Desire of Love🥀Mewgulf

🥀 Capitulo 18.

-¿Entonces? - Gufl decidió tomar la mano de Mew, o mejor dicho, el puño que era su mano.

¿Un puño? Sí, Mew podría no decirlo, pero su lenguaje corporal delataba lo mal que le caía aquel Maxi, como le dice Gulf

Pensar que ellos fueron algo, que Max pudo haber tenido la dicha de vivir una buena vida al lado de Gulf en vez de él, lo hacía pensar en lo afortunado que era hoy, a pesar de todas las decisiones incorrectas, de estar con Gulf

Tan afortunado.

Pero de todas formas, la cercanía de aquel hombre hacia Gulf no le parecía nada profesional, y más le vale no sobrepasarse con su novio o vería las consecuencias legales y físicas que tendría. Sólo aquel hermoso chico saca sus lados protectores. Él y las bebés que lleva en su vientre.

Comenzó el hombre. –Según los resultados finales, pienso que estás fuera de riesgo en cuanto a tu embarazo, Gulf. No sé como lo lograste pero estás mucho mejor de salud, y creo que debo agradecer a Mew por haberte cuidado, ¿No es así? - Le sonrió con comprensión, retirando los lentes de su rostro.

-Sí, ha sido muy protector conmigo, no me dejaba hacer nada. — Poco a poco la mano de Mew volvió a la normalidad.– Aunque al principio me sentía inútil, pude entender que era necesario.

- Me imagino, te conozco, Gulfi. Eres terco con las cosas, me alegro que Mew haya podido ayudarte a entender eso.

- Así es. - Gulf escaneó el pequeñísimo sonrojo en la mejillas de su bello y varonil hombre, sonriendo para deleitar los ojos miel de su novio.

Su novio.

Max pudo notar la diferencia entre la última vez donde ambos estuvieron en su consultorio. Era algo notoria, y sonrió porque sabía que habían mejorado. las cosas entre ellos

–Entonces...– Carraspeó un poco, sacando a ambos hombres de su pequeña burbuja. - Puedes hacer más cosas, como hacer limpieza, caminar con más libertad, estar más tiempo de pie y hasta bailar un poco. Pero lo que no puedes hacer son muchos esfuerzos o tener corajes, ¿De acuerdo? Así que para concluir, los veo en un mes. - Le sonrió al final, con los labios sellados. - No falta mucho tiempo para concluir los nueve meses, así que quizás sea hora de buscar nombres.

Luego de aquello decidieron hacer las compras ya que era temprano, y aprovecharon para platicar sobre los nombres que sus hijas podrían usar. Aunque terminó pareciendo más una tonta pero tierna discusión.

-¿Te gusta Davika? - Preguntó empujando el carrito de compras mientras Mew tomaba algunos paquetes de sopa instantánea.

-¿Como esa chica de lakorn's? - Arqueó una ceja dejando los productos en el carrito de compras, Gulf asintió.- ¿Porqué?

- Ella es muy bonita y agradable. - Sonrió un poco, avanzando y en sus pequeñas manos tomó una caja de cereales.

Hace un tiempo no habrían podido costear más que sopa instantánea, arroz, azúcar, sal y un poco de carne. Pero ahora que no debían pagar por su techo, Suporn los ayuda con los gastos gracias a tu trabajo como costurera y Mew en ese nuevo restaurante como mesero, las cosas iban mucho mejor.

Comían de forma decente y las preocupaciones no parecían tan grandes.

- Ella no me agrada. — Hizo una mueca. — Además, necesitamos nombres a juego. Son mellizas, deben tener nombres relacionados y Davika no se puede relacionar con nada, ¿No?

- ¿Porqué no te agrada? - Empujó el carrito hasta la otra sección. - Y, ¿Quién dice que serán nombres a juego?

–Lo sugiero porque me gustaría que sea así. Mew tomó un producto de la repisa más alta y leyó el precio, dejándolo en su mismo lugar con una mueca y tomando otra de menor precio en reemplazo. - Davika no me agrada porque luce muy creída.

–No seas malo, no la conocemos. Además, su nombre es bonito, aunque concuerde con que sean nombres relacionados, Davika como nombre es muy bonito.

Mew miró el pequeño puchero en sus labios y suspiró un poco. - Ya que insistes, puede estar en la lista de nombres. Gulf le sonrío en grande. - Está bien.

- Asintió. - Y entonces, ¿Qué nombres
propones?

-¿Que tal Min?

Gulf arrugó su naricita.– ¿La chica de lakorn's? -El mayor asintió esperando su respuesta. –No, me cae mal... Además su nombre es feo. - Dijo evidentemente en broma. Mew soltó una carcajada limpia que, sin duda alguna, aceleró el corazón de Gulf.

Avanzaron con el carrito de compras lleno hasta la mitad con productos necesarios y básicos. Se colocaron en la corta fila para pagar por los productos mientras Mew se perdía en una amena conversación con Gulf.

Poco después llegaron a casa con las compras.

- ¡Ya llegamos! - Anunció Gulf en la puerta, con un pequeña bolsa en su mano izquierda y en la otra las llaves.

Mew llegaba detrás con una bolsa de tamaño considerable en cada mano, pero no parecía hacer mucho esfuerzo con el peso. - Traeré las demás bolsas. Y salió de la casa por la otra carga.

Gulf vió a Mew salir nuevamente y se adentró a la cocina para dejar las llaves ahí. - Suporn, trajimos lo que nos pediste y...

Gulf quedó helado, dejando caer las llaves al suelo. La escena frente a sus ojos hizo a su ser temblar.

- ¿Suporn, e-estás bien? - Gulf observó a la mujer tratando de mantenerse en pie, pero temblando. Habían restos de vidrio en el suelo así que se acercó con mucho cuidado.-¿Suporn...? -Ya a su lado colocó sus manos en los hombros de la mujer, quitando los cabellos de su rostro, la mujer le sonrío un poco antes de caer completamente al suelo. Gulf se alteró con el hecho.- Oh, Dios... Dios, ¡Mew! ¡Mew! — Su voz se quebró y no podía dejar de llorar. Mew entró corriendo al lugar.

-¡Mamá!

La tormenta apenas se hacía notar para los Suppasit.