- Ese día mi madre y yo tuvimos una fuerte discusión, y cuando empezó a sentirse mal, de inmediato llamé a una ambulancia y la llevaron al hospital. Cuando los doctores me dijeron que había sufrido un infarto, me sentí culpable, pero luego me enteré de que ella ya tenía un problema en el corazón y no había querido contarme.
- ¿Y entonces que pasó? – Alicia lo animó a seguir hablando
- Algunos días después ella se murió. – le dijo con sus ojos al borde de las lágrimas – Pero antes me pidió perdón y me dijo que, si yo realmente te amaba, debería buscarte.
- Te juro que de todas las cosas que mi mente se imaginó en aquel entonces, esto jamás se me pasó por la cabeza. – expresó ella consternada – Lo siento mucho, de verdad. – Alicia lo abrazó
- Obviamente el dolor de la pérdida de una madre es algo que siempre va a estar presente, y creo que esto tu también lo entiendes. – dijo mirándola, y ella asintió con la cabeza – Pero he aprendido a seguir adelante, me hice cargo del pequeño restaurante de la playa y años después expandí los negocios a la Ciudad de México, por eso me vine a vivir aquí.
El ojiazul tomó con sus manos el rostro de la mujer y la acercó más.
- Yo te busqué, Alicia. – dijo Martin muy cerca de sus labios. – Un mes después de la muerte de mi mamá, yo me vine aquí a Ciudad de México, porque prácticamente lo único que sabia que de ti era que aquí vivías antes de irte a Acapulco, pero no supe donde encontrarte.
Alicia no dijo nada, acortó la poca distancia entre ellos y lo besó lentamente. Estaba más segura que nunca de que amaba a este hombre.
Esa mañana ella pensaba contarle a Martin que estaba buscando a su hija, pero prefirió dejarlo para otro momento, no quería agobiarlo.
Una semana después:
Alicia y Martin estaban muy contentos y casi no podían disimular lo enamorados que estaban, así que todos los empleados del restaurante se dieron cuenta. Alicia le dejó claro a Martin que quería seguir trabajando de mesera, así que en el trabajo nada había cambiado..
Un día, después de pasar por Sofia en la escuela, los dos la llevaron a pasear en un parque y decidieron contarle a la niña acerca de su relación.
- ¿Porque tanto misterio? – preguntó Sofia al darse cuenta de que estaban nerviosos – Ustedes me quieren decir que son novios, ¿verdad?
- Bueno... sí. ¿Te molesta que tu papá y yo seamos novios? – preguntó Alicia un poco preocupada, porque sabía que era la primera vez que Martin tenia una relación formal después de la muerte de la esposa.
- Por supuesto que no, además ustedes son muy evidentes. ¿Como creen que no me iba a dar cuenta? – dijo la niña divertida y los tres se rieron – Mi papá está muy feliz, – ella miró al ojiazul y sonrió – y aunque a ti te conozco muy poco, ya siento que te quiero mucho, Alicia. – dijo y los abrazó a los dos al mismo tiempo.
Ese día, Alicia sintió por primera vez en muchos años la sensación de plenitud, como si hubiera encontrado su lugar en el mundo. Martin también estaba más contento que nunca, no se imaginaba que Alicia le caería tan bien a Sofia en poco tiempo, ya que la chica solía ser un poco celosa con su padre.
- No sabes como me alegra escucharte, hija. – dijo el ojiazul – Tan es así que les tengo una sorpresa.
- ¿Cuál? – preguntaron Alicia y Sofia a la vez, y los tres volvieron a reírse por la casualidad
- ¿Les gustaría pasar el fin de semana en Acapulco? Sofi, me gustaría que conocieras el lugar en donde yo nací. Y quiero que nos acompañes, Alicia, así ustedes dos se pueden conocer mejor. – dijo él mirando a su novia
- Me encanta la idea. – respondió Alicia contenta
- A mí también. – expresó Sofia.
...
Martin le encargó el restaurante a Diablo, su socio, y el viernes por la mañana los tres salieron rumbo a la playa. El ojiazul había reservado dos habitaciones en un hermoso hotel: una para Alicia y Sofia y otra para él, ya que no le pareció prudente dejar a su hija durmiendo sola en una habitación, a lo que Alicia estuvo de acuerdo, precisamente porque quería acercarse más a Sofia.
...
- ¿Recuerdas esos días cuando caminábamos aquí en esta misma playa? preguntó Martin mientras los dos se daban un paseo por la arena, el viernes a la noche. Sofia no había querido bajar a cenar y le insistió a la pareja que ella podía quedarse un rato sola.
- Claro, aquí nos conocimos. El mar nos unió, inclusive fue testigo de nuestro primer beso... - respondió ella pensativa.
- ¿Y sabes cuál ha sido mi más grande sueño en los últimos años? – él dejó de caminar y se puso frente a la morena
- ¿Cual?
- Volver a estar aquí con el amor de mi vida. - dijo sonriendo
- ¿Ah sí? ¿Y lograste cumplirlo? - preguntó en tono de broma
- Lo estoy cumpliendo ahora mismo. - Dijo mirando profundamente a los ojos marrones de Alicia y luego la besó.
...
Una hora más tarde, la pareja se regresó al hotel. Se despidieron y cuando Alicia entró a su habitación, se dio cuenta de que Sofia buscaba algo.
- Hola Sofi, ¿quieres que te ayude a buscar lo que sea que estás buscando? – preguntó la morena
- Es que no encuentro mi pulserita, siempre la traigo conmigo, pero hoy me la quité porque me dio miedo que se me perdiera en el mar, y ahora no la encuentro. – dijo mientras miraba debajo de la cama – ¡Aquí está! – exclamó contenta
- ¿Puedo verla? – preguntó mientras se acercaba
- Claro, ten. – le alcanzó la joya
Cuando por fin pudo verla bien, Alicia se quedó helada.
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Trampas del destino
RomanceA veces cuando la soledad parece ser el único camino, el destino se encarga de demostrar que no todo es blanco y negro. ¿Podrán Alicia y Martin superar a los problemas del pasado y del presente?