Capítulo 9

8 0 0
                                    

Dimitry estuvo buscando a Dasha durante tres días, hasta que en la noche del tercer día, la encontró en un bar, estaba tan ebria que no podía dar un paso sin tambalearse y chocar por alguien, furioso, entró al bar, pagó la cuenta y se la llevó de ahí, cuando llegaron a la mansión, la llevo cuidadosamente a la habitación que antes era suya y la dejó en la cama, fue a la cocina por un vaso de agua y al volver la encontró en el borde de la barandilla del balcón, a punto de tirarse, corrió y la sujeto de la cintura, llevándola adentro y cerrando la puerta del balcón.

- ¡Que diablos pensabas hacer, casi te matas!

- Esa era la idea genio, si no fuera por ti, estaría con mamá, descansando y siendo feliz.

- No digas eso Dasha, yo estoy contigo, no estas sola.

- Eso dijiste hace siete años y mírame, sufrí toda mi vida solo por ser una mujer, papá deseaba tener a otro niño...pero nací yo, no debí nacer...¿sabes cuántas veces traté de suicidarme? ¡Muchas veces! Incontables de hecho, solo que sé...esconder bien las cicatrices, por lo menos soy buena en eso.

Dimitry quedó pasmado, no podía imaginar el hecho de que su hermana trataba de quitarse la vida, quería preguntarle la razón pero Dasha estaba completamente dormida, logró ver que de sus ojos salían lágrimas, cuando la arropó, vio en su muñecas miles de cicatrices, sujeto la mano de su hermana y comenzó a llorar en silencio, en la oscura y silenciosa habitación, solo se escuchaban los sollozos de Dimitry, no se alejó de su hermana ningún momento, cuando el sueño tocó la puerta el no resistió y también se quedó dormido; cuando los primeros rayos del sol traspasaban la cortina, se veía a ambos durmiendo tranquilamente, Dasha despertó primero, al ver que su hermano estaba a su lado, se sintió feliz, se levantó, tomó sus cosas y se fue, pero no sin antes dejar una pequeña nota sobre la mesita de luz al lado de la cama, unos quince minutos después, Dimitry despertó y se asustó al no ver a su hermana junto a el, estaba a punto de salir cuando vio la nota la cual decía "Gracias por traerme a casa, anoche estaba muy ebria y no sabía lo que decía, si dije algo olvídalo. Con cariño: Dasha". Dimitry fue junto a su esposa y le mostró la nota, estaba contento que su hermana le había dirigido la palabra sin ningún insulto o algo por el estilo, pero también se sentía mal por todo lo que ella le había contado.

- ¿De verdad ella te dijo todo eso?

- Me lo dijo estando ebria, pero sé que es cierto, siempre que estamos ebrios somos más sinceros de lo que debemos ser.

- No me quiero imaginar por todo lo que tuvo que pasar, pobre de ella.

- Pero eso ya no volverá a ocurrir, siento que esta volviendo a confiar en mí, creo que ya es momento de decirle la razón por la que la "abandoné".

- Debes hacer lo que tu corazón diga mi amor, si crees que ya es momento, pues hazlo.

Por otro lado, Dasha estaba mas sobria y se dirigía a la empresa, estaba nerviosa, su corazón palpitaba muy rápido y sus manos sudaban, cuando llegó a la empresa trató de entrar pero los guardias no se lo permitieron, dijeron que ella no podía entrar, estaba por regañar a los guardias cunado llega Dimitry y la deja entrar, mientras caminaban hacia la oficina de su padre, Dasha comenzó a recordar las cosas que le ocurrieron en ese lugar, nuevamente estaba nerviosa y le costaba respirar, pero Dimitry tomó su mano y la tranquilizó, juntos fueron y tocaron la puerta de la oficina de su padre, nadie les respondió pero entraron de todas formas, la oficina era realmente lujosa, la pared que daba con el escritorio era de cristal, para que predomine la luz natural, a la derecha del escritorio, junto a la pared que daba con el baño privado del jefe, había una mesa con las bebidas más caras, como el Vodka Russo-Baltique, el Macallan 1926, el Whisky Dalmore 62, entre otros.

- Dasha ¿Porque viniste aquí? Acaso no odiabas este lugar.

- Aún lo odio, pero solo estoy aquí para verlo en pedazos.

- Veo que le tienes mucho cariño a la empresa familiar Dasha.

- ¡Padre, no lo vi venir, no hagas caso a las palabras de Dasha, de seguro aún esta ebria!

- Sé lo que escuché hijo, pero no importa, de todas formas ella ha venido en vano.

- Eso es lo que piensas Mijaíl, he venido por lo que me pertenece.

- ¿Lo que te pertenece? Deja de decir tonterías.

- Eso es lo que piensas viejo.

- Dasha deja de hablar...

- Como estaba diciendo (interrumpió Dasha), mamá a muerto, somos dos hijos, por derecho debo tener un puesto en la empresa y un poco de la fortuna de esta "familia".

- ¡Patrañas, no tienes derecho a nada!

- ¿Tú crees, acaso sabes a cerca de las leyes, o ya tienes Alzheimer?

Dasha tenía razón, ella tenía derecho a un puesto en la empresa y una parte de la fortuna de la familia, furioso, Mijaíl no tenía de otra que aceptar, obviamente con la arrogancia que tiene, le dio un puesto para nada importante, pero que estaba dentro de la empresa, sería la nueva secretaria de Dimitry, sonriente, Dasha salió de la oficina de su padre, su plan había salido a la perfección, sabía que su padre no tenía la mínima intención de tener problemas judiciales y menos aún leer las miles de leyes que habían, era un hombre que no tenía intención alguna de saber sobre leyes o cosas así, siendo de esa manera, ella aprovechó que su padre era un tipo muy vulnerable en ese ámbito, y decidió comenzar por allí, por otro lado, Mijaíl estaba furioso, lo que menos quería era que Dasha entre a la empresa, y ahora se las tendría que arreglar de alguna u otra forma. 

IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora