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Cuando llegó a su habitación se había encerrado con seguro. Rápido fue a sacar uno de sus juguetes preferidos que tenía una cola larga y un lubricante de coco. Teniendo eso en mano subió a su cama donde inspeccionó la billetera de Siwon. De ahí sacó su identificación, poniéndola delante de él en la cama.

— Eres un maldito estupido pero se que vas a terminar cogiendo conmigo todos los días. — dijo a la imagen de Siwon sin dejar de sonreír. Rápido se quitó la poca ropa que vestía y se acomodó en cuatro en la cama. Tomó el lubricante, poniendo del líquido en el juguete. De ahí lo llevó a su trasero donde jugueteó sólo por fuera.

Chulie estaba excitado. La imagen de Siwon no desaparecía de su mente y el verlo molesto le causaba morbo. Incluso había fantaseado con él. Lo imaginó tomándolo del cuello con fuerza, aventándolo contra la cama y destrozando su ropa para cogerlo sin piedad. Dónde entraba y salía con fuerza sin importar le dijera era doloroso. Pensaba en que tenía un pene que lo haría olvidar sus juguetes sexuales, o mejor aún, ser penetrado por un pedazo de plástico pero tener la boca destrozada por las fuertes folladas de Siwon hasta correrse en él.

— ¿Diga?.— escuchó como llamaban a su puerta. — Estoy ... ocupado en estos momentos.— sus labios quedaron entreabiertos cuando metió por completo el juguete anal. Volvió a escuchar como tocaban con fuerza la puerta de su habitación.

Se excitó más al saber que la persona que estaba en esa credencial delante suya, era la misma que insistía en que esa puerta se abriera. Soltó un gemido cuando empezó a mover un poco más rápido el juguete en su interior.

Nisiquiera notó que debajo de él, había un tono más oscuro en las sábanas, indicando estaba goteando más de lo normal. Volviendo a escuchar los toquidos, sonrió ladino deteniendo su actividad por unos cuantos segundos. La diversión apenas comenzaría.

Cómo pudo bajó de la cama donde le era raro moverse con el juguete, más sin embargo no le importó. Con pasos meneados, fue hasta la puerta más que feliz.

— Ya dije que estoy... En una situación. ¿Qué pasa? —

— ¡Dame mi billetera! — sonrió al escucharlo molesto. — Sino, voy a tirar la maldita puerta y te llevaré a la policía por delito de robo! ¡Abre!. — se escucharon dos toquidos y a la tercera, Chulie abrió de par en par, mostrándose desnudo. Siwon se quedó estático por microsegundos al verlo así, con la mano en puño en el aire.

— ¿Te gusta lo que ves?. Soy jodidamente sexy. — tomó del brazo a Siwon y lo jaló con fuerza adentro de la habitación. Rápido cerró con seguro impidiendo pudiera escapar. — Mira lo que hacía. Llegaste en el momento perfecto. — con su cabeza apuntó a la cama. La cara de Siwon se desfiguró al ver su imagen en la cama y la mancha en ella. Su cuerpo se tensó cuando Chulie pasó su mano delicadamente sobre el hombro de su amante. Acercándose a su oído, soltó un jadeo provocado por el juguete en su interior. — Traigo en el culo un pedazo de plástico simulando tu pene, querido. ¿Lo tendrás igual de grande?. — susurró muy sensual, deseando su sueño se volviera realidad. Siwon al escuchar esas palabras, salió de su trance empujando a Chulie un poco más lejos de él.

— ¡ERES UN MALDITO ENFERMO!— lo miró como si quisiera matarlo en esos momentos. Podía sentir su sangre más que caliente recorrer todo su cuerpo. Su cara volvió a tensarse al ver su identificación ser usada de esa forma. — ¿Crees que es muy divertido o por qué tanta risa?. No sé que pasó por mi cabeza el pensar esto sería algo bueno. — Heechul dejó de reír e incluso fingió limpiar una lágrima por su mejilla. Miró a Siwon con una sonrisa ladina sintiéndose más que feliz.

— Me gusta ver cómo tú "masculinidad" se rompe poco a poco. Dices que te doy asco pero dime, ¿Por qué venir por tus cosas hasta aquí?. El dinero obviamente se ve que no lo necesitas. Era dar de baja tus cuentas y listo. Las identificaciones podías tramitarlas de nuevo pero supongo no tienes el tiempo de ir por una nueva. — mordiendo su labio inferior, dió media vuelta contra la cama, dónde puso una pierna arriba de ella, dejando el juguete a la vista en su interior. — Aparte eres un tonto. Iba a entregar tu billetera con tus amigos junto con un presente.— volvió a sonreír gustoso y ésta vez comenzó el juego.

CLOSERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora