Acercamiento

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Comprendo las intenciones de Ling' Er, de una u otra forma no estoy de acuerdo con todas la supuestas reglas del reino celestial, algunos inmortales piensan que es lo mejor, una vida tranquila y llena de despreocupaciones, pero todo eso se debe a que no todos los dioses cumplen con sus responsabilidades.

Lo que ha causado un gran impacto en aldeas como esta, mi padre real solo me pidio ahuyentar a los demonios, pero no velar por el bienestar de las bestias que viven aquí, ella al acabar con ese funcionario acabo con su principal problema.

-Jian aste cargo del resto.

-Sí, su alteza.

Mi subordinado acaba de llegar y vio la escena sangrienta, debo admitir que he visto ese tipo de escenas viviendo de parte de Ling' Er, pero no deja de sorprenderme cuan despiada  puede llegar a ser. Lo que me desconcierta aún más esque no recibió ningún castigo por lo que hizo.

Una mujer tan misteriosa, eso me  agrada más, dice que no le interesa estos pequeños asuntos, si así fuera no se hubiera molestado en matar a los demonios o al funcionario. Con el paso de años no he logrado comprender el porqué hizo eso destruyendo por completo todo lo que con mucho esfuerzo había conseguido, se que debe de haber una razón para eso.

La busque entre las aldeas, hasta encontrarla en el pie de un barranco con unos soldados celestiales.

-Lo siento señorita, pero no puede estar aquí. Ya tenemos suficiente con los aldeanos que cayeron, solo esta obstruyendo nuestro trabajo.

Esos tontos no saben a quien le están hablando, seguramente cuando se enteren desearan nunca haber nacido. Me acerque a ellos con el propósito de ver su reacción.

-¡Cómo se atreven! ¿No saben que están hablando con la princesa Mei Ling hija de dos dioses de la guerra?

Vi sus caras palidecer  y no dudaron en arrodillarse pidiendo perdón, aunque el reino celestial la considere una traidora, no cambia el hecho del tipo de diosa que es, en el pasado nadie se atrevía a ofenderla de lo contrario su cabeza rodaría. Ella sólo hizo una señal para que se levantaran, nadie se imaginaría que ella es una diosa pues su característica de una están ocultas.

-¿Cómo terminaron ahí? (Mei Ling)

-Respondiendo a su alteza, mientras huían de los demonios terminaron rodeados aquí y los demonios hicieron que la parte donde estaba parados se derrumbara, desconocemos la cantidad de los que cayeron, pero debido a que...

Antes de que el soldado siguiera hablando ella salto al barranco, me acerque aún más, fue tan rápida que no pude detenerla.

No se si es valiente o tonta por saltar sin más, puede llegar a ser peligroso. Aunque tratándose de Ling' Er mis pensamientos pueden llegar a ser exagerados, se escucho una gran explosión y luego se vio una gran luz dorada, los aldeanos comenzaron a subir en un hechizo de burbuja, este se rompía hasta que llegaban al suelo, los soldados revisan sus heridas, la última burbuja llego, pero Ling' Er todavía no sale de ahí. Hasta que pronto vi un litigo calvarse en la orilla. Cuando vi sus manos tocar la orilla la ayude a terminar de subir, la tome la de la cintura y la senté en mi regazo.

Su respiración es un poco agitada, esta transformada, tenía bastante tiempo que no veía esos lindos ojos con color dorado en la iris y un rojo intenso en la pupilas, más bien es la primera vez que los veo tan cerca, te pierdes totalmente en ellos, como si tuvieran una especie de hechizo. Ling' Er me abraza del cuello mirándome fijamente, tratando de descifrar lo que estoy pensando, puede ser que por eso me pierda en su mirada.

-Eres hermosa.

-Lo sé, ahora sueltame.

Se destransformo y ahora esos ojos que brillaban tanto, fueron remplazados por unos rojos llenos de frialdad.

-¿Qué pasa si me niego?

-Sabes la respuesta.

-Oh~ ¡Qué aterrador! Lastima, yo no le temo a nada.

Me levante junto con ella sin dejar de mirarla, pensé que mi jugada había triunfando hasta que sentí unos choques eléctricos lastimandome.

-Bajame, si no quieres que continúe.

El dolor aumenta, pero me detuve soloboara agarrar impulso y sostenerla más fuerte.

-Ni lo pienses querida.

Le di un beso en la frente y ella se sobresalto dejando de lastimarme. No hay duda de que cuando esta conmigo baja la guardia por completo.

-Ya es tarde debes de tener hambre, ¿cierto? Te invitare a comer como agradecimiento por haberme ayudado.

-En ese caso quiero que sea cara la comida.

-Por supuesto, solo lo mejor para mi princesa.

Somos el centro de atención de las bestias y soldados al cargarla así, los aldeanos nos ven como simples guerreros que van de paso, pero para los soldados que saben la historia que tenemos se les hace extraño. Nos conocían como la pareja destinada y que seríamos los herederos, pero también eran conocidos rumores de que yo andaba persiguiendo a Ling' Er sin ser correspondido.

Aunque en parte es cierto, ella siempre mostró indiferencia en mis intentos de acercarme. Ahora tengo su atención, así que el pasado no importa.

Cuando llegamos al restaurante más conocido. Bajo personalmente el dueño haciéndole una reverencia a Ling' Er.

-Es un honor tenerla aquí señorita Xian, por favor suba, le tenemos una sala para invitados especiales con los mejores platillos.

-Bien...

Van varias veces que escucho eso de señorita Xian, cuando se dirigen a ella fuera del reino celestial, debe ser una identidad falsa. Llegamos hasta el lugar que dijeron y definitivamente toda la comida se ve costosa y de primera calidad.

Nos sentamos y la mire fijamente, mientras ella se sirve una copa de vino.

-Vamos pregunta.

-¿Por qué te conoce el dueño?

-Es solo en gerente, este restaurante es mío.

Esta hubicado en la capital del reino de las bestias y es muy concurrido, los mismos dioses salen a escondidas del reino celestial solo para venir a comer, incluso yo he venido varias veces aquí a pesar de todo eso nunca se paso por mi mente que ella sería la dueña. Seguramente tiene otros negocios.

-Entonces la tienda de maquillaje, ¿por qué la atendías tú su podías contratar a alguien que la atendiera?

-Sólo era un pasatiempo, ¿algo más que quieras saber?

-No, aunque prefiero Mei Ling (hermosos destellos de piezas de jade) en ver de Xian (aquella que vive en reclusión).

De repente entro el supuesto "jefe" del restaurante, con más platillos, estos se ven aún más extravagantes.

-Señorita Xian, traje más platillos de su agrado.

-Esta bien...

-Disculpe mi indiscreción, pero el hombre que la acompaña es...

-Es mi esposo.

No pude evitar escupir el vino estaba por tomar y de repente en esa sala hubo un silencio incómodo.

-Ve a la posada Hongse de huaduo y prepara una habitación, quiero que mi esposo vea las linternas del festival de otoño.

-De acuerdo, haré los preparativos, que disfrute su comida.

Tres reencuentros en una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora