Suspiró.-¿No crees que es muy temprano? -Preguntó, apenas moviéndose en su cama individual, sin embargo ambos entraban de cucharita.
-Lo sé, Suppasit. Pero este antojo no se me va...–Mew arrugó la nariz ante el pedido del menor.
Aún no terminaba de entender porqué Gulf tenía antojos tan... peculiares. Su madre dice que es completamente normal en los donceles como Gulf, aún así Mew no puede terminar de entender cómo es que se come todo eso.
Salchichas con crema batida.
Arroz con mayonesa.
Sandía con mantequilla.
Aún no terminaba de entender esa etapa en el embarazo de Gulf, después de todo, habían sido tomados desprevenidamente como padres primerizos.
-¿Quieres que vaya ahora?-Preguntó
tallando sus ojos.Pudo sentir el cuerpo de Gulf darse la vuelta a su dirección, por lo que se pegó aún más a la pared a su costado y se apoyó en sus codos para poder ver mejor a los bonitos ojos dorados contrarios.
–Por favor, Suppasit.-Suplicó el menor.
Mew asintió cansado, apenas había logrado dormir unas cuatro horas y ya debía volver a salir de la cama. Estaba cansado, su cuerpo dolía a pesar de los masajes que Gulf le había proporcionado para bajar la molestia. Trabajar, prácticamente, todo el día como lavaplatos en aquel restaurante suele ser pesado al ser este uno de los más visitados. Pero quería ir, a pesar de sentirse adolorido quería cumplir con los antojos del menor.
-Bien. Respondió rascando su nuca mientras salía de la cama y caminaba con lentitud hasta el baño.
Cuando salió se acercó a una de las sillas al lado de la cama y tomó su chaqueta, se colocó los zapatos y salió de la pequeña habitación.
Al menos no hacía tanto frío como los días anteriores, pensó tratando de animarse al ver por la ventana las calles cubiertas de blanco por la nieve.
-¡Ve con cuidado, Suppasit!-Escuchó a Gulf exclamar mientras tomaba las llaves y salía del pequeño departamento.
Quizás no era nada lujoso o espacioso.
Quizás ni siquiera es un buen vecindario.
Pero a pesar de todo eso, la renta es cómoda a su situación económica. Mew debía trabajar hasta horas extra lavando platos, algo que le diera una cuantas monedas más para poder llevar más dinero a casa. Gulf no podía trabajar por obvias razones, él está en cinta y su embarazo es algo delicado.
Y aunque su madre y ocasionalmente los padres de Gulf los apoyan dándoles cierta cantidad de dinero cada fin de mes, tampoco es como si ellos tuvieran muchos ingresos. Además los padres de Gulf no están muy felices con la situación. Cree que con el tiempo ellos los dejarán completamente de lado.
Gulf y Mew aprovechan bien el dinero y lo usan para las necesidades básicas como pagar la renta y comprar la comida necesaria, mientras que lo poco que sobra lo ahorran para las cosas del bebé que dentro de escasos meses nacería.
-Demonios.-Maldijo al sentir el frío bajo su pijama.
Pronto está cruzando el pasillo y bajando las escaleras con flojera. Trata de masajear su nuca en un intento de disminuir el dolor, pero éste no quería irse, sus muñecas dolían de tanto lavar, su espalda dolía al estar encorvado, él era muy alto y donde debía de lavar la cantidad inmensa de platos, ollas y cubiertos era muy pequeña.
Luego de tener aquel asunto del bebé para nada esperado con Gulf tuvo que dejar sus estudios de Medicina y encontrar un trabajo lo más rápido posible. Encontró su salvación en aquel restaurante a calles de su departamento. Aunque el lugar de trabajo no se adecuaba a su gran cuerpo pagaban bien, al menos lo suficiente para algunos gastos más lo que sus padres le daban.
Agradece que su madre y los padres de Gulf los apoyan.
En estas circunstancias cuando su bebé está pronto a llegar necesita tener ahorros, así comprar su cuna, sus pañales, biberones, ropita. Todo... Aún no podía creer que siendo tan joven sería padre, se considera inexperto y hasta poco capaz. Y ni hablar de Gulf, que es su menor por un año, un chico joven con el mundo por delante, pero que ahora se encuentra viviendo con él llevando un embarazo de riesgo.
Aún no lo asimilaba del todo.
Lo único que pensó en aquel momento, cuando Gulf lo citó en aquella cafetería para contarle su embarazo, fue que se haría cargo, que sería responsable y que tomaría las consecuencias de sus actos. Y ahora está aquí, un mes y algo más después, comprando fresas y mostaza para Gulf en la tienda de enfrente. Antes, a esa misma hora, estaría en el departamento de su madre y suyo, tomando su desayuno, listo para poder salir y llegar a tiempo a la Universidad.
Y ahora está aquí, con un horrible dolor en la espalda por pasar horas extra de el tiempo libre que no tiene lavando platos en un restaurante para así mantener a un chico que no ama y un bebé que está próximo a llegar.
Antes, podría estar en casa y ver series en su tiempo libre, luego dedicándose de lleno para sus prácticas y exámenes, leyendo los libros correspondientes y ayudando a su madre en la casa con un trabajo de medio tiempo.
Pero no puede quejarse. No debe.
Fue responsabilidad suya y de Gulf no haber usado protección aquella vez, y ahora ambos tratan de hacerse responsables de un bebé que nacería pronto. Ahora por esa irresponsabilidad ellos deben vivir juntos, aunque Mew no ame a Gulf, y dude también amar a ese bebé. Él sólo está ahí porque considera injusto de su parte dejar al chico con toda la responsabilidad que un bebé conlleva. Sólo está ahí por ese error suyo, nada más y nada menos. Pero...
¿En verdad cree que es un error?
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Desire of Love🥀Mewgulf
Fiksi RemajaMew no ama a Gulf, pero está con él porqué Gulf quedó embarazado. Ahora tendrán que descifrar qué sienten por el otro en medio de la incertidumbre, la soledad y los problemas económicos. ‧︵๑︵‧︵| ⊱🧸⊰ |︵‧︵๑︵‧ ...