes, ya no eres el Siwon de antes. Han pasado varios meses y sigues igual que el primer día. — agradeció que habían llegado al lobby por lo que salió aún cuando Kyuhyun seguía hablando.

Se dirigió a la salida donde con una reverencia a los guardias, subió a su auto listo para distraerse un rato. No quería atormentarse con las palabras de su primo pero sabía que tenía razón. Desde que había perdido a su bebé, ya no era el mismo.

Habían pasado varios meses como Kyuhyun había mencionado sobre la pérdida de su bebé pero todos los días dolían como el primero. Sin duda alguna, una parte de él había muerto ese día junto con SeongJoon. Toda la emoción que había tenido, toda la ilusión qué pasó en el embarazo con su esposa al saber sería papá, se habia ido al demonio en un abrir y cerrar de ojos.


Flashback
Su celular había caído al suelo cuando había recibido una de las peores noticias de su vida. Su esposa Soojin lo había llamado para decirle estaba en el hospital con su hijo quien se debatía entre la vida y la muerte. ¿Qué había pasado para terminaran ahí?. Una vez reaccionó a lo que estaba pasando, salió corriendo del trabajo y así dirigirse al hospital.

Había conducido a máxima velocidad. Había cometido más de una infracción pero eso no importaba para Siwon. Sólo quería llegar para ver a su campeón y que todo fuera una maldita broma.

CLOSERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora